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Análisis Ampliado:  Convencieron a Trump de no anunciar todavía candidatura oficial para 2024, seguirá siendo un presunto candidato por ahora

Former president Donald Trump delivers remarks at his "Save America" rally at the Georgia National Fairgrounds in Perry, Ga., on Sept. 25. MUST CREDIT: Washington Post photo by Demetrius Freeman

(c) 2021, The Washington Post - Michael Scherer, Josh Dawsey

Cuando los problemas en Afganistán llegaron a su punto álgido en agosto, Donald Trump comenzó a evaluar con asesores sobre si ya debía anunciar oficialmente su candidatura presidencial para 2024.

De acuerdo a tres personas familiarizadas con las conversaciones – quienes hablarón anónimamente para poder discutir el tema, éstos le aconsejaron paciencia. El anuncio obligaría a un reordenamiento de su estructura de recaudación de fondos, argumentaron los asesores, y podría complicar posibles presentaciones en televisión sin activar las reglas electorales en cuanto al tiempo de presencia en los medios de comunicación audiovisual.

Algunos quienes le aconsejan estaban preocupados de que los Demócratas podrían usar su anuncio para ligar las elecciones de mitad de período con su candidatura, potencialmente motivando a una mayor participación de su base electoral y arruinando sus planes si los Republicanos no logran la victoria en esas elecciones. Los asesores también argumentaron que podía ser más efectivo en la elección de candidatos Republicanos de ideas similares a las suyas el año que viene si no es oficialmente candidato presidencial.

“El punto que quisimos resaltar es que a él no le conviene adueñarse de las elecciones de mitad de período si los Republicanos no ganan la Cámara y el Senado”, dijo una de las personas que participó en las conversaciones. Los argumentos convencieron a Trump, al menos por los momentos. En lugar de un anuncio oficial sobre su candidatura presidencial, Trump, de 75 años, se ha conformado con una estrategia de nominación presidencial simbólica. Según aquello que preocupa a algunos en su partido, está actuando como un candidato en campaña aspirando a un cargo público, dejando claro que tiene la intención de serlo nuevamente, aunque no lo declare aún oficialmente.

“Tácitamente mantiene a todos los involucrados en las elecciones de 2024 en alerta de que nadie puede mover ni un músculo hasta que él decida qué hacer”, dijo Kellyanne Conway, exconsejera de la Casa Blanca para Trump y quien fuera su jefa de campaña en 2016. “En cuanto a 2024, ha pasado de la intención de ser candidato a la urgencia de serlo debido a que ve con horror los numerosos fracasos de la actual administración”.

Trump ha comenzado otra vez a viajar por el país para mítines políticos – incluyendo una reunión planificada el sábado en Iowa – diseñada de manera similar visualmente a sus eventos de campaña. Está recaudando fondos con las mismas tácticas agresivas en-línea qué usó en su última campaña – algo sin precedentes para un expresidente. Aun estando expulsado de Facebook y Twitter después de que sus simpatizantes atacaran el Capitolio cuando los persuadió de “parar el robo” de las elecciones, sus colaboradores envían ahora correos electrónicos diarios en su nombre – muchas veces repletos de falsedades – criticando a los Demócratas, a sus detractores y a los Republicanos que se le oponen.

Una encuesta informal de días recientes a 13 de sus actuales y antiguos asesores indica que 10 creen que sí va a postularse como candidato presidencial, dos dijeron que era una táctica de relaciones públicas, y otro dijo que no estaba seguro.

“No se supone que debamos estar hablando sobre esto todavía, desde el punto de vista de las leyes de financiamiento de campaña, que, francamente, son ridículas”, dijo Trump el 11 de septiembre, cuando se le preguntó si nuevamente se postularía como candidato presidencial. “Pero creo que ustedes van a estar felices. Es lo que puedo decir por ahora”.

En conversaciones privadas, Trump ha dejado claro que está vigilando de cerca a sus potenciales rivales para las primarias de los Republicanos con miras a 2024, la mayoría de los cuales probablemente no se postularán si él lo hace, y a los cuales, según personas que han conversado con él, no ve por los momentos como amenazas.  Trump les ha preguntado a sus asesores sobre las estrategias del gobernador de Florida, Ron DeSantis, y de su exvicepresidente, Mike Pence, aunque cree que ninguno de los dos se postulará si él lo hace, dijeron tres de sus asesores.

“Yo voy a postularme”, les dice a las personas constantemente, según dos de sus asesores. También les ha dejado claro a sus asesores que no quiere cambios en el calendario de nominaciones para 2024, dejando a Iowa, donde resultó segundo en 2016, como el primer caucus de la nación para los Republicanos, incluso si los Demócratas deciden tomar otra ruta.

Taylor Budowich, uno de los voceros de Trump, no emitió comentario sobre planes específicos.

“El presidente Trump permanece comprometido con, e involucrado en, salvar a Estados Unidos del desastroso liderazgo de los Demócratas comunistas”, escribió en un correo electrónico. “Todas las opciones para lograr ese objetivo permanecen sobre la mesa”.

Entre algunos Republicanos, otra candidatura de Trump es preocupante. Las encuestas públicas han mostrado consistentemente que tiene problemas para romper la barrera del 45 por ciento de aprobación a nivel nacional, mientras que las encuestas internas del Partido Republicano este año muestran que el apoyo a su candidatura ronda el 40 porciento. Su marca tóxica continúa alejando a los electores de los suburbios, de acuerdo a los estrategas en los estados más disputados. Además, se enfrenta a una letanía de otros dolores de cabeza, incluyendo investigaciones a sus negocios en Nueva York y una averiguación en cuanto su rol en la insurrección mortal del 6 de enero contra el Capitolio.

Muchos de los más importantes donantes del partido les han dicho de manera privada a los estrategas y líderes del partido que ellos quieren a otro nominado que no sea Trump, de acuerdo a cuatro estrategas y asesores. Parte de las discusiones dentro del partido se han enfocado no en la popularidad general de Trump, sino en su posible dificultad para convencer a los Republicanos en 2024 de que él es quien está mejor capacitado para ser nominado por tercera vez. Biden recibió 7 millones más votos que Trump en la última elección, quien además había obtenido 2,9 millones de votos menos que Hillary Clinton en 2016.

“Tiene una base electoral profunda y comprometida”, dijo Bob Vander Plaats, presidente de “Family Leader”, un grupo cristiano basado en Iowa que ha estado evaluando a candidatos potenciales. “Pero incluso en esa profunda y comprometida base electoral hay muchos que piensan que Trump no debería postularse de nuevo”.

Trump está consciente de los retos que enfrenta, dicen los asesores. En una reunión justo antes de las elecciones de noviembre, se le había mostrado una encuesta que sugería que sus políticas eran populares – incluso cuando él atrás en las encuestas. Según personas que estuvieron en la reunión, Trump, con un sorpresivo humor autocrítico, bromeó que entonces el problema debía ser él.

A pesar del interés de Trump en la campaña de 2024, un nutrido y variado grupo de potenciales candidatos presidenciales han empezado a probar las aguas. Pence ha estado trabajando con Chip Saltsman, el estratega que ayudó al exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, a ganar el caucus de Iowa en 2008. Pence ya ha visitado Iowa, uniéndose al exsecretario de estado Mike Pompeo y a un grupo de senadores Republicanos como Tim Scott (Carolina del Sur), Tom Cotton (Arkansas), Ted Cruz (Texas) y Marco Rubio (Florida). El senador Rick Scott (Florida), regresará al estado en las próximas semanas para participar en la reunión del Partido Republicano de Polk County en Des Moines, de acuerdo a personas que conocen sus planes.

Pompeo ha viajado por varios estados que votan temprano, reuniendo fondos calladamente y haciendo campaña con los candidatos estadales.

“Quizás estas personas están siendo más cautelosas porque el presidente va a entrar en campaña”, dijo David Kochel, veterano estratega Republicano de Iowa. “Pero no crean que eso evita que varios hagan lo que pueden. Tenemos muchas campañas de cara al 2022, así que hay mucho terreno que pueden abarcar.

En agosto, Trump contrató a dos expertos en Iowa, Eric Branstad y Alex Latcham, como asesores para Save America (“Salvemos a Estados Unidos”) - su Comité de Acción Política (PAC).  Branstad, quien ayudó a Trump en sus últimas dos campañas en el estado, es el hijo de Terry Branstad, exgobernador de Iowa y embajador de Trump ante China. Latcham, nativo de Des Moines fue funcionario de Trump en la Casa Blanca, y previamente trabajó en el estado con el senador Mitt Romney, R-UT, para la exrepresentante Michele Bachmann, R-MN, y para Trump en anteriores campañas.

Trump también llamó en agosto al actual presidente del Partido Republicano de Iowa, Jeff Kaufmann, pocas semanas antes de que le nombraran director del cronograma de postulaciones del Comité Nacional Republicano para las elecciones de 2024.

“Ha apoyado firmemente nuestro estatus como primeros electores de la nación”, dijo Kaufmann.

