En su primera alocución como presidente en horario estelar desde la Casa Blanca, Joe Biden prometió la cantidad suficiente de vacunas contra la pandemia del COVID-19 e inocular a todos los adultos del país para el próximo mes de mayo.
En un discurso de poco menos de 30 minutos, el demócrata prometió “tener suficientes vacunas para todos los adultos para fin de mayo. Estamos movilizando a miles de personas para vacunar”.
Médicos en servicio, retirados, enfermeras y tropas harán las labores de inoculación, agregó el mandatario, quien mencionó que más de 10 mil farmacias contarán con la dosis.
Biden confirmó que trabaja de la mano con los gobernadores demócratas y republicanos para instalar más centros de vacunación y así subir la cifra de vacunados a dos millones diarios a corto plazo.
“Cuando asumí este despacho solo 8% de los estadounidenses habían recibido la primera dosis. Hoy esa cifra es 65%”, recordó el demócrata. “40% de los mayores de 65 años habían sido vacunados. Hoy son más del 70%”.
“Cuando asumí, establecí una meta que muchos consideraron exagerada. Dije que intentaba tener 100 millones de vacunas en mis primeros 100 días de gobierno. Hoy puedo decir que vamos a vencer esa meta en el día número 60”, siguió.
Las promesas de Biden
Además de asegurar que los mayores de 18 años serán elegibles para ser vacunados en mayo, el presidente expresó que su gobierno trabaja en un sitio web para el registro de vacunación y así tener fácil acceso para recibir la dosis.
El jefe de Estado habló sobre la aprobación del paquete de estímulo económico y apuntó al nuevo secretario de Educación, Miguel Cardona, cuya prioridad en el puesto será la reapertura de escuelas mediante la vacunación masiva del personal escolar.
“Si hacemos nuestra parte, para el 4 de julio hay una buena probabilidad para que se reunan en su patio y celebrar el Día de la Independencia. No hablo de grandes eventos, pero sí que pequeños grupos puedan congregarse. Pero para llegar ahí no podemos bajar la guardia”, aclaró.
Lamento
Pese al optimismo de cara al futuro, Biden lamentó cómo “hace un año fuimos impactado por un virus que fue recibido con silencio”.
A juicio del demócrata, “todos perdimos algo”, al destacar no solo las muertes, también la incidencia del coronavirus en la economía estadounidense, traducida en millones de puestos de trabajo perdidos.
Asimismo, se quejó sobre el levantamiento de las restricciones en algunos estados, como Texas y Mississippi y señaló que en lugar de estar “enfrentados los unos con los otros” se debe trabajar de manera conjunta.
El presidente pidió prestar atención al doctor Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca, a quien calificó “una de las voces más distinguidas y confiables en el mundo”.
“Estamos unidos por la pérdida y el dolor, pero también por la esperanza de los días que están por delante”, concluyó el mandatario, quien recordó que “nunca es bueno apostar contra el pueblo estadounidenses”.