La candidata derechista a la presidencia de Perú, Keiko Fujimori, dijo este domingo que respetará los resultados del balotaje presidencial en que enfrenta al izquierdista Pedro Castillo, y que los sondeos los ubican virtualmente empatados.
“Desde ahora puedo decir que sea cual sea el resultado, respetaré la voluntad popular como debe ser”, dijo la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori durante un desayuno familiar sobre las faldas de un cerro en una pobre barriada del distrito de San Juan de Lurigancho, al este de Lima.
Rodeada de simpatizantes y periodistas, la candidata de 46 años exhortó a los peruanos a seguir el camino de la unidad y reconciliación, tal como ocurrió en su familia, que tras años de peleas internas hoy se mostró unida a su hermano menor Kenji Fujimori.
“Unidad y reconciliación es lo que necesita este país”, dijo dirigiendo la mirada hacia el benjamín del clan, de 41 años.
“A partir del 6 de junio tenemos que trabajar en la unidad de todos los peruanos”, añadió mientras compartía el desayuno en una improvisada mesa rectangular con sus dos hijas adolescentes, su marido, dos de sus hermanos y una cuñada.
Castillo llama a la “tranquilidad”
Rodeado de familiares y campesinos, el candidato izquierdista Pedro Castillo llamó este domingo a la “tranquilidad” en su chacra de Cajamarca, mientras los peruanos votaban en un balotaje presidencial cuyo resultado es imprevisible.
Después de una extenuante campaña, Castillo encabezó a primera hora un desayuno familiar en el patio interior techado de su casa en el caserío de Chugur, mientras caía una fina llovizna.
“Llamo a la tranquilidad del pueblo peruano”, dijo, en una pausa a los periodistas, este maestro de escuela, vestido con casaca marrón y sombrero blanco de copa alta, típico de los campesinos de la norteña región de Cajamarca, y provisto de mascarilla.
“Estoy seguro de que esta fiesta [la votación] va a ser totalmente democrática. Vamos a ser respetuosos en cuanto haya algún informe oficial” del escrutinio del balotaje, afirmó el candidato de 51 años.
Entre la decena de asistentes al desayuno estaban sus padres, Ireño y Lavila, su esposa Lilia Paredes, algunos de sus ocho hermanos, además de sus hijos Arnol, de 16 años, y Alondra, de seis.
Con información de Semana