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Le llaman "Padre Pistolas". Sacerdote mexicano recomienda las armas para enfrentar a narcos.

IGLESIA. Al Padre Gallegos también le gusta vestirse de paisano, pero nunca sin su arma. / Eje Central Mx.

El sacerdote católico, Alfredo Gallegos, es apodado "El Padre Pistolas" por portar un arma en la cintura y fomentar su uso en Michoacán para defenderse de los narcotraficantes. Práctica que reafirma, causando polémica.

El contexto: En Michoacán, estado en el centro oeste del país, asolado por la violencia, sorprendió cuando un sacerdote llamó desde el púlpito a los feligreses para que se armen contra las bandas de narcotraficantes en guerra. “Tenemos que defender nuestras vidas”, afirmó el religioso.

  • “Vienen los pistoleros del cartel, se llevan el ganado, se follan a tu esposa e hija y tú no haces nada”, dijo el reverendo Gallegos en un sermón. “Bueno, consíguete un arma, el gobierno se puede ir al infierno”.
  • La ley mexicana prohíbe a la mayoría de los civiles poseer casi todas las armas de fuego, excepto rifles de caza o escopetas de calibre extremadamente bajo.
  • Pero Michoacán tiene un historial de movimientos de milicias de autodefensas civiles armadas de “autodefensa” desde 2013 y 2014.
  • En ese entonces, los vigilantes lograron expulsar a la banda dominante de los Caballeros Templarios, pero los cárteles rivales como los Viagras y el cártel de Jalisco han entrado sin mayores resistencias del gobierno mexicano.

¿Qué dicen?: "El Padre Pistolas" -en referencia de una película mexicana de 1961-, a principios de noviembre, fue públicamente respaldado por otro sacerdote católico y romano, Gregorio López, quien llamó al sermón de Gallegos: "El grito del pueblo".

  • “Él está tratando de ser la voz del pueblo y ese es el sentimiento de la comunidad, que deben estar armados”, dijo López, quien se desempeñó como una especie de asesor espiritual de algunas de las autodefensas en 2014.
  • El reverendo López es un sacerdote conocido por llevar un chaleco antibalas mientras celebraba la misa en sitios del conflicto y  dirige refugios para personas que han huido de sus hogares.
  • También ha tratado de ayudar a obtener asilo o estatus de refugiado para los residentes de Michoacán en Estados Unidos.

Otro punto de vista: Por otro lado, el reverendo Gilberto Vergara, que tiene una parroquia en Aguililla, un pueblo disputado por cárteles en guerra, adoptó una postura más cautelosa.

  • "Que los civiles tomen las armas nunca termina bien”, dice Vergara. "No actuaría de esa manera, pero cada uno tiene su propio estilo".
  • "Lo más vergonzoso es la ausencia del gobierno, que se ha convertido simplemente en un espectador en una guerra que ha dejado tantos muertos, tanta destrucción", dijo a The Associated Press al discutir la frustración de la gente con el ejército.

Fuente principal de la noticia: MLT online.

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