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El debate del racismo en Estados Unidos tomó un nuevo curso luego de que miles de personas pidieran eliminar estatuas de figuras vinculadas al país con claros matices racistas; sin embargo, el tema también se expandió hacia el deporte más seguido en territorio norteamericano.

El cuadro involucrado son los Redskins de Washington.

La franquicia, con el nombre de una tribu americana desde hace más de 80 años, vio recientemente de parte del Congreso Nacional de Indios Americanos una histórica incomodidad. De acuerdo con Marca, el organismo se comunicó con la gerencia de la organización para hacerle saber que el nombre es ofensivo, por lo que recomendaron reemplazarlo: “Es hora de que los jugadores arranquen ese nombre como si fuera una estatua de un general confederado en su vestuario”.

Asimismo, la empresa de entregas FedEx, cuyo nombre es el del estadio ubicado en Maryland donde juega el cuadro aborigen, pidió hacer lo propio, pues aseguran que existe una enorme connotación racista en su identidad.

“Hemos comunicado al equipo en Washington nuestra solicitud de que cambie el nombre del conjunto”, dijo la empresa en un comunicado.

La acción podría tener impacto dentro del equipo, pues el director general de la compañía, Frederik Smith, es uno de los socios minoritarios de los Redskins.

Desde la casa deportiva Nike, encargada de hacer los uniformes de los equipos de la NFL, retiraron la venta de productos de su página web, en lo que fue tomado como una gran medida de presión contra la franquicia.

El tema del racismo en Estados Unidos tomó forma desde que el pasado 25 de mayo un agente de la policía de Minneapolis asesinara a George Floyd, afroamericano de 46 años de edad, mientras lo arrestaba por haber pagado con un billete falso en una tienda.

El oficial Derek Chauvin mantuvo esposado y boca abajo al sospechoso mientras apoyó su rodilla contra el cuello de la víctima. La acción duró más de ocho minutos y aunque Floyd decía que no podía respirar y testigos pidieron al uniformado quitar su peso, este no lo hizo.

Luego de la situación, en cientos de ciudades se organizaron protestas por el abuso policial y el racismo. Aunque la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, grupos minoritarios llevaron sus reclamos más allá y causaron daños en propiedad pública y privada, con saqueos y disturbios que generaron más de diez mil arrestos, así como aplicación del toque de queda en varios territorios del país.

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