Joe Biden es considerado el ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, de acuerdo con los resultados recopilados y difundidos por medios y agencias estadounidenses, pese a que el mandatario Donald Trump inició acciones legales en estados claves y se niega a reconocer su derrota.
En ese contexto surgen preguntas como quién declara o hace oficial al ganador de las elecciones, cómo es el proceso de transición entre un presidente saliente y uno entrante y si con anterioridad se ha presentado una disputa como la del presidente Trump.
Rol de los medios
Generalmente se considera que los medios de comunicación declaran el ganador de las elecciones, además, la certificación del presidente electo es un proceso más complejo que lleva tiempo y pasos que involucran a instituciones como los Archivos Nacionales, la Cámara de Representantes y al Senado; además de implicar a los Colegios Electorales de cada estado, responsables de los comicios, reseñó VOA Noticias.
Históricamente en el país no hay una comisión electoral nacional que anuncie un ganador. Desde 1848 los medios de comunicación se encargan de recopilar los datos de cada una de las 51 elecciones realizadas (los 50 estados y Washington DC) para luego anunciar un vencedor con base en el conteo de votos, reseñó The Associated Press (AP).
En 1848 AP declaró a Zachary Taylor como el presidente 12º de los Estados Unidos, debido a la necesidad de un ente que informara rápidamente los resultados.
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Con el avance de las nuevas tecnologías se puede hacer un mejor seguimiento al conteo de votos en las jurisdicciones del país, pero tradicionalmente son los medios de comunicación quienes recopilan los datos para luego anunciar un ganador. El Tiempo Latino toma en cuenta las actualizaciones de AP para informar los resultados.
Trump cuestionó desde cuándo los medios de comunicación declaran quién ha ganado las elecciones, pero tradicionalmente eso es lo habitual.
Declaración del ganador
La directora ejecutiva del Instituto de Políticas de la Universidad Americana, Amy Dacey, explicó a VOA que en los comicios en los que convocan a los estadounidenses se eligen electores, los cuales se reúnen a mediados de diciembre para votar al presidente y vicepresidente, y finalmente el Congreso es quien certifica la elección en enero.
La votación de los electores es el primer lunes luego del segundo miércoles de diciembre: este año corresponde al 14 de diciembre. A esa fecha deben estar resueltos los recuentos en los estados donde se hizo una solicitud.
El Colegio Electoral tiene competencias hasta la certificación, después los votos son enviados al Senado. El Congreso se reúne el 6 de enero, cuenta los votos y valida los resultados declarando un ganador.
En 1969 y 2005, según publicó VOA, hubo objeciones a ciertos votos, pero ambas cámaras del Congreso las descartaron y continuaron con el protocolo.
La Constitución establece que al mediodía del 20 de enero inicia el nuevo mandato. Generalmente se realiza una ceremonia en Washington, DC, en la que tanto el presidente como el vicepresidente electo se juramentan ante un juez de la Corte Suprema.
Transición
Al margen de los procedimientos oficiales de la elección -que terminan en enero- hay una serie de protocolos de transición que se desarrollan después de que los medios han informado al candidato ganador, quien debe reunir mínimo 270 de los 538 votos electorales. Es tradición que el presidente saliente llame al futuro mandatario para reconocer su derrota y felicitarlo, hasta ahora esto no ha ocurrido con Trump.
El actual presidente aseguró que “la elección aún no ha terminado” y además se viene declarando ganador desde el día de las elecciones, a pesar de la tendencia irreversible a favor de Biden. Trump introdujo recursos legales en estados claves como Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Georgia, Arizona y Nevada, a la espera de una resolución a su favor por presuntas irregularidades.
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En 2018, por ejemplo, la aspirante demócrata a la Gobernación de Georgia, Stacey Abrams, denunció fraude en las elecciones y nunca reconoció su derrota. Hasta ahora una situación como esta no ha ocurrido con los comicios presidenciales en la historia moderna, de acuerdo con BBC Mundo.
Trump tiene la obligación de facilitar la transición entre su Administración y el equipo de Joe Biden, cuya campaña no descarta acciones legales para forzarlo.
Generalmente antes de la juramentación del 20 de enero ya ha habido un proceso de transición de una gestión a otra, que implica que miembros del equipo de Biden se involucren en las distintas agencias de gobierno para adaptarse al trabajo.
La transición está a cargo de la Administración de Servicios Generales (GSA), dirigida por Emily Murphy. Los demócratas esperan que la agencia confirme la victoria de Biden y comience los protocolos, sin embargo, con la negativa del presidente a conceder la victoria es un paso que está en vilo.
Biden tildó de vergonzoso que el presidente saliente dificulte la transición, pero al mismo tiempo cree que no habrá problemas en ello. Por otro lado, Trump se niega a ceder.
Con información de VOA Noticias, BBC Mundo, AP y Efe.