El gobierno de Joe Biden impuso este jueves las primeras sanciones significativas en varios años contra la economía rusa, para castigar al Kremlin por una campaña de ciberespionaje contra Estados Unidos y sus esfuerzos por influir en las elecciones presidenciales, según altos funcionarios estadounidenses.
La administración también sancionó a seis empresas rusas que apoyan las operaciones de piratería informática de los servicios de espionaje rusos; y expulsará a 10 oficiales de inteligencia que trabajan bajo cobertura diplomática en Estados Unidos.
Biden nombró formalmente al SVR (Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia) como responsable de la operación de piratería comúnmente conocida como SolarWinds.
Las medidas son un esfuerzo para cumplir la promesa del presidente Joe Biden de responsabilizar a Moscú por una serie de operaciones, incluida la influencia electoral y los ciberataques que comprometieron a nueve agencias federales y alrededor de 100 empresas privadas.
“Nuestra opinión es que ninguna acción individual que tomemos o podríamos tomar en sí misma podrá alterar directamente el comportamiento maligno de Rusia”, dijo el principal asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer. “Pero este será un proceso que se llevará a cabo con el tiempo; e implicará una combinación de presión significativa y encontrar formas de trabajar juntos”.
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El anuncio de una respuesta de Estados Unidos se había retrasado repetidamente, en parte porque Biden quería que su equipo desarrollara medidas más efectivas, dijeron altos funcionarios de la administración, que hablaron bajo condición de anonimato.
Biden le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, en una llamada el martes, que Washington tomaría acciones “en los próximos días” para defender los intereses nacionales de Estados Unidos, mencionó un alto funcionario de la administración.
El presidente de Estados Unidos también planteó la posibilidad de una cumbre con Putin.
Como presidente electo, Biden le había dicho a Putin en enero que su administración estaría “obligada a responder” a estas actividades, dijo el funcionario. “Así que no debería sorprender al gobierno de Rusia que estemos tomando estas medidas”.
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El paquete incluye sanciones sobre todas las emisiones de deuda de Rusia después del 14 de junio, prohibiendo a las instituciones financieras estadounidenses comprar bonos del gobierno directamente del Banco Central Ruso, el Fondo Nacional de Riqueza de Rusia y el Ministerio de Finanzas.
La acción, explicaron los expertos, complicará la capacidad de Moscú para recaudar dinero en los mercados internacionales de capital.
Según una nueva orden firmada por Biden, la administración se reserva el derecho de ampliar el alcance de las sanciones de deuda soberana si persisten las actividades de Moscú, según los funcionarios.
Fuente: Ellen Nakashima/The Washington Post.
Traducción libre del inglés.