Washington DC es epicentro de movilizaciones. Este viernes, precisamente 57 años después de que Martin Luther King pronunciara su popular discurso “Tengo un sueño” desde el Lincoln Memorial, miles de personas tomaron la capital de Estados Unidos para exigir justicia y equidad racial en un contexto marcado por recientes ataques de la policía contra afroamericanos.
Luego de que el pasado 25 de mayo el agente de policía de la policía de Minneapolis, Dereck Chauvin, apoyara su rodilla por más de ocho minutos sobre el cuello de George Floyd, detenido por pagar con un billete falso en una tienda, hasta verlo morir, las protestas que traían a la mesa el tema del racismo en Estados Unidos sumaron un nuevo capítulo luego de que el 23 de agosto un oficial de la policía de Kenosha, en Wisconsin, disparara a quemarropa en siete ocasiones a Jacob Blake, en un episodio que aún tiene varias preguntas por responder.
El rechazo a este tipo de acciones encontró este viernes en DC un nuevo movimiento, esta vez convocado por la National Action Network, a través de una marcha y posterior concentración en el National Hall.
Camisetas con la ya popular frase “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), así como imágenes de Floyd y Blake, adornaron la jornada, una en la que la gran petición fue la de aplicar reformas policiales en el país.
Uno de los presentes que se pronunció al público fue el doctor Franklyn Richardson, presidente del movimiento organizador de la cita, para asegurar que “estamos en una encrucijada, una encrucijada en la historia estadounidense. Estamos en una encrucijada entre perecer o una promesa. Si no ganamos en noviembre, pereceremos”.
Sus palabras apuntaban a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre, cuando el republicano Donald Trump, aspirante a la reelección, enfrentará al demócrata Joe Biden.
Otro de los que pronunció un discurso fue el reverendo Al Sharpton, quien manifestó que el grupo solicitará al Congreso avanzar en la Ley de Reforma Policial George Floyd.
“Al igual que hace 57 años cuando vinieron a Washington para presionar al gobierno federal, venimos a decir sobre estos dos proyectos de ley: queremos manifestaciones, sí en las calles… pero queremos leyes”, comentó a NBC.
Martin Luther King III también se dirigió a quienes se acumularon en el sitio, además de Sheila Jackson Lee, activista, y quien recordó que es “una mujer negra que entiende que las Vidas Negras Importan todos los días de mi vida. Queremos un Estados Unidos que rechace la división, la intimidación y la amenaza. Queremos una Casa Blanca que actúe como sanador en jefe, que entienda el dolor de una mujer negra y entienda tu dolor”.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue protagonizado por Yolanda Renee King, nieta de apenas 12 años de edad de Martin Luther King, quien comentó que “la igualdad genuina es la razón por la que estamos aquí. Mi generación ha tomado las calles, pacíficamente, y con sus mascarillas y distanciamiento, para protestar el racismo. Cumpliremos con el sueño de mi abuelo”.