Luego de que el gobernador de Texas Greg Abbott levantara las medidas contra el COVID-19 que regían en el estado, los trabajadores de restaurantes se han visto afectados, pues al mantener las medidas de bioseguridad para evitar el contagio un grupo de clientes los han amenazado con llamar al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Mónica Richards, copropietaria del restaurante Picos, aseguró que recibieron llamadas y mensajes en las redes sociales del local amenazando con reportar al personal. “La gente no entiende, a menos que estés en nuestro negocio, cómo se sintió, lo difícil que fue pasar por todo lo que pasamos durante el covid. Que las personas sean negativas con nosotros por tratar de permanecer a salvo, para que esto no continúe sucediendo, simplemente no tiene sentido para nosotros “.
La reapertura total de Texas a nivel estatal llega con la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla para prevenir contagios de COVID-19. El alto funcionario desestimó así las advertencias de autoridades de salud pública para superar la pandemia.
Texas se convirtió en el primer estado en eliminar la orden de llevar mascarillas. A partir del miércoles 10 de marzo todos los comercios podrán reabrir sin restricciones, anunció Abbott en declaraciones a la prensa desde la ciudad de Lubbock.
Varios restaurantes de Texas han manifestado que continuarán exigiendo a sus empleados el uso de mascarillas una vez que entre en vigencia el decreto de Abbott. Anna Tauzin, portavoz de la Asociación de Restaurantes de Texas informó que recomiendan a los empleados de los establecimientos de comida el uso de tapabocas e invitan a los comensales a hacer lo mismo.
“Esta es una decisión que los dueños de restaurantes están tomando y es adecuada para ellos. (…) Para un grupo que promociona la responsabilidad personal es algo clave para la buena administración de su negocio, parece extraño que puedan criticar o insultar a las personas que están tratando de hacer precisamente eso. Es alarmante “, dijo Tauzin.
Pero Picos no ha sido el único afectado. Previo al levantamiento de las restricciones, otro establecimiento de comida mexicana en Houston llamado Cantina Barba también recibió mensajes similares por parte de clientes que intimidaron al personal cuando se les solicitó el uso de mascarillas que aún eran obligatorias en todo el estado.
“Hemos recibido amenazas de llamar a ICE. Un tipo reprendió a uno de mis camareros y le dijo ‘eres un absoluto idiota, no sabes lo que estás haciendo. Si crees que estas máscaras te van a salvar la vida, eres un estúpido, bla, bla, bla’. Nadie quiere lidiar con esas cosas “, dijo Steven O’Sullivan, copropietario del lugar.
Las agresiones, denuncian los dueños de comercios de comida, se han presentado desde que inició la pandemia. En diciembre un empleado de Grand Prize Bar fue golpeado en la cabeza con un vaso por un cliente que se negó a usar mascarilla; el hombre tuvo que recibir suturas, dijo la policía de Houston.
Art Acevedo, jefe de policía de Houston, recordó a los residentes que las empresas tienen derecho a implementar sus propios mandatos. Acevedo también alentó a la “decencia común”, diciendo en un video que usar una máscara puede salvar vidas.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino.