
Por: Mari Montes (@porlagoma)
A Angie:
Días atrás, en una conferencia virtual con alumnos de la Universidad de Louisville, en la que el tema fue mi experiencia como mujer hispana en la cobertura del beisbol de Grandes Ligas, surgió una pregunta que motivó estas líneas: “¿En los palcos de prensa hay mujeres que luzcan como yo?”
Se trataba de una joven afroamericana, con ascendencia panameña, que se está preparando para ser comunicadora y dedicarse al beisbol como fuente.
Entendí que su pregunta se basaba en que en las transmisiones que ella sigue, no ve mujeres de piel oscura. Me di cuenta, en su inquietud, de que esta realidad podría desmotivarla, a ella y a otras, que no lucen como las reporteras de televisión.
Le respondí que sí, soy hispana, de piel morena y no soy la única, aunque no seamos tantas. Cada vez somos más las mujeres, sin distingo de nacionalidad, en la cobertura del beisbol y la diversidad también es notable. Le conté lo difícil que fue al principio, no para mi generación, sino para quienes nos antecedieron y que tuvieron que dar luchas gremiales muy importantes para derribar barreras. No sólo eran pocas, eran abiertamente discriminadas.
Apenas en 1957, estaba prohibida la presencia de mujeres en algunos palcos de prensa. Una lamentable efemérides del 21 de mayo, nos recuerda que los escritores de Boston le negaron un asiento en el Fenway Park a Doris O’Donnell, cronista de Cleveland, que seguía a los Indios.
1957 es el siglo pasado, pero en la historia, eso, podemos decir, ocurrió antes de ayer, hace nada, es muy reciente el recuerdo y aún hay quienes piensan como Farrell y aquellos escritores de Boston.
Aunque fue expulsada de los palcos varias veces, ella continuó siguiendo al equipo y escribiendo. Poco a poco se ganó el respeto de los lectores y la confianza de los jugadores. Cuenta un trabajo de The Week, publicado en 2010, que su gran reto llegó cuando se dispuso a entrevistar a Ted Williams, quien al principio se mostró hostil con ella, como era con la mayoría de los periodistas. La insultó con palabras gruesas. Ella insistió por días hasta que lo logró: “Probablemente obtuve la única entrevista que le dio a un periodista”. Doris murió en 2015, a los 94 años de edad.
Volviendo a la pregunta de la estudiante, estoy convencida de que no falta mucho para que los cambios que ocurren en otros espacios, también se vean en las transmisiones de televisión. A una mujer le exigen belleza y juventud, a los hombres, conocimiento, no importa si están mayores o no entran en los estándares de belleza de la TV. No estoy diciendo con esto que las mujeres que han estado en las transmisiones deportivas no tengan conocimiento, porque de sobra han demostrado calidad, pero acentúo la exigencia que les hacen a las mujeres, y en cambio a los hombres no.
No tuve tiempo de extenderme en mi respuesta, pero el mejor ejemplo es Claire Smith, ella no sólo ha estado en los palcos de prensa, Claire Smith está en el Salón de la Fama de Cooperstown, es mujer y es afroamericana. Por más de tres décadas fue reportera.
En una semblanza que hizo Philip Bondy en el New York Times cuando fue elevada al Salón de la Fama, dice: “Su mayor desafío vino de los Padres de San Diego, durante su serie de Playoffs de 1984 contra los Cachorros. Fue expulsada del clubhouse y luego rescatada por un jugador empático de los Padres, Steve Garvey, quien le consiguió entrevistas con sus compañeros de equipo”.
En la ceremonia, destaca la nota de Bondy: “El momento más sincero llegó cuando Smith presentó a Garvey a la audiencia, agradeciéndole por su ayuda de tantos años”.
La respuesta de Garvey después, fue preciosa: “Sabía que era un momento muy importante, supe que ella era un alma muy profunda”.
Como parte de su discurso, Claire Smith dijo: “Me paro humildemente en el escenario, por aquellos que fueron heridos por el racismo, el sexismo, o cualquier otro prejuicio insidioso, y perseveraron”.
Espero que los ejemplos de estas mujeres le sirvan de inspiración a esa estudiante y a todas las que quieran estar en la cobertura del beisbol. Las estamos esperando.
Vean la mayor cantidad de juegos que puedan, investiguen la historia, disfruten las lecturas, denle valor al conocimiento, no se limiten porque no se parecen a las chicas que salen en las transmisiones de televisión, no tienen que parecerse, hay mucho más que hacer en el beisbol. No le teman al tiempo, a las canas, créanme que sus conversaciones y análisis del béisbol van a ser mejores con el tiempo. Serán más temporadas, más juegos y jugadas, más batazos y ponches, y será más sabroso, que se los digo yo.
Cualquier cosa, volvamos siempre a ese consejo que le dio Ted Williams a Doris O’Donnell después de darle la entrevista y disculparse con ella por el desplante inicial y que Doris no solo siguió, sino que se dedicó a repetir por años: “¡Nunca dejes que esos tipos te molesten!”.