Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concedió indultos a 29 figuras vinculadas a él en el pasado, como Charles Kushner, padre de su yerno Jared Kushner, así como Roger Stone y Paul Manafort, dos de sus excolaboradores.
La acción del mandatario se sumó a otros 20 indultos anunciados el pasado martes, en decisiones que se acercan al final de su mandato.
De 66 años de edad, Charles Kushner se declaró culpable en el año 2004 por 16 delitos relacionados a evasión fiscal, además de mentar a la Comisión Electoral Federal. Cumplió dos años de cárcel.
El movimiento era esperado en el entorno del republicano por su cercanía con su familia, pues es el padre del esposo de Ivanka Trump.
En el caso de los indultos a Manafort y Stone, en su gobierno se esperaba que también tomara cartas en el asunto por su fidelidad con los excolaboradores.
Manafort, por ejemplo, fue condenado a siete años en la cárcel luego de haber sido encontrado culpable de varios delitos en el ámbito financiero. Por su parte, Stone no ingresó a prisión pero había sido condenado a 40 meses por mentir al Congreso.
En silencio
Trump abordó por primera vez este sábado los ataques cibernéticos al gobierno de Estados Unidos, buscando desviar la mirada de Moscú en desafío a la creciente evidencia y minimizando cuán devastadoras parecen ser las intrusiones.
Mediante Twitter, el presidente contradijo a su principal diplomático, el secretario de Estado Mike Pompeo, quien el viernes señaló las infracciones que han afectado al menos a cinco importantes agencias federales “claramente” por parte de Rusia. El presidente sugirió, sin embargo, que el verdadero culpable “puede ser China (¡puede que sea!)”.
La negativa de Trump a criticar al Kremlin por sus actividades malignas en el ciberespacio y su deferencia por el presidente ruso Vladimir Putin se ha convertido en un sello distintivo de su presidencia, reseñó The Washington Post.
En repetidas ocasiones ha confiado en la palabra de Putin sobre las evaluaciones de su propio equipo de inteligencia, incluida la conclusión de que Rusia emprendió una campaña sofisticada para interferir en las elecciones presidenciales de 2016, un veredicto que Trump cree que pone en duda la legitimidad de su victoria hace cuatro años.
El presidente se ha quejado con los asesores, que creen que Rusia es culpable, de que las intrusiones son una narrativa falsa destinada a dañarlo políticamente.
“El cyber hack es mucho mayor en los medios de noticias falsos que en la realidad”, tuiteó Trump, a pesar de una alerta federal en los últimos días que calificó la campaña generalizada de ciberespionaje como “un grave riesgo para” las agencias gubernamentales y el sector privado.