Las tradicionales actividades que celebran el mes de la herencia hispana encontraron en el 2020 un enorme obstáculo proveniente de la pandemia del COVID-19; sin embargo, en la adaptación está la clave por estos días.
Uno de los principales eventos del periodo entre el 15 de septiembre y 15 de octubre será el concierto que ofrecerá de forma virtual el artista puertorriqueño Bad Bunny, quien aparecerá a través de la plataforma Euforia para compartir sus éxitos. La cita será el 20 de septiembre en las cuestas de Twitter y Twitch de la compañía, así como el canal de YouTube del boricua.
Asimismo, la actriz estadounidense de origen latino Eva Longoria será el rostro de una serie de eventos organizados por la empresa de alojamiento AirBNB, a través de la cual se recaudarán fondos para la Fundación Eva Longoria, cuyo norte es preparar a la mujer latina para el futuro a través de la educación y capacitación empresarial.
Las partes buscan conectar a los hispanos con sus raíces, cada vez más visibles en Estados Unidos, hogar de millones de latinos.
Hispanos son actualmente la minoría étnica de mayor presencia en Estados Unidos, una voz que se hace sentir con fuerza en medio de la administración Trump, envuelta en la polémica por su política migratoria.
Pese a su tendencia a limitar la migración, el pasado mes de julio el mandatario puso sobre la mesa la promesa de aplicar una reforma migratoria por méritos; sin embargo, hasta la fecha no se conocen más detalles.
Cuando la atención de los estadounidenses está puesta sobre la pandemia del COVID-19, los comicios presidenciales y las acciones que han puesto sobre la mesa nuevamente el tema del racismo en el país, la posibilidad de una reforma migratoria por méritos queda pendiente de parte del jefe de Estado.
El propio Trump señaló en julio que los más beneficiados por su proyecto serían los dreamers, amparados bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, un sistema que nació en el año 2012 bajo la administración del expresidente Barack Obama y que hoy en día arropa a más de 650 mil personas.
Con el triunfo de Trump en las elecciones presidenciales del año 2016, propios y extraños apuntaron a la política migratoria como la bandera de su administración. Las consideraciones tenían fundamento en la aún latente promesa de construir un muro en la frontera con México y así poner freno al acelerado ritmo de migrantes provenientes desde Centroamérica.
Esa lucha no solo involucró a los países de la región cuyos habitantes, con pocas posibilidades de crecimiento, se arriesgan para intentar tener mejores condiciones en Norteamérica; la pugna puso en el camino del republicano a la Cámara Baja del Congreso, de mayoría demócrata, instancia que ha rechazado un sinfín de maniobras del presidente para poner límites al ingreso de migrantes.
Con $1 mil 400 millones aprobados para la construcción del muro, los resultados no están cerca de lo que alguna vez prometió el empresario.