Este sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó que, aunque ama Nueva York, no enviaría los primeros lotes de vacunas contra el coronavirus a la Gran Manzana. La razón, sus diferencias con el gobernador Andrew Cuomo.
En una serie de tuits, el mandatario sostuvo: “¡AMO NUEVA YORK! Como todo el mundo sabe, la Administración de Trump ha producido una gran VACUNA segura mucho antes de lo previsto. Otra Administración habría tomado cinco años. El problema es que el gobernador de Nueva York Cuomo dijo que se retrasaría en usarla, y otros estados LA QUIEREN AHORA”.
A su juicio, “no podemos desperdiciar tiempo y solo podemos dar la vacuna a aquellos estados que la usen inmediatamente. Por eso el retraso de Nueva York. Muchas vidas se van a salvar, pero estamos preparados para cuando ellos lo estén (en Nueva York). ¡Dejen de politiquear!”.
El viernes desde la Casa Blanca, el republicano había asomado esto, apuntando directamente a Cuomo, uno de los líderes que más ha criticado el manejo de la pandemia por parte del jefe de Estado.
“El gobernador Cuomo nos tendrá que decir cuándo está preparado porque de otra manera no podemos entregarla a un estado que no se lo dará a su gente inmediatamente”, señaló Trump. Para él, el funcionario “no confía de dónde viene la vacuna. Estas vienen de las mayores compañías del mundo, los mayores laboratorios del mundo, pero no confía en el hecho de que es la Casa Blanca, esta Administración, por lo que no la entregaremos a Nueva York hasta que tengamos autorización para hacerlo, y me duele decir eso”.
Abril
Una vacuna contra el coronavirus podría estar disponible para la población en general a partir de abril, dijo el viernes el presidente Trump, ya que los funcionarios del esfuerzo de vacunación de la administración “Operation Warp Speed” dijeron que esperan ver a millones de personas inmunizadas para fin de año.
El optimismo después de un avance científico, una vacuna desarrollada por el gigante farmacéutico Pfizer y una compañía de biotecnología alemana que se dice que tiene una efectividad de más del 90 por ciento, se produjo cuando Estados Unidos lucha contra las infecciones y las hospitalizaciones. Trump reconoció el viernes en una conferencia de prensa que “los niveles de casos son altos”, pero continuó insistiendo en que las cifras de Estados Unidos se derivan de los altos niveles de pruebas, algo que no puede explicar el aumento viral que recorre el país.
Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, quien ha calificado los resultados de las pruebas de la vacuna Pfizer como “extraordinarios”, ha dicho que todos en los Estados Unidos podrían tener acceso a una vacuna contra el coronavirus en la primavera.