Por Abel López Abreu | @Zakont

Especial para El Tiempo Latino

La emergencia por el COVID-19 sumada a las órdenes de permanecer en casa o cuarentenas han influido en un mayor número de casos de violencia hacia las mujeres en América, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y tres expertas consultadas por El Tiempo Latino.

El periodo de confinamiento para prevenir contagios de COVID-19 ha llevado a muchas mujeres a convivir las 24 horas del día en casa con el agresor, sin que pasen tiempo separados para salir a trabajar o llevar a los niños a la escuela, por ejemplo, por el cierre de las instalaciones.

Esta violencia se puede manifestar en forma de daño físico, sexual o psicológico; y la importancia de reconocerla está en actuar a tiempo, a fin de prevenir formas más extremas como el feminicidio.

Astrid Gámez, directora ejecutiva de Family Services Network (FSN), explicó a El Tiempo Latino que entre los factores que han contribuido al incremento de abuso doméstico están el estrés por miedo a perder el empleo, contraer la enfermedad o que el dinero no alcance en el hogar; además del encierro en casa con los niños, la falta de comunicación con familia y amigos, y el cambio drástico de la rutina.

Infografía: El Tiempo Latino.



Infografía: El Tiempo Latino.

En Estados Unidos no hay un sistema nacional que recopile los datos de asesinatos y suicidios registrados, reseñó la organización Violence Policy Center (Centro de políticas de violencia) en una nota el pasado 23 de julio. Por ello, se encargan de elaborar informes periódicos con datos recabados en medios de comunicación.

En su más reciente reporte, difundido a finales de julio de este año, la ONG informó sobre 620 muertes violentas en el lapso del 1° de enero de 2019 al 30 de junio de ese año, de las cuales 280 fueron suicidios y 340 homicidios.

Destacó que 65% de los asesinatos-suicidios involucraron a una pareja íntima, además, de ese porcentaje, 95% corresponde a mujeres asesinadas por la persona con quien tenían la relación. El 92% de los hechos involucró un arma, según la organización sin fines de lucro.

La directora ejecutiva de FSN, Astrid Gámez, señaló que de las órdenes de permanecer en casa, emitidas entre el 12 de marzo y el 12 de mayo de 2020 en Estados Unidos, solo 17 estados enumeraron explícitamente a los sobrevivientes de violencia doméstica u otras personas en busca de seguridad, pero solo cinco estados -Colorado, Minnesota, Carolina del Norte, Illinois e Indiana- incluyeron a los empleados de refugios como trabajadores esenciales, a fin de mantener abiertos estos sitios de acogida.

Hechos alarmantes

Karla E. Domínguez, una modelo venezolana de 31 años de edad, fue hallada muerta a tiros el 29 de julio en Alexandria, Virginia. El principal sospechoso fue su expareja, a quien había denunciado en octubre de 2019 por violación y cuyo proceso legal estaba en curso.

El hombre, Ibrahim E. Bouaichi, de 33 años, estuvo preso pero salió en libertad bajo fianza durante la crisis del COVID-19. Después de la muerte de Domínguez la policía inició la búsqueda del sospechoso, quien se disparó a sí mismo al ser hallado por las autoridades, según la versión policial. Días después falleció también.

Un segundo caso que resaltó en los medios recientemente es el de Kim Gooden, de 51 años, quien fue presuntamente asesinada por su pareja el 12 de agosto. El sospechoso quedó identificado como Kenneth Duane Sedgwick, de 50 años, informó el martes 18 de agosto la Policía de Prince George’s, Maryland.

Estos son solo dos casos de feminicidio, el grado más extremo de violencia que puede ejercer un hombre sobre una mujer.

MANIFESTACIÓN. Mujeres y activistas protestaron el domingo 16 de agosto contra la violencia machista en Ciudad de México, en México. | Foto: Efe/Sáshenka Gutiérrez.



MANIFESTACIÓN. Mujeres y activistas protestaron el domingo 16 de agosto contra la violencia machista en Ciudad de México, en México. | Foto: Efe/Sáshenka Gutiérrez.

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, exhortó a mirar urgentemente los hechos de violencia doméstica, que estaban en aumento incluso antes de la pandemia, en una declaración el martes 18 de agosto.

