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ESPECIAL | Migración, la tarea ineludible de Biden en tiempos de pandemia

El arranque del gobierno de Joe Biden promete poner sobre la figura del demócrata más presión de la esperada. A pesar de que estar al frente de una potencia de la talla de Estados Unidos implica cumplir con una serie de labores importantes, esta vez todo es diferente. Una vez asuma el poder, a su trabajo se sumarán rápidamente una serie de situaciones que lo pondrán a prueba, como la pandemia del COVID-19 y sus vacunas, una economía rasgada por el virus y millones de desempleados que aspiran a nuevas oportunidades para producir.

Pero aunque la narrativa apunte al coronavirus, un aspecto no pasa por debajo de la mesa: la migración.

Bajo la administración del republicano Donald Trump, la política migratoria no dejó de ser noticia, con leyes y órdenes ejecutivas que el ex vicepresidente intentará cambiar lo más pronto posible, de acuerdo con expertos en la materia; no obstante, el tiempo jugará en contra de Biden, quien tendrá la responsabilidad de no descuidar esta situación mientras lucha contra los estragos que el brote ha generado en su país, para la fecha el más afectado en casos y muertes de todo el mundo a la espera de vacunar a la mayor cantidad de personas en tiempo récord.

“Aguanten, estoy en camino”. En cuatro palabras el presidente electo apuntó a la comunidad migrante en Estados Unidos el pasado 20 de noviembre. Lo hizo desde Wilmington, en Delaware, cuando aún el Colegio Electoral no había confirmado su triunfo en los comicios sobre Trump, un paso visto apenas como un formalismo luego que desde el sábado 7 de ese mes los medios nacionales y agencias de noticias lo proyectaran vencedor de la justa.

Para la fecha, y según datos de las Naciones Unidas, el territorio norteamericano es hogar de al menos 11 millones de migrantes indocumentados. En total, son más de 50 millones de personas nacidas fuera de los EE.UU., la mayoría con su documentación en regla, dentro de la tierra de las oportunidades.

Sin embargo, Biden deberá responder a este grupo mientras se ve obligado a lidiar contra la pandemia, la cual hasta este martes 15 de diciembre acumulaba 16 millones 545 mil 465 contagiados y 301 mil 264 víctimas mortales en la primera semana de distribución de la vacuna de Pfizer.

Pero aunque el virus es el principal dolor de cabeza de los líderes políticos del mundo, Biden no necesariamente hará a un lado el tema migratorio durante los primeros días de su gobierno. Así lo aseguró en exclusiva a El Tiempo Latino Xavier Racine, abogado especialista en inmigración, quien indicó que el demócrata “no va a tener otra opción que considerar la inmigración como una prioridad”.

BENEFICIARIOS. El programa TPS y DACA protege a cientos de miles de migrantes/EFE


   
   

EFE

BENEFICIARIOS. El programa TPS y DACA protege a cientos de miles de migrantes/EFE

Promesas

La razón es sencilla. Durante su campaña, las promesas no se hicieron esperar, adelantando que haría reformas y aplicaría órdenes ejecutivas. “Prometió que en sus primeros 100 días sometería una propuesta de ley de reforma para otorgar una forma de estatus a los 11 millones de indocumentados aquí en Estados Unidos”, recordó Racine.

No obstante, las dudas están a la orden del día. De acuerdo con Manuel Tovar, periodista y especialista en política internacional, hay cosas que van más allá: “no se va a avocar en el tema migratorio como primer punto de su gobierno. Creo que va a ir poco a poco viendo todos los fuegos que tiene que apagar y los primeros, para mí, son pandemia y economía”, dijo a El Tiempo Latino.

En la página web de su campaña, el equipo del ex vicepresidente señala que el sistema migratorio en Estados Unidos “está bajo mayor estrés como resultado directo de las políticas equivocadas de Trump, ya que no ha invertido en tecnología fronteriza más inteligente que mejoraría nuestra revisión de la carga”.

En su lugar, su administración “dará la bienvenida a los inmigrantes en nuestras comunidades” y “reafirmará el compromiso de los Estados Unidos con los solicitantes de asilo y los refugiados”. Sobre esto último, se espera que para el año fiscal 2021 el ingreso de refugiados se ubique en 15 mil,  la más baja cifra desde que en 1980 entrara en vigor la ley que regula la entrada a territorio norteamericano. Del total, mil cupos estarán destinados para personas de El Salvador, Honduras y Guatemala, tres de los países con más ciudadanos de estos orígenes en Norteamérica.


   
   

Posibilidades

Pero una cosa es hacer promesas y otra cumplirlas. Llevar a cabo todos los aspectos de su agenda en materia migratoria no será sencillo, pues, dependiendo de lo que busque cambiar o eliminar dentro de lo generado en la administración Trump, Biden deberá tener primero el visto bueno del Congreso. De mayoría demócrata, la Cámara Baja no aparece como una instancia en donde sus solicitudes se atasquen, caso contrario a lo que podría verse en el Senado, donde los republicanos podrían ser mayoría si salen airosos en la segunda vuelta de las elecciones a dos cargos en el estado de Georgia, proceso a celebrarse el próximo 5 de enero de 2021.

