Colby Smith en Nueva York and James Politi en Washington
Joe Biden ha postulado a Jay Powell para que continúe al mando del Banco de la Reserva Federal por un segundo período, optando por la continuidad en un momento delicado para la economía estadounidense, la cual está demostrando una alta inflación persistente y una recuperación poco uniforme del mercado laboral.
Lael Brainard, considerada la principal rival de Powell para el principal cargo, fue nominada para vicepresidenta, la posición que actualmente ostenta Richard Clarida.
Biden comentó que Powell y Brainard habían ayudado a “guiarnos a lo largo del peor período de la historia moderna de Estados Unidos hasta llegar al camino de la recuperación”.
Añadió que “confía en que el presidente Powell y la Dra. Brainard seguirán enfocados en el control de la inflación, en la estabilidad de precios, y en lograr el pleno empleo de forma que nuestra economía sea más fuerte que nunca”.
“Juntos, también comparten mi profunda convicción de que se requiere actuar urgentemente para responder a los riesgos económicos ambientales y que hay que salir al paso de los riesgos emergentes a nuestro sistema financiero”.
Biden no ha nominado a nadie para el puñado de puestos vacantes en la junta directiva de la entidad, el cual incluye el cargo de vicerrector de supervisión, quien es responsable de la regulación bancaria. “El presidente tiene pensado comenzar a nominar esos puestos a comienzos de diciembre y está comprometido con mejorar la diversidad en la composición de la junta”, comunicó la Casa Blanca.
La decisión pone fin a meses de especulación sobre el apetito de la administración Biden para una reconfiguración de la Fed en momentos en los cuales el banco central está debatiendo como afinar la política monetaria para enfrentar las disrupciones en la cadena de suministros y las crecientes presiones inflacionarias.
En el transcurso de este mes, la Fed comenzó a reducir su programa de recompra de activos de $120 millardos mensuales, con la intención de eliminar totalmente el estímulo para el verano que viene.
Pero los datos de inflación recientes, que exhiben el crecimiento de precios al consumo en EEUU más rápido de las tres últimas décadas, han aumentado las probabilidades de que la autoridad monetaria tenga que descartar el modelo paciente de política monetaria, acelerando la “reducción” del programa de compra de bonos y aumentando las tasas de interés varias veces el año que viene.
Powell, de 68 años, fue elevado a presidente de la Fed por Donald Trump en 2017 luego de ser gobernador desde 2012, y antiguamente fue uno de los principales funcionarios del Tesoro bajo George HW Bush. Se perfilaba como el nombramiento menos controversial para Biden, particularmente dado que cuenta con un amplio apoyo bipartidista que debería facilitar su proceso de confirmación en el Senado.
Los partidarios de Powell también alegaron que en un momento de tanta incertidumbre económica, un cambio de liderazgo podría generar una volatilidad innecesaria en el mercado.
Habiendo liderado la fuerte respuesta del banco central ante la pandemia, Powell fue alabado por prevenir un pánico mayor en el mercado y por guiar la economía de EEUU a través de una de las peores contracciones de la historia.
Al mantener al Republicano Powell, Biden hizo caso omiso de las críticas de los progresistas sobre el desempeño regulatorio del actual rector, que alegan que ha diluido las reglas impuestas luego de la crisis financiera para las principales instituciones financieras.
La senadora de izquierdas Elizabeth Warren (D-MA) llegó hasta denominar a Powell como un “hombre peligroso” en septiembre.
Biden y su equipo tomaron la decisión luego de hablar con Demócratas tanto con progresistas como moderados del Capitolio, incluyendo una reunión con Warren en la Casa Blanca, según comentó una persona familiarizada con el proceso. Esta persona comentó que Biden comunicó su decisión a Powell y a Brainard el viernes.
Durante el primer período de Powell, Brainard se ha opuesto a disminuir los requerimientos de capital y liquidez de los bancos de EEUU, y también se ha mostrado en contra de modificar los parámetros de la regla Volcker respecto a la compraventa de activos por cuenta propia.
La elección de Biden se adhiere a la poco violada tradición de confirmar un incumbente como rector de la Fed durante el primer período de un presidente – para respaldar la continuidad de políticas y la independencia del banco central.
Barack Obama confirmó a Ben Bernanke como presidente del Fed en 2009, y Bill Clinton hizo lo propio con Alan Greenspan en 1996. Pero Donald Trump rompió el molde hace cuatro años cuando eligió a Powell en vez de darle a Janet Yellen un segundo período.
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