(c) 2021, The Washington Post – Jay Greene
Los legisladores están aumentando la presión sobre Amazon por políticas que, según ellos, provocan lesiones e indignidades laborales en sus masivas y crecientes operaciones de almacén.
La senadora Kirsten Gillibrand, D-NY, ayer jueves envió una carta dirigida a la presidencia de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EEUU (U.S. Equal Employment Opportunity Commission, EEOC por sus siglas en inglés), urgiendo a la agencia a que investigue “las fallas sistémicas de Amazon en suministrar protecciones adecuadas” para sus empleadas de almacén que se encuentran embarazadas. La carta cita casos en los que Amazon no modificó las tareas laborales o no permitió un tiempo razonable de descanso, en posible violación de la Ley contra la Discriminación en el Embarazo y de la Ley para estadounidenses con Discapacidades, de acuerdo a la carta enviada a la presidenta de la EEOC, Charlotte Burrows. Cinco otros senadores, incluyendo al senador Bernie Sanders, I-VT, y a la senadora Elizabeth Warren, D-MA, también firmaron la carta de Gillibrand.
“Amazon ha sido notificada, y no ha resuelto estos problemas”, dijo Gillibrand en una entrevista con el Washington Post. “Uno de los principales empleadores de Estados Unidos no asume la suficiente responsabilidad”.
(El fundador de Amazon, Jeff Bezos, es dueño del Washington Post).
La solicitud de investigar llega en un momento en el cual los legisladores están presionando a Amazon para que proteja mejor a sus empleados en otros frentes. El miércoles, el senado estadal de California aprobó una ley restringiendo el uso de cuotas de productividad en los almacenes, una práctica que Amazon usa en las operaciones que lleva a cabo en sus instalaciones.
“Si la compañía no va a proteger a sus trabajadores, nosotros debemos intervenir”, dijo Lorena González, la legisladora Demócrata que redactó la medida. El proyecto de ley irá ahora a la Asamblea del estado, la cual aprobó una versión preliminar durante la primavera. El gobernador Demócrata, Gavin Newsom, no ha indicado si apoya la medida.
La legislatura del estado de Nueva York está considerando un proyecto de ley que clarifica las reglas para asegurar que los trabajadores no sean castigados por ausencias razonables, como permisos por asuntos familiares. Y el Departamento del Trabajo e Industrias del estado de Washington citó a Amazon en mayo por condiciones laborales peligrosas en uno de sus almacenes en DuPont, denunciando las cuotas de productividad que Amazon impone y cómo éstas permiten muy poco tiempo para que los trabajadores se recuperen de la fuerte carga de trabajo.
Amazon no respondió a una solicitud de comentario sobre la ola de esfuerzos por legislar o regular las cuotas de productividad que impone a sus empleados.
“Nosotros no imponemos cuotas de productividad excesivas”, escribió Bezos en una carta dirigida a los accionistas en abril, en la cual se refirió a temas de seguridad laboral. “Nosotros imponemos cuotas de productividad que son logrables y que toman en cuenta la antigüedad y la data de desempeño de los empleados”.
La compañía ha dicho previamente que gastó más de $1 mil millones en medidas de bienestar en 2020, incluyendo la expansión de un programa que ofrece guías para el estiramiento, la meditación y la nutrición, así como en la compra de equipos de protección para su personal en el esfuerzo por prevenir la propagación del coronavirus. También ha hecho referencia previamente a la contratación de más de 6.200 empleados para su equipo de salud y seguridad laboral.
Gran parte de los nuevos esfuerzos se enfocan en denunciar la presión de productividad que se practica en el gigante del comercio electrónico. La empresa rastrea por computadora la productividad de sus empleados, mostrándoles cuántos artículos han almacenado, recogido o empaquetado en una hora. Los empleados se han quejado por muchos años sobre la presión para “cumplir la cuota”. No alcanzar dichas cuotas puede llevar a los gerentes a amonestar a los trabajadores, una mancha en sus expedientes que puede dificultarles avanzar o que incluso puede resultar en que sean despedidos.
Aunque otras empresas de almacén han utilizado métricas de desempeño, Amazon ha digitalizado el esfuerzo hasta el detalle y lo ha desarrollado agresivamente a escala masiva.
Desde comienzos del año pasado, Amazon ha contratado a más de 500.000 empleados a nivel mundial, la mayoría de los cuales trabaja en sus operaciones de almacén y reparto. La compañía es el segundo mayor patrón de la nación, después de Walmart, empleando a 950.000 personas en Estados Unidos.
“Hay mayor conocimiento de cómo la tecnología ha sido utilizada para confundir y engañar a los trabajadores y para despojarlos de sus protecciones más esenciales”, dijo Dina Bakst, copresidenta de A Better Balance (“Un Mejor Balance”), un grupo de activismo que ha ayudado a mujeres embarazadas a presentar demandas contra varias empresas, incluyendo a Amazon.
La carta de Gillibrand a la EEOC cita uno de esos casos, en el cual una empleada embarazada que laboraba en un almacén de Amazon en Oklahoma acusó a la empresa de negarle su solicitud de transferencia a un puesto menos exigente como una medida de protección ante su embarazo de alto riesgo. Gillibrand dijo que está particularmente preocupada por el impacto que tiene sobre los trabajadores la evaluación permanente de desempeño que practica la compañía.
“Es Orwelliano”, dijo Gillibrand. “Tienes al Hermano Mayor mirando sobre tu hombro”.
Los críticos han dicho que las métricas de productividad de Amazon son demasiado onerosas, resultando en lesiones a los trabajadores. Una investigación del Post sobre las cifras de lesiones laborales recabada por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional en junio, encontró que, desde 2017, Amazon fue el operador de almacenes con mayor tasa en incidentes de lesiones serias que resultaron en que los empleados tuvieran que ausentarse del trabajo o ser reubicados a puestos de menor exigencia.
La actual versión de su proyecto de ley les obligaría a los gigantes de los almacenes como Amazon a divulgar transparentemente los objetivos de productividad que exige a sus trabajadores. La medida también les prohibiría exigir cuotas de productividad que puedan resultar en que los trabajadores deban perder los tiempos de descanso exigidos por las leyes del estado o que no puedan utilizar el baño cuando les sea necesario. La nueva ley también prohibiría el uso de métricas de productividad que obliguen a los trabajadores a incumplir las leyes del estado sobre salud y seguridad.
“Debemos equipar a los trabajadores con herramientas que les permitan protegerse a sí mismos”, dijo González. Las expectativas irracionales de desempeño fueron una de las razonas que llevó a los empleados de un almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, a buscar la manera de organizar un sindicato hace algunos meses. El esfuerzo fracasó en abril cuando los empleados votaron abrumadoramente en contra de la sindicalización por un margen de más de 2 a 1. Pero se espera que esos trabajadores tengan una segunda oportunidad para votar luego de que un oficial de audiencias de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (National Labor Relations Board, NLRB por sus siglas en inglés) encontró que Amazon presionó inapropiadamente a los trabajadores del almacén para que votaran en contra de la organización del sindicato. Se espera que el director regional de la NLRB en Atlanta, quien supervisó las elecciones, emita una sentencia final que podría establecer una fecha para la segunda votación tan pronto como este mismo mes.
Información del Autor:
Jay Greene es reportero del Washington Post enfocado en el área de tecnología en la región del Pacífico Noroccidental de Estado Unidos.
Lea el artículo original aquí.