Gratis. En París no hay mejor palabra para definir el verano del PSG. Con el fútbol acusando el impacto sanitario y financiero de la pandemia del COVID-19, el club galo se erigió por encima del resto en Europa.
En el mercado que precede a la temporada 2021-2022, el cuadro francés firmó a cinco nuevos jugadores, cuatro de ellos sin necesidad de pagar ficha. Un negocio perfecto en tiempos de revisar la billetera más de una vez.
Sin embargo, el dinero no es problema en la entidad cuyo dueño es el emir de Qatar. Visto así, el PSG no es un club sino un Estado. Los lujos, un hábito en el ritmo de vida de los más pudientes del emirato, ahora se plasman sobre el gramado del Parque de los Príncipes.
Sergio Ramos, Georginio Wijnaldum, Gianluigi Donnarumma y Lionel Messi. Todos llegaron a la capital de Francia sin que sus antiguas organizaciones obtuvieran un centavo. Mejor plan no existe.
En el caso de Ramos fue el deseo de aventurarse a un nuevo reto fuera del Real Madrid, así como la irregularidad en un proceso de renovación que no fue en España. Para Wijnaldum se trató de una apuesta motivada por mucho dinero, un caso similar al del joven Donnarumma, tentado además por quedarse con el puesto del siempre fiel Keylor Navas.
Messi, mientras tanto, lloró como nunca antes lo vimos cuando se despidió de la disciplina del Barcelona y su fracasado modelo financiero que encontró como consecuencia la salida de su máxima figura histórica.
El solo hecho de haber obtenido a uno de los cuatro podría traducirse como un éxito para cualquier combinado por estos días, pero en París no habrá manera de dejar en el olvido el verano de 2021. La paciencia fue clave, especialmente en el caso del argentino.
Pero con cada arribo también hay exigencias. El PSG reforzó cada línea y con ello las obligaciones son enormes. Las aspiraciones de la organización invitan a sumar su primera Champions lo más pronto posible, pues el tiempo también hace su trabajo. El resultado debe ser inmediato, de lo contrario todo califica como fracaso.
El nuevo súper equipo de Europa es el grupo a seguir, para bien o para mal.
Objeto de elogios y también de críticas. No existen puntos medios cuando pasan cosas como estas. Desde ya no hay margen de error y la perfección debe verse como parte de la rutina del campo que más joyas acumula en el fútbol. El verano perfecto para la temporada soñada, aunque todos en el fútbol saben que ganar no es gratis.