COMPARTE

Una de las propuestas que marcó el período de gobierno de Barack Obama fue el ‘ObamaCare’, la ley de protección al paciente y cuidado de salud a bajo costo promulgada en marzo de 2010 con una amplia victoria en la Cámara de Representantes.

Sin embargo, desde su campaña presidencial y posterior llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, el actual presidente y candidato a la reelección Donald Trump, ha sido enfático en su intención de derogar esta legislación para proponer una nueva que contemple a personas con patologías preexistentes. En la web de la Casa Blanca la explicación de la hipotética legislación de Trump para asuntos de salud es: “Reemplazar la ley de Obamacare obligará a las compañías de seguros a competir por sus clientes con costos más bajos y un servicio de mayor calidad”.

Durante su mandato ese ha sido el que mantra que ha repetido sin que haya habido alguna propuesta concreta ni alguna nueva legislación haya entrado en vigor y este retraso en su plan de asistencia sanitaria ha marcado su campaña electoral de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

De hecho, ya en 2019 le preguntaban a Trump sobre este nuevo plan del que tanto había hablado para fustigar las medidas propuestas durante la administración Obama-Biden. En junio del año pasado, en una entrevista en ABC-News, Trump señaló que en dos meses -o menos- anunciaría este sistema de salud novedoso. Un anuncio que no tardó dos meses, sino que se ha retrasado más de 15.

Este retraso se ha convertido ya en algo habitual y que no sorprende demasiado a las personas. Trump ha repetido en varias declaraciones públicas que se encontraba afinando aspectos de la legislación para acabar con el ‘ObamaCare’. Y, de hecho, sin haberla presentado aún, pide al electorado votar por él para que estas medidas puedan ser implementadas en la próxima etapa de gobierno.

Una de las principales razones de este retraso en la presentación de la que podría ser una ley memorable, es el temor del mandatario de perder gran parte de su masa electoral latina. Mientras que más de 4 millones de adultos y 600.000 niños latinos se han visto beneficiados por el ObamaCare, las ideas que ha planteado Trump sobre su reforma supondría la obligatoriedad de un seguro de salud privado, algo que no todos pueden permitirse.

De acuerdo con un estudio publicado por Pew Research Center, el sistema de salud se encuentra como una de las más altas prioridades para la población latina que tendrá derecho a votar en las elecciones del 3 de noviembre. La realidad del sistema de salud preocupa al 76% de los latinos encuestados por este centro de investigación, posicionándose 8 puntos por delante del interés que pone la población general en los Estados Unidos en los asuntos del sistema de salud (68%). Se trata de la segunda línea de interés solo por detrás de la situación económica.

Durante la dura situación que ha supuesto la pandemia del coronavirus en todo el mundo, son miles de personas afectadas o que incluso han fallecido, por no contar con la posibilidad de financiar un plan de salud.

Esta situación también ha incidido directamente en retrasar cualquier anuncio de nueva ley.

En Estados Unidos hay más de 11 millones de latinos que no tienen un seguro de salud, un número que ha crecido en los últimos años y con una pandemia que ha golpeado fuertemente. Es por esta razón que los latinos piensan en quién votar teniendo en cuenta sus necesidades, entre tantas, de un mejor sistema de salud que los incluya y no vacíe sus bolsillos.

COMPARTE
últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación