(c) 2021, The Washington Post - Amy Goldstein
La industria farmacéutica se basa en prácticas de fijación de precios de medicamentos que son "insostenibles, injustificables e injustas", según ha determinado una investigación de casi tres años realizada por el comité de supervisión de la Cámara de Representantes de EEUU.
Los hallazgos, publicados el viernes, muestran que las empresas estudiadas por el comité aumentaron los precios de los medicamentos de mayor consumo durante los últimos cinco años en casi cuatro veces la tasa de la inflación. El informe busca desacreditar las afirmaciones de la industria de que la estrategia de precios de las empresas es necesaria para reinvertir el dinero en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, y postula que los ingresos son sustancialmente mayores que el nivel de inversiones.
El informe de 269 páginas es obra de la mayoría Demócrata del comité. La presidenta del panel, la representante Carolyn Maloney, Demócrata por Nueva York, dijo como preámbulo que el informe se deriva de analizar más de 1,5 millones de páginas de documentos internos de las empresas y del testimonio en cinco audiencias legislativas, por lo cual el resultado es una "revisión poco común al proceso de toma de decisiones que se lleva a cabo dentro de muchas de las empresas farmacéuticas más lucrativas del mundo".
En un contragolpe, los Republicanos del comité de supervisión emitieron su propio informe sobre la industria farmacéutica, basado en una mirada bastante menos exhaustiva a las empresas conocidas como administradores de beneficios farmacéuticos, que actúan como intermediarios para administrar los beneficios de medicamentos en nombre de aseguradoras privadas, planes de medicamentos de Medicare y otras entidades de ese tipo. La industria farmacéutica y otros críticos han sostenido durante años que los PBM, como se les conoce, son una de las principales razones del aumento en el gasto de medicamentos porque reciben pagos que no divulgan, -bajo la modalidad de reembolsos-, basados en el precio de lista de un medicamento, por lo cual mientras mayor es el precio, mayor el reembolso.
"Al tratar de presentar a las empresas [farmacéuticas de marca] como los únicos villanos en el debate sobre el costo de los medicamentos, [los Demócratas] ignoran los beneficios que brindan al público en forma de tratamientos y curas", como las vacunas contra el coronavirus, dice el informe Republicano de 19 páginas, el cual es la secuela a un foro sobre PBMs que los Republicanos del comité organizaron el mes pasado. Los intermediarios "utilizan su influencia en el mercado para aumentar sus ganancias, no para reducir los costos para los consumidores", sostiene el informe del Partido Republicano.
Las opiniones antagónicas sobre la raíz de los altos costos de los medicamentos en Estados Unidos, y qué hacer al respecto, llegan en un momento políticamente delicado. Los informes de la Cámara tienen como objetivo influir en el sentimiento público y, especialmente, en los miembros del Senado, que se están preparando para considerar un amplio proyecto de ley de gasto social que los Demócratas aprobaron en la Cámara el mes pasado. La legislación, llamada Build Back Better (Reconstruir Mejor), marcaría el comienzo de una serie de cambios sustanciales en la atención médica, en otras áreas de la red de seguridad social, y en la lucha contra el cambio climático. El presidente Biden está ansioso por lograr su aprobación en pleno.
Ese proyecto de ley de la Cámara de Representantes incluye varias políticas destinadas a regular los precios de los medicamentos, pero no son tan ambiciosas como hubiesen querido muchos Demócratas liberales. Permitiría que Medicare, el sistema federal de seguros para los estadounidenses mayores, negocie directamente con los fabricantes de productos farmacéuticos para reducir los precios de una clase limitada de hasta 10 medicamentos costosos, que se elegirían en el futuro, incluidos los medicamentos para pacientes con cáncer, a partir de 2025 y luego incrementando a 20 medicamentos. Eso eliminaría la prohibición sobre tales negociaciones existente desde que Medicare agregó beneficios de medicamentos hace 15 años. La redacción final del proyecto de ley es mucho más modesta que las versiones anteriores, las cuales habrían permitido negociaciones sobre los precios de hasta 250 medicamentos.
El proyecto de ley de la Cámara también limitaría a $2.000 por año la cantidad que las personas con Medicare pagan por medicamentos directamente de sus bolsillos. Y para las personas con Medicare, la insulina no costaría más de $35 al mes.
