La diferencia de muertes por COVID-19 que registra la Administración de Nayib Bukele y el Ministerio de Salud (Minsal) es de 895. Esto debido a que Minsal contabilizó hasta el 5 de julio 1 mil 118 muertes por COVID-19, mientras el Gobierno 223.
Esa diferencia fortalece las denuncias que el gremio de Salud ha mostrado en torno a la información oficial que difunde el Gobierno sobre los decesos por COVID-19, reseñó el sábado elsalvador.com.
El pasado 4 de julio, la Unidad de Datos de El Diario de Hoy publicó una investigación en torno al subregistro de muertes en seis municipios. Hasta esa fecha, 421 personas habían sido enterradas con protocolo de COVID-19 en el área metropolitana de San Salvador y en el municipio de Santa Tecla.
Pero esta vez, vía ley de Acceso a la Información Pública, la organización Tracoda solicitó las muertes por COVID-19 registradas hasta el 5 de julio. El ministerio de Salud quintuplicó la cifra dada por el Gobierno. Ese registro fue elaborado por la Unidad de Estadísticas del Ministerio de Salud.
El mes con más inhumaciones fue junio, con 795 muertes frente a las 136 reportadas por el Gobierno ese mes. Si comparamos junio con mayo, el aumento en las muertes es de 307%.
Las fechas con más muertes reportadas por el Minsal fueron 17, 20, 22 28 y 30 de junio, con un promedio de 47 muertes diarias. Mientras que el gobierno reportó un promedio de 7.
Con base en el registro del Ministerio de Salud, de los 1 mil 118 decesos, 70% de ellos fue de personas mayores de 60 años.
¿Por qué la mayoría de decesos se reportan en el Área Metropolitana?
Los tres hospitales con más decesos por COVID-19 son el Hospital General del ISSS, el Hospital Rosales y el Hospital Saldaña. En estos lugares ha muerto 48% de los 1 mil 118 fallecidos que registra el Ministerio de Salud.
Desde que se anunció el primer caso de COVID-19 en El Salvador, el 18 de marzo pasado, la atención médica de los pacientes se centralizó en el Área Metropolitana.
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El Hospital Saldaña, en la zona de los Planes de Renderos al sur de la capital, fue el primer hospital en donde el Ministerio de Salud atendió a los primeros pacientes en marzo.
Luego, el Hospital Amatepec. Pero debido a que ambos carecen de Unidad de Cuidados Intensivos y de unidad especializada para pacientes en estado crítico, los pacientes fueron trasladados a la tercera planta del hospital San Rafael, que sería utilizado para atender a pacientes críticos por COVID-19 a partir del 10 de abril.
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A criterio del presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, uno de los principales factores que influye en el alto número de decesos es la improvisación y la mala aplicación de las medidas sanitarias que pudieron contener y controlar la circulación del virus.
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