“En toda nuestra región, más de un tercio de las mujeres han sufrido violencia de pareja en algún momento de su vida, y al menos uno de cada dos niñas o niños ha sufrido violencia en el último año y antes de que comenzara la pandemia”, advirtió Etienne.

La situación no es exclusiva de Estados Unidos, sino que abarca Centroamérica y Suramérica. En Argentina, por ejemplo, las llamadas a una línea de ayuda familiar aumentaron un tercio; en Colombia se multiplicaron y en México se incrementaron en más de 50%, informó la directora de la OPS.

Con base en encuestas realizadas, dijo que los tres países más afectados por el fenómeno son Estados Unidos, Brasil y México, donde al menos la mitad de los adultos refirió estar estresado por el COVID-19. Otros factores mencionados se refieren al consumo de alcohol y estupefacientes. Exhortó a los gobiernos de América a incluir en su respuesta al COVID-19 la salud mental.

VIOLENCIA. Las mujeres han cobrado protagonismo en los últimos años en la lucha contra la violencia hacia ellas. | Foto: Efe/Sashenka Gutiérrez.



VIOLENCIA. Las mujeres han cobrado protagonismo en los últimos años en la lucha contra la violencia hacia ellas. | Foto: Efe/Sashenka Gutiérrez.

Norka Valero, psicóloga especialista en clínica dinámica, enfatizó a El Tiempo Latino que otros países con altos índices de violencia hacia la mujer son Guatemala y Perú. Explicó que en estas sociedades se maneja un sistema patriarcal en el que “el hombre es quien provee”, pese a que las mujeres han asumido cada vez más un rol protagónico.

Sostuvo que la violencia ha aumentado porque el mundo está en una situación de anormalidad debido a la pandemia, y las personas no están acostumbradas a vivir en confinamiento.

Consideró que deben aumentar las penas para los victimarios. Las mujeres, al menor signo de violencia física, deben pedir ayuda rápidamente a las autoridades más cercanas, pero recordó que la violencia además puede ser psicológica y verbal.

Hay recursos disponibles

En Estados Unidos están disponibles los números de The National Domestic Violence Hotline (línea directa de violencia doméstica nacional): 1-800-799-SAFE (1-800-799-7233) y 1-800-787-SAFE (1-800-787-7233), en los cuales atienden a personas que no hablan inglés, informó Astrid Gámez. También está habilitado el 911 para emergencias.

La directora del FSN, quien también es psicóloga, pidió mantener el trabajo para concientizar a las víctimas de que no están solas y deben denunciar cualquier tipo de abuso, así como también a las familias y la comunidad.

Al momento de una visita de la policía al hogar, recomendó mantener la calma, porque en ocasiones puede terminar la mujer detenida por estar alterada. Explicó que desde el año 1996 hay una ley que establece que por cada denuncia de abuso doméstico deben hacer un arresto. En ese contexto la persona es doblemente victimizada.

Sarah Bazzi, abogado especializada en la ley federal de inmigración, coincidió en denunciar a tiempo, pues hay recursos y ayuda exterior que pueden recibir las víctimas de violencia doméstica.

Hay organizaciones dispuestas a ayudar a las mujeres y refugios donde pueden vivir mientras estabilizan su situación, independientemente de si tienen documentos migratorios o no, destacó Bazzi a El Tiempo Latino desde Fairfax, Virginia.

“En la comunidad centroamericana a veces los familiares del agresor están preocupados porque él va a sufrir las consecuencias de inmigración, y ponen presión sobre la mujer para que no formule cargos”, dijo la abogada, al tiempo que añadió que las mujeres o cualquier persona que ayude a la policía en un caso de violencia es elegible para una Visa de tipo U.

Por este tipo de visas hay muchas personas en proceso, pero solo se otorgan 10 mil al año. En los últimos años se han sumado las trabas de la Administración de Donald Trump, entre ellas demoras, en el camino para lograr el beneficio, añadió la experta en derecho.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia puede afectar negativamente la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres; además aumenta el riesgo de contraer VIH.

Frenar las agresiones pasa no solo por la prevención, sino por la denuncia y acción oportuna de las autoridades en medio de la pandemia, que ha dejado 22 millones 442 mil 243 casos de COVID-19 y 788 mil 356 fallecidos en todo el mundo, según cifras de la Universidad Johns Hopkins disponibles la mañana del jueves 20 de agosto.

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