(c) 2021, The Washington Post - Tony Romm
El presidente Joe Biden se reunirá con los principales Demócratas de la Cámara y del Senado hoy martes mientras la Casa Blanca se apresura a improvisar un nuevo paquete económico que pueda satisfacer tanto a los liberales que quieren incrementar los gastos sociales como a los centristas que buscan limitarlos.
La nueva serie de reuniones refleja una urgencia política sobre la promesa central de Biden de reformar las leyes de salud, educación, inmigración, clima e impuestos. Con negociaciones estancadas durante meses, y los ánimos caldeados públicamente entre las facciones Demócratas en disputa, el presidente buscará el consenso en Capitolio para reimpulsar su agenda.
Está previsto que Biden se siente primero con legisladores liberales, incluida la representante Pramila Jayapal, Demócrata por Washington, líder del Caucus Progresista del Congreso, un bloque de izquierda que ha mantenido su apoyo incondicional a un nuevo gran presupuesto para abordar las prioridades sociales y ambientales, incluyendo expandir Medicare, combatir el cambio climático y proporcionar nuevos beneficios fiscales y programas de ayuda a familias de bajos ingresos.
Posteriormente, el presidente se reunirá con el grupo moderado, que incluye la representante Suzan DelBene, también Demócrata por Washington, líder de la Coalición de Nuevos Demócratas, y el representante Josh Gottheimer, Demócrata por Nueva Jersey. La sesión tiene lugar en conjunto con un acercamiento adicional entre Biden y otros centristas, como los senadores Joe Manchin, Demócrata por Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, Demócrata por Arizona, quienes siguen insistiendo en recortes abruptos al plan original de $3,5tn (millones de millones).
En reuniones anteriores, Biden ha dicho a ambas facciones de los Demócratas que no tienen más remedio que ceder en algunos aspectos, lo que sugiere que deberán llegar a un acuerdo con un paquete más pequeño, de aproximadamente 2tn de dólares, lo cual los obliga a reducir sus prioridades políticas. Pero los legisladores del partido no han acordado ni el alcance de los recortes ni el precio final del proyecto de ley, lo que ha provocado un estancamiento que ha impedido que los Demócratas actúen para adoptar una medida que muchos consideran crítica para sus propias perspectivas de reelección.
Aunque sin una resolución clara a la vista, la Casa Blanca ha intentado proyectar una sensación de confianza esta semana. Después de reunirse con los principales Demócratas, Biden también piensa viajar el miércoles a Scranton, Pensilvania, su lugar de nacimiento y el mismo sitio donde presentó por primera vez su agenda conocida como "Build Back Better" (“Reconstruir Mejor”).
"Nos alienta el ritmo acelerado de las conversaciones y estamos ansiosos por lograrlo", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa sobre la agenda reuniones.
La gran cantidad de actividades presagia lo que se perfila como una última carrera frenética antes de finalizar el año, con la agenda económica del presidente pendiendo de un hilo. Además de este desafío, los Demócratas liberales han retenido otro proyecto de ley no relacionado, de aproximadamente $1,2tn para mejorar la infraestructura de la nación, negociado principalmente por Manchin, Sinema y otros moderados, en un intento por maximizar su posición negociadora en torno al paquete de gastos más amplio destinado a desarrollar los programas sociales. El proyecto de infraestructura incluye fondos esenciales para programas de carreteras que vencen a finales de octubre, lo que impone a los legisladores un plazo para resolver sus desacuerdos.
Las tensiones se han manifestado en los últimos días a través de una disputa pública entre Manchin y el senador Bernie Sanders, Independiente por Vermont, líder del Comité de Presupuesto y arquitecto principal del plan de $3,5tn. Como Manchin ha insistido en recortes masivos, Sanders ha enfatizado que los Demócratas ya han cedido en sus aún mayores propuestas previas y ahora, como resultado de esta disputa política, corren el riesgo de negarle al pueblo estadounidense beneficios urgentes, como la nueva cobertura dental, auditiva y visual para personas mayores a través de Medicare.
La semana pasada, Sanders incluso dio el raro paso de publicar un artículo de opinión en un periódico de Virginia Occidental, presentando el plan de $3,5tn y algunos de los componentes a los cuales Manchin se opone a la propia base electoral del senador moderado.
"Éste es un momento crucial en la historia moderna de Estados Unidos. Tenemos una oportunidad histórica para apoyar a las familias trabajadoras de Virginia Occidental, Vermont y de todo el país y crear una política que funcione para todos, no sólo para unos pocos", escribió Sanders.
Eso provocó la ira de Manchin, lo cual lo llevó a emitir una breve declaración de réplica más tarde el viernes, reafirmando sus preocupaciones sobre el nuevo gasto federal en un momento cuando "millones de puestos de trabajo están abiertos, las cadenas de suministros están tensas y los impuestos inflacionarios inevitables están desfalcando los salarios de los trabajadores, ganados con su ardua labor”.
"Ésta no es la primera vez que una persona que vive fuera del estado trata de decirles a los habitantes de Virginia Occidental qué es lo mejor para ellos a pesar de no tener relación con nuestro estado", dijo Manchin. "Para ser claros, nuevamente, el Congreso debe proceder con cautela sobre cualquier gasto adicional y no votaré por una expansión imprudente de los programas gubernamentales. Ningún artículo de opinión de un autoproclamado socialista independiente va a cambiar eso".
Los dos legisladores parecieron salir del Capitolio el lunes por la noche proyectando un aire de camaradería. Pero sus desacuerdos siguen siendo feroces, ya que Manchin no ha ofrecido ninguna señal de recular en su plan original de cortar por la mitad la propuesta de $3,5tn y reducir severamente algunos de sus elementos esenciales, incluyendo un plan para extender el crédito tributario por hijos para familias, el cual el senador quisiera hacer depender del nivel de ingresos y de nuevos requisitos de empleo.
Manchin también ha mantenido una férrea oposición a las propuestas más agresivas de los Demócratas para combatir el cambio climático, incluyendo el plan para pagar a los proveedores de energía por reducir sus emisiones de carbono y penalizar a quienes no lo hagan. Con ese programa en peligro, la Casa Blanca este fin de semana comenzó a explorar ideas alternativas, una lucha que se produce semanas antes de que Biden asista a la mayor reunión ambiental de líderes mundiales en el último cuarto de siglo.
Sin ese programa de energía limpia, algunos Demócratas temen que el presidente no podrá lograr su plan de reducir a la mitad las emisiones de carbono para 2030. Pero es esa una iniciativa clave, como otras que Manchin ha tratado de modificar o eliminar considerablemente, sobre la cual Psaki dijo esta semana que la Casa Blanca está abierta a ceder.
"Estamos en un punto en el que sentimos la urgencia de hacer avanzar las cosas", dijo en su conferencia de prensa el lunes. "Y el alto número de reuniones es un reflejo de eso".
Información del Autor:
Tony Romm es reportero del Washington Post que cubre la política económica del Congreso.
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