Durante su campaña, Joe Biden manifestó que uno de los puntos en los que enfocaría su agenda presidencial sería en trabajar por un sistema migratorio que hiciera a Estados Unidos un país más acogedor para aquellos que llegan a la nación.
Una vez en la Casa Blanca, comenzó la acción: Biden paralizó las políticas migratorias de su antecesor, Donald Trump, quien se enfocó en priorizar las deportaciones y el cierre de fronteras. Entonces detuvo la construcción del muro fronterizo con México, reforzó el programa que protege de la deportación a los dreamers y propuso una reforma que permita la ciudadanía a los miles de inmigrantes que hacen vida en la nación y no tienen papeles.
Sin embargo, mientras la administración del presidente trata de consolidar una política menos agresiva, el país atraviesa una ola migratoria que lejos de ayudarle a establecer sus objetivos en un tiempo prudencial, dificultan la hazaña y despierta las críticas de quienes se le oponen.
Migración en descontrol
El 2 de febrero, Joe Biden firmó tres órdenes ejecutivas que abordaban temas de interés migratorio, que se sumarían a la Ley de Ciudadanía Estadounidense, y que en sus primeros días en la Casa Blanca había pospuesto: el primero se enfocó en la creación de un grupo de trabajo para reunificar a las familias que se encontraban separadas; el segundo, el desarrollo de un sistema que atendiera la migración en la frontera sur de los Estados Unidos, y por último el desarrollo de un sistema humanitario de asilo para los afectados.
Pero, aunque la intención de Biden es devolverle la fe al sistema y promover la integración de nuevos ciudadanos norteamericanos, la creciente ola migratoria que se ha desembocado en la frontera sur del país lo aleja del objetivo, pues según datos del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés) 100.441 personas intentaron cruzar la frontera sur en febrero, un incremento de 28% respecto a enero. Además, la agencia reportó que 9 mil 457 de esos individuos eran menores no acompañados, un incremento del 62% sobre enero.
Este martes, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, informó en un comunicado que “estamos en camino de encontrarnos con más personas en la frontera suroeste que en los últimos 20 años”.
Mayorkas aseguró que es una situación delicada y que tomará su tiempo en solventarla. No obstante, el fin de semana, el funcionario hizo un llamado a quienes quieren ingresar al país por canales ilícitos para que se abstengan hacerlo. “Nunca es seguro venir a los Estados Unidos a través de canales irregulares, y esto es particularmente cierto durante una pandemia. (…) Para proteger de manera efectiva tanto la salud y la seguridad de los migrantes y nuestras comunidades de la propagación del COVID-19, a las personas detenidas en la frontera se les sigue negando la entrada y se les devuelve ”.
Aseveró que actualmente, y con la ayuda de los organismos competentes, se está expulsando a “la mayoría de los adultos y familias solteras. Estamos asegurando nuestra frontera, ejecutando la autoridad de salud pública de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para salvaguardar al público estadounidense y a los propios migrantes, y proteger a los niños. Tenemos más trabajo por hacer”.
Niños no acompañados
La llegada de niños solos a la frontera ha sido el principal objetivo del gobierno a atender. Mayorkas informó que dentro de las operaciones que se están desarrollando en la frontera no se encuentra la deportación de los niños no acompañados que han llegado a los límites del territorio.
La Casa Blanca aseguró que se encuentra trabajando para ubicar nuevas instalaciones que sirvan de albergue a los cientos de niños, niñas y jóvenes que actualmente se encuentran en instalaciones temporales de la CBP. La intención es que los infantes puedan estar en hogares administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y tengan acceso a la educación, la atención médica y los servicios legales.
Asimismo, la administración de Biden informó que los padres o representantes de dichos niños no enfrentarán consecuencias migratorias al momento de ir a recogerlos en los centros. La anulación de la legislación, instaurada por el expresidente Donald Trump en 2018, responde a que la medida generaba “un efecto disuasorio” para representantes indocumentados que temían recoger a los infantes por miedo a ser deportados, pues en el pasado la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) debían dar información del padre, madre o tutor del niño al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Un informe elaborado por Justice for Immigrants en 2019 revela que la ley generó que la estadía de los menores en los albergues de Estados Unidos se prolongara por más tiempo.
Según datos de CBS News, más de 3.200 niños están actualmente atrapados en celdas de la Patrulla Fronteriza, destinadas a albergar temporalmente a inmigrantes adultos.
Desacuerdos con Biden
Este lunes, los principales miembros republicanos de la Cámara de Representantes visitaron la frontera de Estados Unidos con México e hicieron un llamado al presidente Joe Biden a que se dirija hasta los límites y observe la “crisis humanitaria” que se está gestando por el aumento de migrantes y niños no acompañados que desean ingresar al país.
Kevin McCarthy, líder de la minoría de la Cámara de Representantes, encabezó la delegación constituida por 12 miembros del partido que se propusieron hacer un recorrido por la zona limítrofe en El Paso, Texas. Desde ahí el legislador responsabilizó a Biden de la afluencia de inmigrantes en los cruces fronterizos y de detener las políticas de inmigración, entre ellas la construcción del muro del expresidente Trump, reportó The Hill.
“Puede seguir negándolo, pero la única forma de resolverlo es admitir primero lo que ha hecho, y si no revierte la acción, será necesario que el Congreso actúe correctamente. Y por eso estamos aquí. Queremos encontrar soluciones. Incluso antes de venir aquí, envié una carta al presidente para trabajar juntos para resolver este problema”.
Por su parte, el presidente Biden manifestó este martes su preocupación por el constante aumento de migrantes en el país durante una entrevista a ABC News, y pidió a los migrantes no intentar cruzar la frontera. “No vengan. Estamos en el proceso de instalarnos, no abandonen su pueblo, ciudad o comunidad”.