El viernes, el presidente Joe Biden despidió al comisionado de la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) Andrew Saul, un vestigio de la era de Donald Trump que había alienado a distritos electorales claves demócratas con políticas diseñadas para reprimir beneficios y una postura antisindical.
Saul fue despedido después de rechazar una solicitud de renuncia, informaron funcionarios de la Casa Blanca. Su adjunto, David Black, quien se desempeñó como el principal abogado de la agencia antes de su nombramiento por el expresidente Trump, renunció el viernes luego de una solicitud.
Biden nombró a Kilolo Kijakazi, el actual comisionado adjunto para la política de jubilación y discapacidad, para que actúe como comisionado interino hasta que la Casa Blanca identifique a un candidato permanente para dirigir la agencia.
Como jefe de una agencia independiente cuyo liderazgo normalmente no cambia con una nueva administración, se suponía que el mandato de seis años de Saúl duraría hasta enero de 2025.
La Casa Blanca argumentó que un fallo reciente de la Corte Suprema, seguido de un memorando del Departamento de Justicia del jueves, en el que se otorga autoridad al presidente “para destituir al comisionado de la SSA a voluntad”, le dio a Biden poder para tratar el cargo como el de otros nombramientos políticos tradicionales.
Pero Saul dijo en una entrevista la tarde del viernes que no dejaría su cargo, desafiando la legalidad de la decisión de la Casa Blanca para destituirlo.
“Me considero el comisionado del Seguro Social protegido por un período”, comentó Saul. Agregó que planea regresar al trabajo el lunes por la mañana, ingresando de forma remota desde su casa en Nueva York. Calificó su despido como una “masacre del viernes por la noche”.
“Esta fue la primera vez que mi ayudante o yo supimos que esto iba a suceder”, dijo Saul sobre el correo electrónico que recibió de la Oficina de Personal de la Casa Blanca el viernes por la mañana. “Fue un relámpago que nadie esperaba. Y ahora mismo ha dejado a la agencia en completa confusión”.
Durante los primeros seis meses de Biden en la Casa Blanca, defensores de los ancianos y los discapacitados; y los demócratas en el Capitolio, presionaron a la Casa Blanca para que destituyera a Saul. Se había enfrentado con sindicatos que representan a sus 60 mil empleados, quienes dijeron que utilizó tácticas para acabar con estas organizaciones.
Fuente: Lisa Rein/The Washington Post.
Traducción libre del inglés.