Max Seddon en Moscú, Erika Solomon en Berlín y Laura Hughes en Londres
El secretario de estado de EEUU, Antony Blinken, viajará a Kiev y a Berlín esta semana para continuar los intentos de la Casa Blanca por amainar las tensiones sobre Ucrania frente a advertencias renovadas de una posible invasión rusa.
Según informó el departamento de estado de EEUU, Blinken se reunirá el miércoles con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y un día después con sus homólogos de relaciones exteriores de Francia, Alemania, y el Reino Unido. El viaje se organizó a última hora luego de que el diálogo de la semana pasada sobre temas de seguridad entre Rusia, EEUU y la OTAN, llegaran a un “punto muerto”.
La Casa Blanca advirtió el viernes que Rusia había plantado personeros para una operación de “bandera falsa” que podría usarse de pretexto para una agresión abierta hacia Ucrania.
Vladimir Putin, el presidente de Rusia, niega estar planeando el uso de la fuerza hacia Ucrania pero ha amasado tropas en la frontera y amenazó con una “respuesta técnico-militar”, no específica, si EEUU y la OTAN no acceden a las demandas de Moscú de que la alianza militar trasatlántica retire sus propias tropas de la región y se comprometa a no admitir jamás a Ucrania como miembro.
Luego de que la UE fue dejada a un lado de las conversaciones la semana pasada, Francia y Alemania buscan revivir el formato de diálogo entre cuatro personas estilo Normandía, con Ucrania y Rusia, respecto al proceso de paz atascado del Dombás.
Durante una visita a Moscú, la secretaria de estado alemana, Annalena Baerbock, advirtió que se estaba acabando el tiempo para que la diplomacia resolviera la crisis de Ucrania, y que Alemania y Europa tendrían que actuar para hacer frente a cualquier amenaza a las reglas de la UE, aunque eso pudiera tener un costo económico.
“En semanas recientes, más de 100.000 soldados rusos con tanques y vehículos blindados se han acumulado cerca de Ucrania sin ninguna justificación aparente”, comentó luego de su reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov en Moscú. “Es difícil no considerar eso una amenaza”.
Hablando desde Berlín, el canciller Olaf Scholz comentó que todo está sobre la mesa si Rusia invade Ucrania, incluyendo el controversial gasoducto Nord Stream 2, el cual está finalizado pero a la espera de completar trámites regulatorios europeos antes de poder operar.
“Está claro que habrá altos costos y que todo tendrá que hablarse si hay alguna intervención militar contra Ucrania”, dijo Scholz a la prensa luego de una reunión con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
EEUU y sus aliados europeos han dicho que las demandas de Rusia – las cuales esencialmente reescribirían los acuerdos de seguridad de Europa forjados al final de la guerra fría – son inaceptables; y que impondrán sanciones debilitantes a Moscú si utiliza la fuerza contra Ucrania.
Si bien occidente no se ha puesto de acuerdo en cuanto a pasos específicos, probablemente sean mucho más extensos que las sanciones que no lograron evitar que Rusia se anexara la península de Crimea y fomentara la guerra en la región oriental ucraniana de Dombás en 2014.
Lavrov dijo que Rusia daría la bienvenida a un diálogo adicional con EEUU al margen del formato de Normandía, indicando que el Kremlin ve una resolución del tema de Ucrania como parte de una gran negociación sobre seguridad con la Casa Blanca.
“Tenemos razones para creer que la administración actual tiene una visión más realista sobre la manera de resolver el conflicto de Ucrania”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa posterior a su reunión con Baerbock.
Lavrov repitió las acusaciones de Rusia de que Ucrania estaba intentado “sabotear” el tratado de Minsk, y dijo que esperaba que EEUU convenciera a Kiev de cumplir sus obligaciones con respecto a otorgar a dos regiones respaldadas por Rusia un estatus especial bajo la constitución de Ucrania.
Ucrania se ha resistido a este paso, ya que dice que eso le daría a Moscú un veto respecto a sus ambiciones de unirse a la OTAN, y ahora acusa a Rusia de causar el colapso del diálogo.
El primer ministro británico Boris Johnson, advirtió que a Putin no se le debe permitir “reescribir las reglas” respecto a Ucrania, informando a los ministros de su gabinete hoy martes que Moscú estaba llevando a cabo una “campaña de desinformación para socavar” a Kiev.
Gran Bretaña ha dicho que esta proveyendo a Ucrania con misiles antitanque de corto alcance debido al “comportamiento cada vez más amenazante” de Rusia, y que cerca de 100 tropas paramilitares británicas habían sido enviadas a ayudar con los entrenamientos.
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