Los esfuerzos de Trump para recaudar fondos han mantenido un ritmo frenético, aunque muchos de los fondos para apoyar a PACs independientes o a los suyos propios no podrán ser usados para una futura campaña presidencial por la manera como han sido designados dentro del marco jurídico de financiamiento electoral. En semanas recientes, Trump y sus aliados han enviado más de 100 solicitudes de contribuciones, a veces igualando los niveles de la campaña de 2020. Todas sus declaraciones por correo electrónico ahora incluyen un botón: “Dona a Save America”. Hay rifas de balones de futbol americano autografiados, ofertas para conocerlo en eventos e incluso lo que suenan como amenazas. “El presidente Trump me ha enviado un mensaje de texto”, dice una declaración, afirmando a continuación que “el director de la recaudación de fondos” reportará a las personas que no donen.

Otros mensajes por correo electrónico prometen que Trump contribuirá montos iguales a las donaciones, o llamados de auxilio indicando que sin el apoyo de los donantes no podrá financiar sus mítines. Trump les ha indicado a algunos de sus asesores que reescriban sus mensajes, habiéndole parecido que algunas frases eran banales, particularmente el saludo: “Amigo”.

Aunque esos mensajes están destinados a donantes de cifras menores, el expresidente también ha estado recaudando montos más altos a través de cenas y torneos de golf en sus clubs privados de Nueva Jersey y Palm Beach, cuyas entradas a veces tienen un precio de hasta seis cifras. Y algunos de sus aliados están considerando otros medios de recaudación de fondos diseñados para motivar a Trump a postularse o para pagar por sus mítines políticos al estilo de campaña electoral.

Sus aliados y asesores dicen que el dinero tiene el fin de mostrar fortaleza política de cara a las elecciones de 2024 mientras evalúa su nueva candidatura a la presidencia, y que piensa contribuir con parte de esos fondos a las campañas de los candidatos que ha apoyado para las elecciones de mitad de período en 2022. Hasta ahora, Save America no le ha aportado recursos a ninguno de los candidatos que ha apoyado para 2022, según los registros de la Comisión Federal Electoral (Federal Election Commission, FEC por sus siglas en inglés).

Algunas personas familiarizadas con las operaciones del expresidente dijeron que las solicitudes de recursos basadas en la crisis en Afganistán recibieron muchísimo apoyo, debido a que sus simpatizantes, agraviados por las acciones de Biden, buscan la mejor manera de oponerse al actual presidente.

“Después de las elecciones hubo algo de erosión”, dijo una de estas personas. “Pero a medida que han pasado los meses, los simpatizantes han vuelto y han empezado a donar más”.

A nivel organizacional, la órbita en torno a Trump continúa siendo un desorden, donde asesores que representan a los distintos candidatos compiten por obtener el apoyo del expresidente. Recientemente se distanció de Corey Lewandowski, un líder clave en los esfuerzos de recaudación de fondos, debido a que la esposa de un donante alegó que éste la había tocado de manera inapropiada y que le había hecho una proposición inadecuada durante una cena filantrópica en Las Vegas.

Trump sigue enfocado en vengarse de aquellos que se opusieron a sus esfuerzos por revertir los resultados de las elecciones. Le ha pedido a David Perdue, exsenador de Georgia, que se postule contra el gobernador Brian Kemp, de acuerdo a personas que conocen del tema. Trump presionó públicamente a Perdue para que se postulara durante un mitin el 25 de septiembre en Perry, Georgia, en el cual se burló de Kemp por no haberlo apoyado en sus demandas electorales.

Trump, al igual que otros Republicanos, es optimista en cuanto a las posibilidades de que el partido recupere la mayoría en la Cámara y el Senado el año que viene, en parte por la reciente caída de Biden en las encuestas. Colaboradores del presidente Biden, quien cumplió 78 años, dicen que él también tiene pensado postularse a la reelección.

“Lo que estoy percibiendo es que el pueblo quiere salvar este país”, dijo Steven Scheffler, miembro del Comité Nacional Republicano en Iowa. “Cada vez se ven más personas en los eventos Republicanos”.

Información de los Autores:

Josh Dawsey es periodista de emprendimientos e investigaciones políticas para el Washington Post. Se unió al periódico en 2017 y previamente cubría la Casa Blanca. Antes de eso, cubría la Casa Blanca para Político, y la Legislatura de Nueva York y al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, para el Wall Street Journal.

Michael Sherer es reportero de política nacional para el Washington Post. Previamente era jefe de la oficina en Washington de la revista Time, donde también actuó como corresponsal para la Casa Blanca. Antes de unirse a Time, era el corresponsal en Washington para Salon.com.

Lea el artículo original aquí.

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