Después del ataque al Capitolio del 6 de enero, la policía del Capitolio agregó un nuevo procedimiento de seguridad a su lista. Tres fuentes anónimas le aseguraron a Politico que los funcionarios policiales han estado haciendo chequeos secretos de antecedentes y examinando los perfiles en redes sociales de las personas invitadas a reunirse con legisladores.
¿Por qué es importante?
Realizar este tipo de chequeos a personas que no son sospechosas de haber cometido algún crimen es considerado controversial de parte de los agentes de law enforcement y de inteligencia, ya que eleva dudas sobre el respeto a las libertades civiles.
- “Independientemente de lo que piensen que significa para la seguridad, suena peligrosamente cerca - si no es que ya se pasó de la raya - de espiar a los miembros del Congreso, su personal, sus electores y sus simpatizantes (...) Cualquier persona involucrada en la implementación de esto sin hacérselo saber a los miembros del Congreso debe renunciar o ser despedido de inmediato”, dijo el representante republicano Kelly Armstrong.
- Varios analistas de inteligencia de la policía del Capitolio ya han expresado su preocupación sobre la práctica al inspector general del departamento, según una de las personas entrevistadas por Politico. Se sabe que, además de invitados, los funcionarios también han hecho las mismas investigaciones a personal del Congreso.
La respuesta
A través de un comunicado, la policía del Capitolio defendió la nueva práctica de búsqueda de información pública, argumentando que se hace en coordinación con las oficinas de los congresistas: “Cuanta más información pública tengamos, mejor podremos entender qué tipo y cuánta seguridad es necesaria”, afirmó la agencia.
- Los cambios importantes en la unidad de inteligencia de la organización comenzaron en el otoño de 2020, cuando el departamento contrató a la exfuncionaria del Departamento de Homeland Security, Julie Farnam, para ayudar a administrar el grupo.
- De acuerdo a información obtenida por Politico, luego del 6 de enero, Fanram cambió el procedimiento de las Evaluaciones para Eventos Congresionales y ordenó la vigilancia cercana de personas que se reunieran en público o privado con los legisladores, investigar sus antecedentes, redes sociales e incluso información sobre los oponentes políticos de cada congresista.
- A los analistas también se les encomendó examinar los registros de impuestos y bienes raíces para averiguar quién era el propietario de lugares visitados por los legisladores. Por ejemplo, la unidad escudriñó una reunión que el senador republicano Rick Scott celebró con donantes en una casa privada. Igualmente sucedió con el representante del GOP Steve Scalise.
- Ante esto, la policía del Capitolio respondió que “es nuestro deber defender a los miembros del Congreso donde sea que estén. Así como los periodistas, hacemos investigaciones con información pública”. Sin embargo, las respuestas de Armstrong, Scalise y Scott indican que los legisladores que brindan información al departamento pueden no estar al tanto del alcance del análisis realizado a sus asociados.
Con información de Politico