La longevidad está cambiando la forma en que las personas viven su vida. Como consecuencia, las actividades que antes eran estrictamente para la primera juventud, ahora, pueden hacerse hasta una edad mucho mayor. En el tenis hay varios ejemplos de este fenómeno.
Ciertamente, es un deporte que tiene muchos años. El juego se originó en los monasterios franceses de fines del siglo XII. El nombre, en aquel entonces, era jeu de paume que significa “juego de la palma”. La raqueta, por supuesto, todavía no estaba en uso. La pelota, en cambio, era golpeada con la mano. Recién después de cuatro siglos, la raqueta se volvió un elemento central y así es como se convirtió en “tenis”, que en francés quiere decir “mantener” o “recibir”. El juego pronto llegó a la corte inglesa y, por ejemplo, Enrique VIII construyó varias pistas, entre ellas, la que se encuentra en el Palacio de Hampton Court, que todavía existe.
Pero el tenis cambió mucho hasta convertirse en el juego que conocemos hoy en día. Si bien los primeros campeonatos surgieron a finales del siglo XIX, el juego fue totalmente amateur hasta 1926, año en el que se realizó la primera gira profesional. Los jugadores se volvieron profesionales, comenzaron los partidos de exhibición y los campeonatos. Pero, aún así, los premios de los torneos importantes eran sin dinero. Esto cambió recién en 1968 en la Era Abierta, cuando se unificaron los torneos y se creó por primera vez el circuito de tenis profesional. En este período, la competitividad de los jugadores aumentó enormemente, y los jugadores de tenis comenzaron a retirarse aún muy jóvenes, producto de la incipiente pugna entre los mejores del mundo.
Sin embargo, actualmente, vemos que muchos continúan jugando de manera profesional, a pesar de haber cruzado el umbral de los 35 e incluso de los 40. Hoy en día, los jugadores se proveen de herramientas personales para continuar jugando, y al mismo tiempo, utilizan tecnología para mejorar el rendimiento en la cancha.
¿A qué se debe este cambio?
Resistencia física y el “mindset” correcto
Hay una larga lista de jugadores que continúan jugando de manera profesional, a pesar del paso del tiempo. Sin ir más lejos, el número uno del ATP de tenis masculino del 2021 es Novak Djokovic, que tiene 34 años. Muchos continúan confiando en su capacidad de juego, a pesar de su edad. De hecho, aparece entre las apuestas seguras para hoy.
El español Rafael Nadal es el número 4 del mundo y tiene 35 años. Ya en el puesto nueve, se encuentra el suizo Roger Federer, uno de los más longevos de la lista, ya que está por cumplir 40 años.
En una entrevista reciente con Sebastian Torok de La Nacional, el ex preparador físico del jugador Roger Federer, Paul Dorochenko, explicó de qué manera Federer logró prolongar su carrera. Dorochenko es especialista en osteopatía y fue una figura importante en los primeros años del jugador. Ya en otra entrevista había previsto que podría jugar hasta los 40. Para el ex preparador físico hay dos aspectos claves detrás de la longevidad de Federer: su condición física y su mindset, es decir la mentalidad con la cual ha afrontado cada desafío de su carrera.
Mientras que muchos tenistas tienen dificultades para disfrutar la vida cuando están de gira, Federer siempre aprovechó esta experiencia. Su gran adaptación a un contexto repleto de presiones y exigencias es algo a destacar. Además, según Dorochenko, Federer se llevaba bien con la mayoría de los tenistas en el vestuario, otra de las razones por las que disfrutaba de las giras.
Tecnología
Con la llegada de nuevas tecnologías a los deportes, el nivel de precisión se ha vuelto implacable. Este es otro motivo por el cual muchos jugadores ya entrados en los 30 continúan jugando.
En la década de 1870, la única “tecnología” disponible era una raqueta de madera. A lo largo de los años, las raquetas fueron cambiando de materiales para mejorar la precisión y la potencia. En la década de los sesenta, las raquetas se hacían con metal. En cambio, ahora, están hechas de grafito, fibra de carbono y titanio. Esto mejora enormemente el juego en la cancha.
Por otro lado, la tecnología de datos se ha sumado para mejorar el rendimiento de los jugadores. El tenis aún está en las etapas iniciales de la integración de este tipo de tecnología. Esto se debe a que es un deporte que tiene características específicas. Los jugadores suelen competir en diferentes superficies, y el rebote de la pelota es muy distinto en cada partido. Además, los micro movimientos de los jugadores son muy difíciles de monitorear. Los jugadores cambian de dirección todo el tiempo durante todo un partido. Pero se ha establecido una nueva métrica que se llama “pasos de redireccionamiento”. Esta nueva medida muestra los movimientos laterales de los jugadores. Hay algunos que se mantienen relativamente quietos desde donde realizan los golpes, o bien hacen un paso adicional para revertir el impulso de la pelota. Si realizan ese paso adicional, indica que se encuentran cansados.
Esta información puede ser muy valiosa para los entrenadores durante un torneo. Al obtener este tipo de datos, el equipo puede realizar cambios en el programa de fuerza, ayudar a acondicionar al jugador para optimizar su rendimiento, además de identificar por qué el juego está empeorando.
En definitiva, el tenis y las formas de vida han cambiado enormemente a lo largo de la historia. Si la longevidad ya es un fenómeno común en la población general y la tecnología continúa desarrollándose para optimizar el rendimiento deportivo, ¡tendremos a nuestros tenistas favoritos como protagonistas por un buen rato!