Más de 400 peloteros procedentes de América Latina se preparan en los entrenamientos primaverales de las Grandes Ligas, en la esperanza de comenzar en plenitud de condiciones una nueva temporada beisbolera.
A miles de kilómetros de distancia, 40 jugadores hispanos se alistan en “el otro Spring Training”.
Se trata de los latinos que esperan ser protagonistas este año en Japón.
La NPB es el circuito más importante en la pelota profesional mundial después de la MLB. Incluye dos ligas, Central y Pacífico, y sus estadios se llenan todos los días con más de 40.000 voces que cantan y aplauden durante el tiempo que dura cada confrontación.
Allá, desde el 1° de febrero, lucha contra el frío un grupo de jugadores salidos del Caribe, procedentes de México, Puerto Rico, Cuba, Venezuela y la República Dominicana.
Alex Ramírez, nacido en Caracas, tiene el privilegio de ser el único manager hispanoamericano en la historia de esa pelota. Está al frente de las Estrellas de la Bahía y hace unos días tuvo como coach invitado a su paisano Omar Vizquel, nada menos.
Únicamente las Águilas de Rakuten carecen de contrataciones caribeñas para este torneo. Los restantes 11 clubes cuentan con presencia latinoamericana, incluyendo a 21 quisqueyanos, la embajada de mayor tamaño.
La competencia en Japón se extiende hasta el otoño boreal y también puede repartir sueldos exorbitantes. El venezolano Ernesto Mejía fue, hasta hace poco, el pelotero mejor pagado en el archipiélago asiático, con 6 millones de dólares anuales, gracias a sus lideratos jonroneros en ese país.
Antiguas figuras de las Grandes Ligas, como Alcides Escobar, ganador del Guante de Oro con los Reales de Kansas City, han ido a probar suerte en el Lejano Oriente. Allí han constatado cuán intensa es la preparación física en la NPB, mucho más que en las Mayores, según el propio Escobar confesó pocos días atrás.
Estos son los latinos contratados para actuar con los equipos japoneses o sus filiales de Ligas Menores, de acuerdo con los reportes del sitio en español BeisbolJapones.com:
Búfalos de Orix: Steven Moya y Aderlin Rodríguez (Dominicana).
Carpas de Hiroshima: José Pirela (Venezuela), Gerónimo Franzúa, Alejandro Mejía, Esmailin Montilla, Xavier Batista y Alfredo Mena (Dominicana).
Dragones de Chunichi: Dayán Viciedo, Raidel Martínez, Yariel Rodríguez y Ariel Martínez (Cuba), Zoilo Almonte, Enny Romero, Luis González, Moisés Sierra y Sandy Brito (Dominicana).
Estrellas de la Bahía de Yokohama: Neftalí Soto (Puerto Rico), José López y Edwin Escobar (Venezuela).
Gigantes de Yomiuri: Gerardo Parra (Venezuela), Christopher Mercedes, Rubby de la Rosa, Ángel Sánchez, Nattino Diplan, Estamy Ureña y Reimin Ramos (Dominicana).
Golondrinas de Yakult: Alcides Escobar, Albert Suárez (Venezuela) y Gabriel Ynoa (Dominicana).
Halcones de SoftBank: Alfredo Despaigne, Yurisbel Gracial y Liván Moinelo (Cuba).
Leones de Seibu: Ernesto Mejía (Venezuela).
Luchadores de Nippon Ham: Bryan Rodríguez (Dominicana) y Christian Villanueva (México).
Marinos de Lotte: Leonys Martín (Cuba).
Tigres de Hanshin: Jefry Marté (Dominicana), Onelki García (Cuba) y Robert Suárez (Venezuela).