Según el Migration Policy Institute, Trump ha realizado más de 400 modificaciones a la política de inmigración en los últimos cuatro años, por lo que el reto para el ex vicepresidente no será pequeño.

Para Racine “hay mucha esperanza de que (Biden) haga algo para trabajar con el Congreso y obtener una reforma migratoria completa; sin embargo, hay muchas cosas que puede hacer por orden ejecutiva, algo que podría ejecutar desde el primer día”. Esto último apunta a resolver asuntos vinculados al Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) y la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).

“Es algo fácil de desarrollar porque no tiene que pasar por el Congreso sino por la oficina del fiscal general”, recordó el abogado, quien espera no solo acciones para beneficiarios ya conocidos, también podría ver cómo el TPS se extiende y favorece a ciudadanos provenientes de Guatemala y Venezuela. “Es algo que podría ofrecer mientras sigue en negociaciones para implementar un cambio migratorio más complicado”, agregó el experto.

Personas vinculadas tanto al gobierno del republicano como a la próxima administración del demócrata dijeron al portal POLITICO que generar cambios y poner su huella a la materia migratoria podría tomar a Biden meses e incluso años de arduo trabajo. Mientras, el país deberá seguir transitando bajo leyes ejecutadas en el mandato saliente.

FRONTERA. Miles de personas cruzan al año a territorio estadounidense en busca de una mejor calidad de vida/EFE


   
   

EFE

FRONTERA. Miles de personas cruzan al año a territorio estadounidense en busca de una mejor calidad de vida/EFE

Cambios y obstáculos

Cuatro años de gobierno lucen como un periodo extenso, pero al momento de hacer cambios y empezar de cero en otras materias, los lapsos se reducen. Es ese el tema que Biden y su equipo de trabajo deberán sortear con creces si es que apuntan a un segundo mandato de 2024 a 2028.

La prueba de fuego de su administración no solo será dejar atrás la crisis causada por la pandemia, también será aparecer y resolver bajo presión y lo más pronto posible otros temas de alto interés nacional. Pero el calendario avanza y ese esperado giro en la trama migratoria encuentra obstáculos que le restarían velocidad al proceso, por lo que el ex vicepresidente no debe suprimir la idea de gobernar abrazando algunas políticas ya establecidas por su antecesor.

Sobre esto, Racine indicó que si bien “ha habido tantos cambios respecto al proceso de asilo bajo la administración Trump que probablemente Biden se enfoque en aplicar ajustes”, el demócrata “podría quedarse con un par de cosas a las que debería hacerle unos cambios técnicos”.

El asilo es para el abogado el tema principal. A su juicio, Biden “tendrá que decidir empezando su mandato si cambiará la política de quienes piden asilo o si deben esperar en México”.

Dicho territorio figura como el país que más migrantes tiene en Estados Unidos, con 22.68% del total de la comunidad migrante en el país, según las Naciones Unidas. Es ahí también donde incontables migrantes deben esperar por una respuesta norteamericana para su ingreso o no a través del asilo como motivo.

“La mayoría de las reformas de inmigración de la administración Trump serán difíciles de abordar de inmediato debido a las barreras legales que establecen las normas y las realidades prácticas en el terreno”, dijo a POLITICO Leon Fresco, abogado de inmigración que trabajó en el gobierno en la administración de Barack Obama (2008-2016).

FIGURA. Pese al revés electoral, las leyes aprobadas en la administración Trump podrían trascender/EFE


   
   

EFE

FIGURA. Pese al revés electoral, las leyes aprobadas en la administración Trump podrían trascender/EFE

Determinación

Los problemas están ahí y son palpables. Según la campaña de Biden, Trump “ha lanzado un ataque implacable contra nuestros valores y nuestra historia como una nación de inmigrantes”, y es sobre esa base frágil en donde se espera establecer un nuevo patrón, aquel en donde Estados Unidos vuelva a ser un país lleno de oportunidades para quienes no nacieron ahí y buscan un futuro mejor.

La tarea de desmantelar la política migratoria del republicano tiene un peso enorme y la resolución podría ser un factor fundamental para pensar en ir más allá de 2024. Mientras tanto, el presidente electo deberá atender otros frentes a la espera de encabezar un gobierno que no descuide otras materias.

Para Tovar, las relaciones internacionales también tendrán una cuota importante en su desarrollo en la Casa Blanca, pues además de la atención a la comunidad migrante, Biden no puede darle la espalda a China, país que calificó como una dura “competencia económica” para Estada Unidos, más aún tras el impacto de la pandemia; sin embargo, “no con esto quiero decir que la va a descuidar (la migración), pues es una bandera del partido demócrata”.

Conforme pasan los días, propios y extraños, los más cercanos y los detractores de Biden esperan para conocer más del trabajo que deberá desarrollar el ex vicepresidente en una nación que atraviesa una de las etapas de mayor incertidumbre en su historia moderna.

Pero el hecho no solo se analiza desde adentro. Fuera de Estados Unidos, millones de personas siguen de cerca la realidad de un gigante que apunta a un cambio drástico en su manera de aceptar a los migrantes y será esa la etapa que muestre el rostro de quienes quieren ir hacia un nuevo destino o mantener las vías del pasado, uno cargado de polémica gracias a las medidas ejecutadas desde el primer día de mandato del hombre que estará en la Casa Blanca hasta el 20 de enero de 2021.

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