El brote de coronavirus está afectando profundamente la economía de los Estados Unidos, provocando cientos de despidos sólo en la última semana y deteniendo un histórico mercado alcista de acciones de 11 años.
El fuerte crecimiento del empleo y el auge de los mercados financieros han impulsado la expansión económica de los Estados Unidos en el último decenio. Ahora el rápido declive del mercado y los despidos iniciales aumentan los temores de que la expansión económica más larga de la historia en el país pueda llegar a un final repentino, justo un mes después de que el desempleo se situara en su punto más bajo.
El miércoles, el promedio industrial del Dow Jones perdió 1.465 puntos, o el 5,9 por ciento y todos los sectores cayeron después de que la Organización Mundial de la Salud se refiriera al coronavirus como pandemia. El Dow Jones cerró en territorio de mercado bajista, lo que significa que ha perdido más del 20 por ciento desde su máximo hace menos de un mes.
Las líneas aéreas, los hoteles, las agencias de viajes y las empresas de eventos han sufrido, pero las entrevistas con más de dos docenas de empresas y trabajadores revelan que el dolor se está traduciendo ahora en despidos en un círculo más amplios de industrias, incluidas una panadería y una cadena de restaurantes.
En el Puerto de Los Ángeles, 145 conductores han sido despedidos y otros han sido enviados a casa sin paga ya que los enormes barcos de China dejaron de llegar y el trabajo se terminó. En las agencias de viajes de Atlanta y Los Ángeles, varios trabajadores perdieron sus empleos al desaparecer las reservas.
Christie Lites, una empresa de iluminación de escenarios de Orlando, despidió a más de 100 de sus 500 trabajadores en todo el país la semana pasada y es probable que despida a 150 más, según el director ejecutivo, Huntly Christie. Mientras tanto, un hotel en Seattle está cerrando un departamento entero declaró un ex empleado y hasta 50 personas perdieron sus trabajos después de que el festival South by Southwest en Austin fuera cancelado.
Los economistas temen más despidos en las próximas semanas, ya que las cadenas de suministro se paralizan y la gente se queda en casa y gasta menos.
Traducción libre de The Washington Post
