Por Sergio Rimola, M.D. FACOG, médico Gineco/Obstetra en Inova Health System
Como practicante de ginecología y obstetricia, unas de las preguntas más frecuentes que recibo en estos días son, ¿debo recibir una vacuna del COVID-19 si estoy embarazada? y ¿puedo amamantar a mí hijo?

Aconsejo a mis pacientes lo siguiente: Ninguno de los ensayos clínicos de la vacuna del COVID-19 incluyó a mujeres embarazadas, pero también les digo que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal, recomiendan que las personas embarazadas y lactantes tengan acceso a las vacunas del COVID-19, una discusión entre el medico y la paciente debe llevarse a cabo incluyendo los beneficios potenciales de la vacuna en contra de algún riesgo desconocido, si bien esta conversación puede ser útil no es necesaria para recibir la vacuna. Reportes recientes del Centro de Control de Enfermedades indica que es seguro para una mujer embarazada vacunarse, más de 30,000 mujeres embarazadas que recibieron las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech que voluntariamente han reportado embarazo a través de la aplicación de CDC V-Safe encontraron que no existe ninguna diferencia significativa en cuanto a efectos secundarios comparado con las embarazadas sin vacuna. Así mismo la CDC también está llevando un registro de los embarazos, los resultados de los nacimientos de 275 embarazos completados nos dicen que las complicaciones fueron muy parecidas a las mujeres embarazadas no vacunadas.
¿Qué significa esto realmente? Que, si usted está embarazada y se encuentra en el grupo prioritario recomendado por el Centro de Control de Enfermedades para recibir la vacuna, es recomendable que antes de aplicarse la vacuna del COVID-19 tenga una plática con su proveedor de atención médica, para aclarar todas sus dudas. Si bien esta conversación es recomendable no es necesaria para recibir la vacuna.
Sabemos que estadísticamente las mujeres embarazadas tienen mucho más riesgo de tener complicaciones ocasionadas por el COVID-19 que las no embarazadas, aumento de hospitalizaciones, admisión unidades de cuidados intensivos, uso de ventilación asistida y mayor riesgo de parto prematuro. Yo como médico profesional de origen hispano les comunico a mis pacientes de que estos riesgos son aún mayores en la comunidad latina, debido a ciertas condiciones preexistentes que son más comunes en nuestra comunidad Latina.
Comparado con las mujeres no embarazadas en edad reproductiva, las mujeres embarazadas tienen mayor posibilidad de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, sobre todo si tienen condiciones preexistentes como hipertensión crónica, diabetes gestacional, Además, el embarazo causa muchos cambios fisiológicos en los sistemas musculoesquelético, endocrino, cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal y renal. Por lo que, incluso si una de mis pacientes contrajera la gripe estacional (flu) durante el embarazo, existiría una mayor probabilidad de que pueda desarrollar neumonía u otras complicaciones, y por esta razón la comunidad médica recomienda que las mujeres embarazadas se apliquen una vacuna contra la gripe estacional.
Las mujeres embarazadas se preocupan mucho por los posibles impactos en el feto. Las tres vacunas aprobadas actualmente, utilizan nuestras células para hacer una pieza inofensiva de lo que se llama la “proteína del pico”. Esta proteína del pico, que se encuentra en el virus del COVID-19, activa el sistema inmune del cuerpo. Y éste produce anticuerpos que nos dan protección contra el mismo virus. Las vacunas no están hechas de virus vivo, que es el que causa el COVID-19, por lo tanto, no puede contagiar a la mamá o al bebé. Estas vacunas no interactúan con el ADN de una persona. Basándose en el funcionamiento de estas vacunas, los expertos creen que es poco probable que representen un riesgo específico para las personas embarazadas o para el feto. Pero sí existen complicaciones que las personas embarazadas pueden tener si contraen el COVID-19, que podrían aumentar el peligro en el embarazo, como el parto prematuro, en comparación con las mujeres embarazadas sin COVID-19.
Tengan en cuenta que cuando nacen los bebés, no tienen inmunidad, excepto la que recibieron mientras estaban en el útero. Y vacunar a la madre no sólo la protege a ella, sino que también al bebé. Un reciente estudio publicado en la revista americana de obstetricia y ginecología demostró que las mujeres que recibieron las vacunas de Pfizer y Moderna desarrollaron una respuesta inmune robusta con transmisión de los anticuerpos a los recién nacidos a través de la placenta y leche materna.
Las vacunas del COVID-19 no causan infertilidad, es un rumor que ha circulado en las redes sociales. El Centro de Control de Enfermedades enfáticamente dice que no existe ninguna evidencia de que las vacunas que recibieron la aprobación de emergencia afecten la fertilidad dado el mecanismo de acción y el perfil de seguridad de estas vacunas. La Asociación de Científicos Clínicos de Reproducción, la Asociación Americana de Medicina Reproductiva ye el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia recomiendan que personas en edad reproductiva que son elegibles para la vacuna deberían vacunarse, incluyendo mujeres que están contemplando o tratando de tener un bebe. Los únicos efectos secundarios para las mujeres embarazadas o lactantes son casi los mismos que para la población en general – dolor en el lugar de inyección, dolor de cuerpo, algo de fiebre y dolor de cabeza.
La salud es la principal prioridad de un médico. Y teniendo como base las décadas de investigación realizadas por la ciencia, fue que se llevó acabo la elaboración de las vacunas. Fue un proceso exhaustivo el que la FDA realizó al revisar y aprobar estas vacunas, y por los resultados a nivel mundial hasta la fecha, les puedo decir que son seguras. Cualquiera que reciban, ya sea la vacuna Johnson & Johnson de una sola dosis o las vacunas Pfizer o Moderna de dos dosis, tienen al menos un 85 por ciento de eficacia para impedir que la enfermedad cause efectos graves, y 100 por ciento eficaces para mantenernos fuera del hospital y fuera de la unidad de cuidados intensivos, para así evitar que usted y su bebé se conviertan en una estadística del COVID-19.
Sergio Rimola, M.D. FACOG, es un médico Gineco/Obstetra en Inova Health System y ha sido miembro de la facultad en GWU, VCU y UVA. Está certificado por la junta de ginecología y obstetricia de Estados Unidos, y es miembro del Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG). Además, se desempeña como Codirector de la Asociación Médica Hispana Nacional (NHMA) de área metropolitana de Washington DC, miembro de la Junta de Asesores Latinos de Virginia para el Gobernador Northam (Virginia Latino Advisory Board VLAB).