Aún con los avances de la ciencia y la modernización de la sociedad actual, no es secreto para nadie que hablar de cannabis sigue siendo un tabú dado los antecedentes penales que han girado en torno a la planta durante todos estos años y que hasta hace poco parecía imposible hacer frente a otra visión sobre su uso y aplicaciones. Pero, las investigaciones científicas apuntan hacia un nuevo protagonista y no es otro que el CBD o Cannabidiol; uno de los tantos cannabinoides de la planta que se ha alzado sobre sus compañeros dado que carece de efectos secundarios nocivos como bien ocurre con el Tetrahidrocannabinol o THC. Incluso, uno de los formatos más valorados de este compuesto es elaceite CBD barato en Justbob, se trata de una de las mejores presentaciones del mercado con calidad garantizada gracias a la credibilidad que caracteriza a este gran portal web.
¿Por qué el CBD y el THC no son iguales?
Desde nuestros ancestros, la planta de cannabis ha hecho presencia entre la humanidad, incluso con un uso terapéutico favorable. Sin embargo, no quedaba claro por qué dejaba efectos secundarios negativos; pero desde que la ciencia se ha enfocado en descubrir que hay detrás de esta planta natural que la hace diferente al resto, han salido a la luz diversas respuestas que dan por sentado sus efectos. Lo cierto es que durante el siglo XX, específicamente en la década de los 40, lograron aislarse varios cannabinoides de la planta, entre ellos el THC y el CBD, desde entonces, se pudo trabajar en cada uno de ellos por separado y descubrir su comportamiento una vez que ingresa al organismo.
Del THC se puede decir que se alza como una de las sustancias nocivas más tachadas de la historia y no tiene intenciones de cambiar. Es un compuesto con altos niveles de psicoactividad tras su consumo, el cual repercute directamente sobre el estado de conciencia del individuo dando paso a un efecto eufórico con alteración del comportamiento, incluso su uso frecuente deriva en adicción. Sin duda, estos efectos condenan su utilidad en gran parte del mundo y es por eso que aún en la actualidad se lucha contra el tráfico y consumo indiscriminado de esta sustancia. Por su parte el CBD parece ser todo lo contrario, según evidencias científicas, se trata de un cannabinoide privilegiado por el hecho de que no produce efectos secundarios nocivos. Su uso permite experimentar un estado de calma o relajación que no afecta la capacidad de memoria ni de raciocinio, por si fuera poco, no es capaz de generar adicción tras un consumo prolongado. Además del efecto relajante, el CBD se alza con una amplia lista de propiedades y beneficios que lo han catapultado a la cima del estrellato como un valioso recurso natural que no tiene intenciones de declinar en su auge.
Relaciones entre el CBD y la Organización Mundial de la Salud
Los beneficios del CBD no podían pasar desapercibidos ante la Organización Mundial de la Salud, y es que era evidente que la ciencia se había encargado de sacar a la luz los resultados de los diferentes ensayos en relación a sus bondades, beneficios y efectos secundarios. Cada vez más personas deseaban comprobar su utilidad pero temían por su salud, pues no se contaba con un comunicado oficial que pudiera dar tranquilidad. Sin embargo, las esperanzas de muchos se vieron puestas en la reunión precedida por el Comité Experto en Drogodependencia de la OMS llevado a cabo en Suiza en el año 2017 cuyo principal protagonista fue el CBD.
Durante el encuentro se procedió a evaluar todas las evidencias científicas vinculadas con el mecanismo de acción del compuesto permitiendo ofrecer un informe que resumía importantes conclusiones sobre la utilidad del mismo. Además, también se resaltó el hecho de que las Naciones Unidas no lo consideran un compuesto peligroso en vista de que se excluye de la lista de sustancias nocivas emitida por la Convención Internacional de Control de Drogas. Ante este hecho, la OMS expresa en su comunicado que el CBD no representa riesgos para la salud, pues su uso prolongado no desencadena la adicción al compuesto y carece de efectos psicoactivos que puedan ser perjudiciales para el organismo. También resalta el hecho de que hasta la fecha, no hay evidencias de accidentes que comprometan la integridad de la sociedad ante su uso o consumo, y que resulta un recurso natural de gran valor terapéutico según evidencias de su uso para tratar casos de epilepsia así como otras patologías que afectan la salud.
Por si fuera poco, en el año 2018 la Agencia Mundial Antidopaje lo ha sacado de la lista de sustancias nocivas ilegales; esto ha sido un logro contundente para el CBD, pues da la posibilidad de que los deportistas y atletas de diferentes disciplinas puedan disfrutar de sus bondades y beneficios sin correr riesgo de multas o penalizaciones, siempre y cuando los productos utilizados cumplan con la normativa legal europea, es decir, deben ser ricos en CBD y tener un porcentaje de THC que no vaya más allá de 0,2%, esto con la intención de prescindir de la psicoactividad que suele producir el THC.