LANCASTER (Pensilvania).— En las calles de Lancaster (Pensilvania), hay muy pocos rótulos o propaganda política, pero eso no impide que los latinos se movilicen para dejar su huella en los comicios de noviembre próximo: al igual que en otras partes de Estados Unidos, los hispanos han aumentado notablemente su poder político en este estado.
Los hispanos conforman aproximadamente el 13% del electorado en Estados Unidos, y en Lancaster, una ciudad en el centro de Pensilvania con creciente sabor latino, grupos como CASA en Acción organizan bancos de llamadas y sesiones informativas para educarlos sobre el poder de su voto.
Se calcula que hay más de medio millón de latinos elegibles para votar en Pensilvania, un estado industrial del norte donde los hispanos han venido cambiando el rostro de las comunidades urbanas y rurales en las últimas décadas, incluso en el condado de Lancaster, un bastión de la secta protestante de los Amish.
Aumento de poder político de los latinos
“En los últimos 30 años, la comunidad latina en Pensilvania ha crecido, ya casi alcanza un millón, y ha liderado más del 50% del crecimiento de la población estatal. Mientras la población blanca se mueve fuera del estado, el número de latinos aumenta, y eso eleva las presiones para que se atiendan las necesidades de nuestra comunidad”, dijo Norman Bristol Colón, fundador y presidente de la Convención Latina de Pensilvania.
La agenda latina pasa por asuntos como mejoras educativas, desarrollo económico, y políticas sociales de justicia y progreso, “independientemente de cualquier partido político”, agregó Colón, al señalar que los puertorriqueños y demás latinos, no obstante, siguen afrontando problemas de racismo y discriminación, y falta de oportunidades educativas.
Según Colón, en el Condado Lancaster, bajo dominio republicano y en medio de una gran polarización política nacional, la relación de los Amish con los puertorriqueños y demás latinos ha sido “cordial”, no de discriminación, porque “ellos no se mezclan ni siquiera con los grupos anglosajones”.
Colón, quien trabaja junto con otros activistas desde 2000 para promover la agenda latina en Pensilvania, reconoció que los latinos han afrontado “grandes batallas”, pero su estrategia ha sido “empujar la puerta y entrar, en vez de esperar a que un partido nos invite”.
“Hemos sido estratégicos para lograr el nombramiento de latinos a posiciones de poder” en el gobierno de Pensilvania, bajo administraciones demócratas y republicanas, dijo Colón.
Movilización del voto latino
Desde la calle South Duke, voluntarios latinos se instalaron el sábado pasado en la sede de CASA en Acción en Lancaster, con distancia social y mascarillas, para llamar a residentes hispanos y motivarlos a votar por candidatos demócratas que promuevan políticas progresistas, como un aumento al salario mínimo y una reforma migratoria integral.
“Estamos trabajando con un grupo de personas para motivar el voto de la comunidad hispana, y lograr que las personas vuelvan a creer en que el poder de la comunidad hispana es importante, y de esa manera poder lograr nuevos objetivos y beneficios para nosotros”, explicó Mónica Luna Urban, empresaria colombiana y principal organizadora de CASA en Lancaster.
“La invitación siempre aquí en la ciudad de Lancaster, Pensilvania, es que vamos todos a votar porque la unión hace la fuerza… nos hemos dado cuenta que cada vez más personas están registrándose, quieren un cambio y han entendido que, por ser la principal minoría, somos los que vamos a lograrlo”, agregó.
Estado disputado
Con 20 votos del Colegio Electoral, Pensilvania es uno de los estados más disputados en la contienda entre el presidente, Donald Trump, y su rival demócrata, el ex vicepresidente, Joe Biden.
Trump ganó Pensilvania con menos de un uno por ciento frente a la demócrata Hillary Clinton en 2016, la primera vez que un republicano ganaba en este estado industrial desde 1988, según la página web “270towin.org”.
Pero este año la mayoría de las encuestas muestran una inclinación hacia Biden. Se requiere un mínimo de 270 votos del Colegio Electoral para ganar la presidencia.
Según un análisis del Centro de Investigación Pew, entre 2000 y 2018, el porcentaje de votantes de raza blanca en Pensilvania bajó del 87% al 81%, respectivamente, mientras que, durante ese mismo periodo, aumentó el de los votantes latinos, del 2% al 5%.
Ambos candidatos han invertido cuantiosas sumas en anuncios publicitarios en español en Pensilvania y otros estados clave, conscientes de que los latinos pueden definir reñidas contiendas.
Tanto es así que la demócrata Janet Díaz hizo historia al convertirse en la primera latina en el Concejo Municipal de Lancaster y, gracias al apoyo latino, podría volver a hacerlo en el Senado estatal.
El voto latino en Pensilvania “va a ser muy grande, no solamente para ganar la presidencia sino también para el Congreso y el Senado… los latinos tienen que redoblar esfuerzos y salir a votar para hacer un cambio”, dijo Díaz, quien inició su activismo político durante la contienda presidencial de 2016 a favor de la demócrata Hillary Clinton.
Díaz ha prometido que, si gana la elección frente al republicano Scott Martin, impulsará políticas en defensa de la clase trabajadora, como un cuidado de salud a precios asequibles, salarios decentes, más oportunidades educativas, la protección del medio ambiente, y una reforma fiscal para que las corporaciones paguen más impuestos.
Además de Díaz, el dominicano Danilo Burgos se postula para la reelección en la asamblea estatal, mientras que Manny Guzmán disputará el escaño por el distrito 127 en la Cámara de Representantes estatal frente al republicano Vincent Gagliardo.
Apoyado por grupos progresistas, los candidatos latinos lideran fuertes campañas para movilizar a los votantes hispanos, convencidos de que éstos tienen la llave de la Casa Blanca.
Es un mensaje que no ha pasado desapercibido en el hogar de la puertorriqueña Evelyn Colón, quien emigró de la isla con sus padres a raíz de la devastación del huracán “María” en 2017.
“Ahora en octubre voy a cumplir 3 años en Pensilvania, y soy una persona bien pro-voto, aún en Puerto Rico. A mi familia siempre le digo que no dejen de votar, que es un derecho que tenemos”, dijo Colón.
“Es bien importante conocer las plataformas de cada candidato, ver su trayectoria, y tomar un voto sabio… si gana un candidato opuesto con el que no están de acuerdo, pues no pueden quejarse, porque no fueron a votar”, advirtió.