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Análisis Ampliado - Tensiones a fuego lento mientras los Demócratas trazan los próximos pasos del proyecto presupuestario

Sen. Joe Manchin, D-W.Va., departs after a vote on Capitol Hill on Dec. 15. MUST CREDIT: Washington Post photo by Jabin Botsford.

(c) 2021, The Washington Post - Tony Romm, Mike DeBonis, Marianna Sotomayor

Cuatro días después de que una ruptura pública pusiera en peligro la agenda económica del presidente Joe Biden, los Demócratas del Congreso se han embarcado en el laborioso proceso de tratar de rescatarlo del abismo, con la esperanza de aplicar su mantra político de Reconstruir Mejor – Build Back Better - al mismo plan de gastos que dio luz al nombre.

La tarea que enfrentan los legisladores del partido parece inmensa pero familiar: una vez más se encuentran reconsiderando su propuesta para reformar las leyes de salud, educación, clima, inmigración e impuestos del país, tratando de decidir qué disminuir o desechar por completo para ganar el crucial apoyo del senador Joe Manchin (D-WV).

El alcance de las objeciones de Manchin se hizo evidente el domingo, cuando reveló que no apoyaría el proyecto de ley de aproximadamente 2tn (millones de millones) de dólares de los Demócratas tal como está redactado, dándole al proyecto legislativo lo que equivaldría a un golpe político de muerte. Esto provocó la inmediata indignación de la Casa Blanca, la cual emitió una rara reprimenda contra el moderado legislador, en la que esencialmente lo acusó de haber engañado al presidente. Y puso en inmediato riesgo un programa federal de crédito tributario por hijos que expira pronto y que los Demócratas consideran fundamental para el legado de Biden.

Pero los ánimos se han enfriado a medida que avanza la semana. Biden dijo el martes que todavía veía posible elaborar un acuerdo para el plan de gastos. Los Demócratas del Senado tuvieron el martes por la noche una llamada privada, con la participación de Manchin, para discutir sus planes de reanudar el debate y posiblemente votar en enero. Y los legisladores del Congreso y sus colaboradores poco después reanudaron el regateo sobre los detalles más finos, con la esperanza de eventualmente alcanzar un acuerdo.

"Creo que hay un consenso abrumador de que tenemos que encontrar una manera de llegar al sí", dijo el senador Chris Van Hollen (D-MD), reflexionando sobre el diálogo Demócrata. "Tendremos que tomar algunas decisiones difíciles para asegurarnos de lograr algo importante".

Sin embargo, en el intento por resolver su disputa, los Demócratas también enfrentan la dura realidad de las muchas exigencias de Manchin. El senador postula que el precio no debe exceder los $1,75tn, lo cual requiere recortes sustanciales más allá de lo que habían anticipado los Demócratas. Y ha rechazado los planes originales del partido de reducir los costos del proyecto de ley ajustando las fechas de inicio y finalización de sus diversos programas de gastos, que, según dijo, deberían hacerse permanentes o excluirse por completo.

Eso presenta opciones incómodas para los Demócratas. ¿Tendrán que recortar sus planes para expandir los beneficios de Medicare en torno a problemas auditivos o tendrán que eliminar su propuesta de invertir miles de millones en viviendas asequibles?

¿Podrán permitirse el lujo de brindar atención médica domiciliaria a las personas mayores y a las personas con discapacidades y, al mismo tiempo, llevar a cabo la profunda reestructuración educativa que quieren?

¿Y cómo podrán buscar una extensión al programa federal que proporciona pagos mensuales a millones de estadounidenses con hijos, dada la oposición de Manchin a la idea y al gasto que implicaría?

"Sospecho que finalmente conseguiremos que se apruebe algo en el Senado, que será una iniciativa mucho más estrecha con tres o cuatro elementos principales que se financiarán de manera más sólida", dijo el representante John Yarmuth (D-KY), presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara.

El panel de este otoño originalmente sentó las bases para lo que se suponía sería una medida de impuestos y gastos de $3,5 billones, hasta que Manchin solicitó una primera ronda de recortes que enfureció a los Demócratas en aquel momento. Sin embargo, Yarmuth teme que, a comienzos del próximo año, el arduo proceso para seguir reduciendo los costos podría ser incluso más difícil de digerir para algunos.

