Alrededor de 39mil toneladas de ropa se acumulan entre las dunas del desierto de Atacama. Recientemente la agencia de noticias AFP reveló las fotografías de Martin Bernetti que muestran montañas de ropa descartada y abandonada en una zona franca, libre de jurisdicción, en el norte de Chile.
Contexto. Según un reportaje de AFP, el enorme montón de ropa está formado por prendas confeccionadas en China y Bangladesh. Estas llegan a las tiendas de Estados Unidos, Europa y Asia. Cuando las prendas no se compran, se llevan al puerto de Iquique en Chile, desde ahí se revenden a otros países latinoamericanos.
- Alex Carreño, un ex empleado del área de importación del puerto de Iquique, en Chile, reconoció que “la ropa llega de todas partes del mundo. Lo que no se vende en Santiago ni se envía a otros países se queda en zona franca”.
- Por ese puerto ingresan alrededor de 59.000 toneladas de ropa al año, de las cuales 39.000 son llevadas a vertederos en el desierto.
¿Por qué es importante? Una de las mayores preocupaciones es que gran cantidad de estas prendas están elaboradas, principalmente, con fibras sintéticas y tienen componentes químicos que la hacen altamente contaminante para el medio ambiente.
- Sus componentes no biodegradables, incluyendo el plástico, implican que tendrán que pasar miles de años para que estas piezas se descompongan.
- Las pacas o fardos de ropa usada que ingresan a diferentes países latinoamericanos como consecuencia del fast-fashion también ponen de relieve la problemática de la sobreproducción y el consumo excesivo de prendas.
- En El documental “Se abrió paca”, creado por Fashion Revolution Guatemala, se aborda otra de las consecuencias que traen los fardos de ropa que llegan a la región, como la disminución en la demanda de ropa elaborada de forma local y la pérdida del valor del trabajo de artesanos.
Con información de: Vogue México, AFP y Business Insider México