El cambio es tan natural como llamativo y en la NBA no hay movimiento que pase por debajo de la mesa. Uno de los más recientes involucró a dos de los bases más capacitados de toda la liga, con John Wall armando sus maletas y poniendo rumbo a Houston para defender el uniforme de los Rockets. En su lugar, a los Wizards de Washington llega Russell Westbrook, ganador del premio al Jugador Más Valioso en la campaña 2016-2017.
Ambos comparten situaciones similares, como contratos multimillonarios que no todos los equipos están dispuestos a pagar, así como su calidad en la duela como pilotos que no solo son capaces de repartir el balón y atacar hacia el aro, también lucen como jugadores que no pierden el tiempo para ir hacia el otro lado de la cancha y sumarse a la defensa en primera persona.
Ausencia
Para Wall, Houston representa una nueva oportunidad para brillar. Nadie duda de su talento; sin embargo, es sensato que en su entorno se generen un sinfín de preguntas sobre su estado luego de sendas lesiones en el talón de aquiles que lo apartaron desde hace más de un año del tabloncillo.
Con una extensión de contrato valorada en $170 millones y firmada en 2017, en la capital de Estados Unidos el tiempo se detuvo con sus percances, por lo que los rumores sobre su salida de la franquicia no fueron pocos.
Estando sano, Wall es un hombre de talla All-Star. El tiro a larga y media distancia figura entre sus atributos; no obstante, saberse anotador no lo convierte en una pieza egoísta, pues es capaz de encontrar el espacio para asistir a sus compañeros.
Con los Rockets, tendrá menos peso ofensivo, labor que le corresponde a James Harden, quien junto a DeMarcus Cousins conformará un Big Three que promete hacer del baloncesto de los tejanos uno atractivo a la vista de sus fanáticos.
Explosivos
Si pensar en una dupla Wall-Harden resulta interesante, la que conformarán Westbrook y Breadley Beal apunta a jornadas espectaculares.
En Washington DC cuentan los días para el arranque de la campaña y así disfrutar en casa de su nueva estrella, un hombre que sabe desplazarse por varios sitios de la cancha y asumir las responsabilidades sin problemas.
Westbrook es un todoterreno, una versión 2.0 del que alguna vez fue el joven Derrick Rose. El triple-doble es su bandera, figurando para la fecha como el segundo de la estadística en la historia de la NBA, con 146, solo por detrás del mítico Oscar Robertson (181).
Sobre sus opciones de estar en los playoffs, ahora en la Conferencia del Este, deberá jugar un importante rol junto a Bradley como los rostros de la organización hechicera. Luego de esta transacción, es menester para la gerencia de los Wizards apuntar a un hombre grande con presencia en la pintura que equilibre ambos lados de la duela.
Actualmente, la zona luce difícil de trascender. Conjuntos como Raptors de Toronto, Bucks de Milwaukee y Celtics de Boston aparecen como los grandes favoritos a tomar alguno de los tres primeros sitios. Después, los Nets de Brooklyn, 76ers de Filadelfia y Heat de Miami se suman como otros cuadros que, salvo alguna sorpresa, no deberían perderse la postemporada. A partir de ahí inicia la lucha de los Wizards, ahora con un hombre ganador de su lado, por meterse entre los mejores ocho del área.