"¿Puedes hacer eso y aprobarlo en el Senado? ¿Puedes hacer eso y aprobarlo en la Cámara?" preguntó. "[Los Demócratas] no pueden garantizar todos los votos en la Cámara si debilitan severamente las protecciones climáticas, si no incluyen el crédito fiscal por hijos... Creo que aquí hay un riesgo real".

Con el proceso legislativo retomando impulso, las conversaciones sólo confirmaron lo que ha sido obvio para algunos Demócratas durante meses: el proyecto de ley de $2tn que alguna vez pensaron aprobar para Navidad nunca se promulgara como ley de la nación.

Los legisladores del partido tenían grandes ambiciones como parte de esa propuesta, que se basa en las promesas de la campaña Demócrata y los planes de política económica presentados por el presidente en la primavera. Esperaban expandir los beneficios de Medicare, reducir el costo de los medicamentos recetados, garantizar la educación preescolar como servicio universal, invertir nuevas sumas para combatir el cambio climático y profundizar los programas federales de seguridad social. Los Demócratas pretendían pagar todas estas políticas a través de impuestos dirigidos a los millonarios y a las empresas que no pagan nada anualmente al gobierno federal.

El paquete total llegó a poco más de 2 billones de dólares, mucho menos de lo que los Demócratas habían buscado inicialmente, pero más que el acuerdo inicial que Biden había logrado con los legisladores moderados para romper en el otoño un estancamiento de meses. Los Demócratas de la Cámara de Representantes lo adoptaron en noviembre, incluso cuando surgieron los primeros indicios de que Manchin no respaldaba su contenido, incluido su plan de proporcionar licencia familiar y médica pagada a millones de estadounidenses.

El crescendo finalmente llegó el fin de semana pasado, cuando Manchin, en el programa "Fox News Sunday", dijo que "no podía votar" a favor del proyecto de ley, citando el hecho de que podría aumentar el déficit y contribuir aún más al reciente aumento en los precios al consumidor.  Eso, a su vez, enfureció a la Casa Blanca, provocando que la secretaria de prensa, Jen Psaki, emitiera una extensa refutación, señalando que la medida sería financiada en su totalidad y que Manchin se había comprometido a seguir trabajando con los Demócratas para lograr un acuerdo.

En Capitol Hill, los legisladores del partido se molestaron, sintiendo que habían sido engañados durante meses. Un Demócrata moderado de la Cámara de Representantes, que habló en condición de anonimato esta semana para describir reuniones pasadas con Manchin, dijo que estaban conmocionados por la oposición del senador después de que en repetidas ocasiones dio la impresión de que buscaría llegar a un acuerdo. Eso incluyó el tema del crédito tributario por hijos, según el legislador, quien agregó que la Casa Blanca también había asegurado a los miembros de la Cámara que Manchin estaba de acuerdo con extenderlo.

Pero la rabia inicial de los Demócratas comenzó a disminuir el martes, cuando todos volvieron a trabajar en un proyecto de ley que podría determinar la suerte de su mayoría en las próximas elecciones.

En declaraciones a los periodistas el martes, Biden trató de proyectar una renovada sensación de optimismo. "El senador Manchin y yo vamos a lograr algo", dijo después de compartir todos los detalles de su respuesta a la rápida ola Ómicron del coronavirus. La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.

Los senadores Demócratas se reunieron por su cuenta el martes por la noche para una reunión virtual de aproximadamente 90 minutos, donde el líder de la mayoría Chuck Schumer, de Nueva York, enfatizó que no se rendirán en buscar la aprobación de la Ley Build Back Better, según una fuente Demócrata familiarizada con el asunto que comentó anónimamente por haber sido privada la conversación. Schumer reiteró sus planes de realizar una votación sobre el proyecto de ley en enero, esté listo o no.

Poco después, algunos legisladores expresaron su apoyo a los planes de Schumer de tomar un voto, a pesar de que otros en el partido tienen reservas personales dada la posibilidad de un resultado fallido en el Senado.

"No sólo deja constancia de quiénes lo apoyamos, sino que también deja muy claro, dónde estamos parados y nos da la oportunidad de hablar una vez más sobre la verdadera sustancia del proyecto por el cual estamos votando", dijo el Senador Bob Casey, Demócrata por Pensilvania. "Pero también hay que saber que los Republicanos son unánimes en su oposición. Y si tenemos 49 Demócratas o 48, cualquiera que termine siendo el número, eso proporcionará una verdadera claridad".

