Un nuevo estudio de McKinsey & Company, Inc —consultora global en áreas de administración— revela que la brecha salarial de los latinos en Estados Unidos sigue siendo amplia, especialmente para latinos nacidos fuera del país, esto representa la dificultad de movilidad laboral y la creación de riqueza intergeneracional para estas comunidades.
No llega al dólar. Los latinos representan el 17.5% de la fuerza laboral estadounidense, aún así, ganan solo 73 centavos por cada dólar que hace su igual blanco en el trabajo —algo que se profundiza cuando se le agregan las brechas de género y se considera a las mujeres latinas, ya que reciben solo 51 centavos por cada dólar—. Esto se suma a la discriminación que ya enfrentan los latinos para solicitar financiamiento de emprendimientos, las dificultades que tienen para acceder a comida y el impacto que tuvo la pandemia en la población hispano-latina en USA.
Claves. El estudio señala algunos puntos destacables sobre esta diferencia de sueldo que afecta principalmente a latinos migrantes, la brecha salarial acumulada al año y qué significa para la economía estadounidense.
- Los latinos-hispanos nacidos fuera de Estados Unidos pueden ingresar hasta $31,700 anuales, mientras que los latinos nacidos en el país ganan en promedio $38,848 anuales. Sigue siendo una diferencia enorme cuando se compara con los $52,942 anuales que ingresa un trabajador blanco. Los latinos migrantes representan una mayor cantidad de personas dentro de la fuerza laboral del país, en comparación con aquellos nacidos en EE.UU.
- La brecha anual acumulada alcanza los $288 mil millones, lo que limita la capacidad económica de los latinos de iniciar empresas y negocios propios y participar de lleno como consumidores en la dinámica económica del país. A su vez, los latinos usualmente tienen puestos de trabajo que no representan niveles altos en la jerarquía de las empresas y “roles que nadie quiere ocupar''.
- Debido a que los latinos ingresan menos que otras personas en Estados Unidos, deben priorizar necesidades básicas a la hora de gastar el dinero. A medida en que se acentúa la brecha, también lo hace la pobreza y decrecen las oportunidades sociales para los latinos; según el estudio las familias latinas son más propensas a vivir en situación de pobreza que las familias blancas.
A pesar de que el reporte de McKinsey & Co. señala que esta brecha salarial impide que los latinos construyan una seguridad financiera estable, aseguran que puede empezar a minimizarse la diferencia a medida que los latinos van representando cada vez más la población joven del país debido a un aumento en la tasa de natalidad, “al crecer el porcentaje de latinos en la fuerza laboral, la brecha podría reducirse”.