En los últimos días, los Demócratas del Senado han comenzado a prepararse para aprobar una versión de la legislación en esta cámara del Congreso, y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, Demócrata por Nueva York, se ha fijado el objetivo de aprobarla antes de Navidad. No está claro si se cronograma es realista, y el proyecto de ley enfrenta un camino tortuoso porque el Senado está tan dividido que sólo puede aprobarse si todos los miembros Demócratas votan a favor.
Debra DeShong, vicepresidenta ejecutiva de asuntos públicos de PhRMA, el principal grupo comercial de la industria, calificó el informe de los Demócratas como "un simple ejercicio partidista para justificar una propuesta extrema que restringiría el acceso de los pacientes a curas y tratamientos que salvan vidas".
"Al igual que el desastroso proyecto de ley defendido por los líderes Demócratas, este engañoso informe no aborda las prácticas abusivas de las empresas de seguros y de los intermediarios que se benefician de un sistema defectuoso mientras los pacientes no pueden pagar sus medicamentos", dijo DeShong. "Esta supuesta investigación ha ignorado los problemas reales de asequibilidad que enfrentan las personas, como el aumento de los deducibles y otros costos directos".
La investigación Demócrata del comité de supervisión se centró en 10 empresas farmacéuticas que venden una docena de medicamentos que, según dice, son los que más le cuestan a Medicare.
La revisión de las prácticas de las empresas "confirma que la industria farmacéutica ha aumentado los precios Estados Unidos durante muchos años mientras mantiene o reduce los precios en el resto del mundo", según el informe. Haciendo eco de las opiniones de Biden y muchos otros legisladores Demócratas, el comité indica que tales aumentos se reducirían si el Congreso otorga a Medicare autoridad para negociar con los fabricantes sobre cuánto cobran por los medicamentos que toman las personas cubiertas por el programa.
Determinó que Medicare podría haber ahorrado casi $17 mil millones de 2011 a 2017 si la parte del programa que brinda beneficios de medicamentos hubiera podido obtener descuentos similares a los de otros programas de seguros públicos que negocian los precios de los medicamentos con las compañías farmacéuticas. Medicaid y la Administración de Salud para Veteranos ya pueden hacerlo.
El informe describe una serie de prácticas de la industria que, según dice, son perjudiciales para los consumidores y los contribuyentes.
Para el analgésico Lyrica, el informe dice que el fabricante, Pfizer, ha utilizado protecciones de patentes y otros medios que evitan la competencia de los genéricos de menor precio. Por ejemplo, según el informe, la empresa obtuvo permiso de los reguladores federales de medicamentos para comercializar el fármaco como de uso exclusivamente pediátrico, generando $1,6 millardos adicionales.
Para los 12 medicamentos que examinó el comité, el informe dice que sus fabricantes aumentaron los precios más de 250 veces en total durante los últimos años.
La industria a menudo argumenta que el enfoque de los críticos en el precio de lista de los medicamentos es engañoso porque muchos pacientes obtienen descuentos y pagan mucho menos. El informe dice que los precios netos de los 12 medicamentos que los consumidores pagan también son "significativamente más altos" que cuando inicialmente salieron al mercado.
Y los aumentos de precios, según el informe, contribuyeron a ganancias sustanciales de la industria. En 2019, dice el informe, la docena de medicamentos incluidos en la investigación generaron en Estados Unidos ingresos por un total de $38,5 millardos.
El informe revela que, de 2016 a 2020, las empresas les pagaron a sus directores ejecutivos, en conjunto, casi $800 millones.
En cuanto a las afirmaciones de la industria de que los fabricantes de medicamentos deben cobrar lo suficiente para financiar la innovación, el informe dice que el estudio encontró que "las inversiones de las empresas en [investigación y desarrollo] son superadas con creces por las ganancias". Y algunas de las investigaciones que realizan las empresas, según el informe, tienen el único propósito de encontrar "mejoras" a medicamentos como Humira, un medicamento para la enfermedad de Crohn, de manera que puedan extender la protección de propiedad intelectual de su fármaco frente a la competencia.
Información de la Autora:
Amy Goldstein es la redactora del Washington Post para noticias sobre las políticas nacionales de salud. Durante sus tres décadas en el Post, sus reportajes la han llevado desde refugios para personas sin hogar hasta el Air Force One, a menudo centradas en la intersección de la política y las políticas públicas. Es la autora de "Janesville: Una Historia Estadounidense".
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