Países de Latinoamérica han asumido el cambio de Constitución como símbolo de reformas profundas desde inicios de siglo. Ahora el reciente presidente de Perú, Pedro Castillo, sigue en la misma tónica. No se sabe de propuestas concretas, pero lo comentado apunta dar más poder al presidente.
Opositores asumen entre la preocupación y la intrascendencia a la propuesta de un cambio de la Constitución peruana, que a diferencia de otras en la región, ha dejado un presidencialismo sumamente tutelado por el parlamento, como consecuencia del tristemente célebre "fujimorazo" de 1992.
¿Por qué es importante?: Cambiar la Constitución fue una promesa radical de campaña de Pedro Castillo, el exmaestro de escuela primaria. Pero después de la sorpresiva victoria de una carrera ganada amargamente en julio, a sus críticos les preocupa que él planee llevar a Perú por el camino de otros países latinoamericanos donde la democracia se ha marchitado.
- Los precedentes van desde el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro hasta Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua. Los populistas de izquierda de la región - y ahora quizás Nayib Bukele en El Salvador- han utilizado la reforma constitucional y las instituciones débiles para consolidar el poder.
El contexto: El presidente Castillo fue respaldado por el partido marxista, Perú libre, pero desde su elección ha molestado a la organización después de reemplazar a su primer ministro de extrema izquierda por uno más moderado que recientemente dijo que la reforma constitucional no es una prioridad.
- Aún así, Lucas Ghersi, un joven abogado constitucionalista que lidera una campaña preventiva por el "no" -a reelaborar la constitución-, dice que no pueden correr ningún riesgo y piensa que la historia regional reciente muestra que la complacencia es amiga de los autoritarios.
- En las calles de Lima ya se pueden ver "plantones" o protestas permanentes de jóvenes opositores haciendo una campaña preventiva por el "no".
- La constitución de Perú fue redactada en el gobierno del último dictador del país, Alberto Fujimori. Mas las enmiendas a lo largo de los años han dado como resultado una presidencia notoriamente débil, lo que ha exacerbado la inestabilidad política peruana.
- Durante el lapso de una semana el año pasado, el país tuvo tres presidentes diferentes, un nivel de agitación política que tuvo manifestantes en las calles exigiendo una nueva constitución.
¿Qué dicen?: "No queremos que nuestro querido Perú se convierta en otra Venezuela", dice Armando Tapia, parte del pequeño grupo que busca firmas en una tarde de domingo en el centro de Lima. “Hugo Chávez se mantuvo en el poder reescribiendo la constitución primero”, dice, “y nuestro presidente quiere seguir esos pasos. ¡Decimos que no! ”.
- “Existe la sensación de que la reforma constitucional no es el cambio que la gente necesita en este momento para mejorar sus vidas”, según Milagros Campos, académica constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
- “La idea del presidente de una nueva constitución es un poco radical, y entiendo la preocupación de que abriría al país a demasiadas incertidumbres o que el proceso para llegar a esta nueva constitución no estaría abierto a todos los peruanos”, dice, Annie Mego, psicóloga ocupacional de una compañía de seguros.
Fuente principal de la noticia: The Christian Science Monitor.