En días recientes, la reina Isabel II de Inglaterra se reencontró con el príncipe Harry en el palacio de Buckingham. En ese emblemático lugar, la soberana habló largo y tendido durante cuatro horas con su irreverente nieto.
Según medios británicos, en ese encuentro la soberana le refrendó su amor al hijo menor de la princesa Diana y del príncipe Carlos y hasta le dejó saber que era bienvenido cuando él quisiera regresar. Según fuentes cercanas, la reina Isabel aprovechó la reunión para expresarle a Harry que extrañaba muchísimo a su bisnieto, el pequeño Archie.
Esa “encerrona” no fue del agrado de Meghan Markle, pues, según se rumorea, la esposa del príncipe pensó que se trataba de una confabulación en contra de ella.
Pocas horas después de que la plática de la monarca con Harry se filtrara en diferentes medios, el periódico Sunday Times dio a conocer que Meghan Markle volverá a Londres en unos días para unirse a su marido y al resto de la familia real en diversos actos oficiales, pero que a último momento decidió viajar sola, que dejará a su hijo Archie en Canadá.
El bebé, que este mes cumple diez meses, se quedará en el país norteamericano al cuidado de su niñera y una amiga de Meghan Markle, Jessica Mulroney.
Varios medios británicos han considerado que la decisión de Meghan de no llevar a su hijo a Londres no es más que otra de sus venganzas contra la reina de 93 años.
Desde su nacimiento, Archie no ha tenido muchos contactos con los miembros de su familia paterna. La reina y al duque de Edimburgo conocieron al niño en Buckingham solo dos días después de haber nacido.
Fuente: El Salvador