Un total de 45 casos positivos de COVID-19 se han registrado en las últimas semanas entre los empleados de la refinería de CITGO Lake Charles, en Luisiana. El aumento de los contagios ha generado preocupación por los altos riesgos que representa para la salud de los empleados propios y contratados del centro refinador. Fue apenas hace pocos días cuando la corporación envió a sus casas a los trabajadores ‘no esenciales’.
La refinería de CITGO Lake Charles tiene capacidad para procesar unos 418.000 barriles por día y cuenta con aproximadamente 1.000 empleados propios. En ese complejo refinador se están realizando desde hace varias semanas trabajos planificados de mantenimiento mayor de plantas, los que involucran cientos de trabajadores contratistas.
“En recientes días y hasta el momento, se han registrado más de 45 casos positivos de COVID-19 entre los empleados de CITGO”, confirmaron fuentes internas. “Esto incrementa el riesgo a la salud de empleados propios y contratados, a la vez que disminuye la efectividad de los trabajos que se encuentran en ejecución”.
Sostienen que no resulta coherente con el comportamiento de la corporación que en medio de una emergencia de este tipo, el Vicepresidente de Refinación de CITGO, Art Klein se fuera de vacaciones dejando a su cargo a un ex-ejecutivo que estaba jubilado.
Klein dejó encargado de sus responsabilidades al anterior VP de Refinación de CITGO, Jim Cristman, quien había obtenido su jubilación por enfermedad.
Cristman y Klein trabajaron junto en la refinería CITGO de Lemont, ubicada en Romeoville, Illinois. No queda claro por qué ni cómo, siendo jubilado, Cristman fue empleado nuevamente por CITGO como Gerente de la Refinería de Corpus Christi.
Por ahora se desconoce si todos los casos serán registrados como incidentes ocupacionales conforme a los requerimientos federales. De ser así, esto podría incidir negativamente en la actuación de la corporación en materia de seguridad y convertirse en el peor récord que se pueda contabilizar en las últimas décadas.