Manchin, por su parte, reiteró en la reunión privada sus preocupaciones de que el nuevo gasto podrían empeorar la inflación, aumentar la deuda y, en el proceso, poner en peligro la capacidad del país para responder ante las amenazas globales, según otras dos fuentes Demócratas, quienes también hablaron en condición de anonimato. La oficina de Manchin se negó a comentar.

Algunos Demócratas también han enfatizado públicamente su apoyo a la búsqueda de un acuerdo, incluso cuando lamentan los recortes que esto podría implicar. Pocos han visto la propuesta que Manchin presentó a Biden durante las negociaciones la semana pasada, pero la simple perspectiva de que podría incluir dinero en respuesta al cambio climático llevó al senador Ed Markey (D-MA) a reconocerla esta semana como un "camino a seguir” que tiene “los elementos para un acuerdo".

El senador Ron Wyden (D-OR), líder del Comité de Finanzas, publicó en los últimos días su propio plan preliminar, con un potencial enfoque únicamente en las políticas que apuntan a los precios de los medicamentos, la atención médica y al cambio climático. Dijo que los recortes son "extremadamente decepcionantes", aunque quizás políticamente inevitables, dada la "obstrucción Republicana y las limitaciones de legislar en un Senado 50-50".

Pero reducir el proyecto de ley amenaza con crear aún más problemas políticos para los Demócratas, muchos de los cuales ya tuvieron que aceptar recortes incómodos para reducir un proyecto estimado originalmente en $3,5tn.  Esa versión del proyecto incluía un plan de expansión de Medicare para proveer cobertura a servicios dentales y oftalmológicos, así como un esfuerzo por ofrecer educación universitaria gratuita a los estadounidenses que la necesitan. Todos estos programas fueron descartados para aliviar las preocupaciones de Manchin sobre el costo.

En una señal de la dura lucha que se avecina, muchos Demócratas se han negado a comentar particularmente sobre el futuro del crédito fiscal por hijos. Los Demócratas esperaban hacer una extensión permanente a este programa como parte de la Ley Build Back Better, y luego archivaron la idea a favor de una extensión por un año que creían que Manchin apoyaría. Aunque muchos Demócratas dicen que es fundamental para reducir la pobreza infantil, Manchin señaló tan recientemente como esta semana que no quisiera continuarlo y, en cambio, preferiría revertirlo a su concepto anterior, con una elegibilidad mucho más limitada.

"Hemos estado muy lejos filosóficamente", dijo en una entrevista el lunes con la radio WV MetroNews, y agregó: "Si se llama crédito fiscal, debes tener un documento W-2 donde demuestres que trabajaste".

En privado, los Demócratas han discutido las formas en las cuales podrían modificar el programa para ganar el voto de Manchin, tal vez limitándolo a personas de menores ingresos. Pero queda por verse si Manchin estará abierto a tal acuerdo y qué tan firme podría aferrarse a su exigencia de que todos los gastos en la propuesta se hicieran permanentes. Tal medida para extender el crédito tributario por hijos podría costar más de $1tn, haciendo imposible que los Demócratas logren mucho más.

El miércoles, los legisladores de tendencia liberal en el Caucus Progresista del Congreso trazaron su propia línea política en la arena. Citando la importancia de la agenda del presidente, particularmente porque el coronavirus plantea nuevas amenazas financieras para las familias, dijeron que no aceptarán "nada menos que los elementos contenidos en el marco negociado por el presidente" en otoño.

Ese plan de 1,75tn de dólares excluía la política de licencia familiar y médica pagada, a la cual Manchin se había opuesto. Pero sí incluía una extensión de un año al crédito tributario por hijos que expirará a fines de diciembre. El bloque, encabezado por la representante Pramila Jayapal (D-WA) instó a Biden a explorar formas de abordar el resto de su agenda a través de decretos ejecutivos.

"Hemos trabajado demasiado duro como para darnos por vencido ahora, y no tenemos la intención de hacerlo", dijo el caucus en un comunicado.

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Información de los Autores:

Mike DeBonis cubre principalmente la Cámara de Representantes Washington Post. Anteriormente cubrió política y gobierno en DC entre 2007 a 2015.

Marianna Sotomayor cubre la Cámara de Representantes, centrándose en el liderazgo Demócrata y Republicano, para el Washington Post, a donde llegó en 2021 procedente de NBC News.

Tony Romm es reportero del Washington Post para política económica del Congreso.

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