Este lunes, el Senado de Estados Unidos, de mayoría republicana, confirmó a Amy Coney Barrett para la Corte Suprema con una votación que finalizó 52 a 48. Con esto, se cumplió con una acción casi segura luego de que el pasado 26 de septiembre el presidente Donald Trump la nominara para tomar el puesto de la fallecida Ruth Bader Ginsburg.
Con el anuncio oficial de este lunes, la nueva magistrada de la instancia se convierte en apenas la quinta mujer en ocupar un puesto en 238 años de historia.
El nombramiento también marca la tendencia conservadora en la Corte Suprema, un hecho que tendrá impacto más allá de lo que suceda en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
Conservadora
Coney Barrett, de 48 años de edad, también estuvo entre los nombres del presidente cuando fue elegido Brett Kavanaugh. Católica devota, cuenta con el apoyo de los conservadores religiosos.
Madre de siete hijos, rechaza el aborto.
De acuerdo con AP, Barrett fue nominada por el jefe de Estado en 2017 para la Corte de Apelaciones del 7mo Circuito Federal, confirmada por el Senado con una cerrada votación de la que salió airosa por 55 a 43.
En la instancia cuenta con el apoyo del juez Antonin Scalia, con quien trabajó como su asistente legal. Además, hizo las labores como abogada privada en la capital de Estados Unidos antes de regresar a la Universidad de Notre Dame en 2002 para convertirse en profesora.
Los demócratas del Senado ejercieron presión sobre su figura asegurando que su postura conservadora podría incidir sobre fallos vinculados al aborto.
Promesa
El pasado 26 de septiembre en el acto celebrado en la Casa Blanca, Coney Barrett aseguró sentirse honrada por la nominación del mandatario. “Si soy confirmada, prometo ejercer este nuevo trabajo con todas mis habilidades”, dijo en aquel entonces.
En su discurso, indicó que “asumiría este rol para servirles a ustedes. Nunca imaginé que estaría en esta posición, pero asumiré con coraje y humildad”.
“Creo que usted está bien calificada para este puesto y será fantástica”, señaló desde la Casa Blanca Trump, quien destacó la experiencia de la magistrada.
“Ser juez requiere valor”, dijo el republicano. “Debería ser una reconfirmación directa y rápida”.
Audiencias
Durante sus audiencias de confirmación en el Senado, Coney Barrett manifestó que no se comprometió con la Casa Blanca ni con los senadores sobre cómo fallaría en los casos sobre la ley de atención médica, el aborto y las disputas electorales..
Barrett fue presionada en la audiencia sobre la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (conocida como Obamacare), así como sobre los derechos al aborto, el control de armas y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Durante las jornadas, el senador Richard J. Durbin presionó a Barrett sobre su disidencia en un caso de derechos de armas, en el que dijo que la Constitución no le da al gobierno la autoridad para prohibir que los delincuentes posean armas.
Barrett argumentó en su disidencia en Kanter v. Barr que solo aquellos que se demuestre que son peligrosos pueden ser despojados de sus derechos, establecidos en la Segunda Enmienda, a poseer armas de fuego.