La vicepresidenta Kamala Harris durante una reunión con ejecutivos del triángulo del norte en Washington, en mayo pasado. FOTO: Washington Post por Demetrius Freeman.
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(c) 2022, The Washington Post - Cleve R. Wootson Jr., Kevin Sieff

Cuando la vicepresidenta Kamala Harris asista a la toma de posesión presidencial de Xiomara Castro en Honduras hoy jueves, la Casa Blanca espera que sea mucho más que una muestra de apoyo durante una histórica reunión de "primicias" femeninas.

En Castro, la primera mujer en dirigir Honduras, la administración cree que Estados Unidos ha encontrado una aliada que ayudará a detener la corrupción en una región plagada de abusos gubernamentales y excesos poco éticos. Detener la corrupción, dicen los asesores de Harris, es un paso fundamental para mejorar la vida de los hondureños y darles una razón para quedarse en su país de origen en lugar de hacer el peligroso viaje en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

Harris estuvo en a la toma de posesión de Castro hoy por la mañana y luego participará en una reunión bilateral con la nueva presidenta esta tarde. El viaje es el segundo de Harris a la región del Triángulo Norte centroamericano desde que el presidente Joe Biden le pidió que dirigiera los esfuerzos de la administración para atacar las causas originales de la migración en Honduras, Guatemala y El Salvador, un tema complejo y políticamente volátil que ha atormentado a generaciones de líderes políticos.

Pero la visita, y la esperanza de que el gobierno de Castro resista la tentación del autoritarismo y los dólares de los cárteles de la droga, evidencia cuán generalizada se ha vuelto la corrupción en la región. El anterior ocupante del palacio presidencial hondureño, Juan Orlando Hernández, ha sido nombrado como un coconspirador y aliado de narcotraficantes, acusado de recibir millones en sobornos. En la vecina Guatemala, los fiscales están tratando de determinar si los ejecutivos de empresas rusas sobornaron al presidente Alejandro Giammattei para obtener un muelle que ayudaría a sus intereses mineros. Casi media docena de personas relacionadas con el presidente de El Salvador han sido acusadas de corrupción.

Estados Unidos ve una combinación de inversión pública y privada como un camino para salir de la pobreza para las personas que viven en los países del Triángulo Norte. Un llamado a la acción organizado por la vicepresidencia ha generado $1,2 millardos en inversión para la región. Pero los expertos dicen que el plan fracasará si las empresas y los grupos de ayuda temen que el dinero destinado a ayudar a la gente acabe en los bolsillos de los políticos.

"La vicepresidenta ha estado trabajando para desarrollar la colaboración con la industria privada y otras agencias, agencias internacionales para ayudar a promover oportunidades económicas, así como combatir la pandemia y realizar inversiones en la cadena de suministros", dijo el representante Raul Ruiz, Demócrata por California, quien preside el Caucus Hispano del Congreso y acompaña a Harris en su viaje.  "Y para hacer eso, los inversionistas y las partes interesadas deben confiar en que el dinero realmente llegará a donde debe ir.  Combatir la corrupción es una necesidad subyacente para lograr cualquiera de estas cosas".

En una llamada con los periodistas previa al viaje, los asesores de Harris dijeron que estaban animados por los esfuerzos de Castro para combatir la corrupción, como permitir que las Naciones Unidas establezca un organismo de lucha contra la corrupción dentro de Honduras.

Pero los observadores dicen que si bien tienen la esperanza de que la elección de Castro sea un paso positivo, erradicar la corrupción en tantos aspectos de la vida pública no será una tarea fácil.

“Todavía hay mucha influencia del crimen organizado y de los cárteles de la droga”, dijo Ana María Méndez Dardón, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para América Latina, una organización no gubernamental que promueve los derechos humanos y la democracia en la región. “Redes ilícitas que están conformadas por una alianza entre políticos y el crimen organizado están trabajando dentro del gobierno. Vemos mucha esperanza en esta nueva administración. Vemos que Xiomara Castro ha hecho grandes promesas. Sabemos lo que quiere hacer, pero el cómo es la pregunta clave que tenemos".

Incluso antes de que el avión vicepresidencial Air Force Two partiera con Harris hacia Tegucigalpa para la toma de posesión de Castro, había señales de tumulto. Los aliados de Castro no han podido asegurar una mayoría gobernante indiscutible en el parlamento, lo que genera dudas sobre si tiene el camino abierto para cumplir sus promesas políticas. Dos bloques distintos de políticos recientemente electos se han aliado a diferentes grupos de líderes y ambos afirman tener una mayoría, un callejón sin salida que seguía sin resolverse en vísperas de la toma de posesión. Los funcionarios estadounidenses han alentado a los líderes hondureños a continuar negociando una resolución duradera.

El resultado no sólo impactará a los políticos hondureños. También puede contribuir a cómo la historia verá a Harris.

En Estados Unidos, los críticos de la vicepresidenta han buscado vincularla a la crisis en la frontera sur, que experimentó una rápida afluencia de migrantes centroamericanos al comienzo de la presidencia de Biden. Los Republicanos críticos de Harris la apodaron como "zar fronterizo" de Biden en un esfuerzo por vincularla con un atolladero de inmigración que ningún líder político estadounidense ha podido resolver. Harris es ampliamente vista como la probable heredera de Biden en 2028, o 2024 si el presidente en funciones de más edad en la historia de EEUU opta por no buscar la reelección.

Las críticas se producen cuando un histórico número de inmigrantes llega a la frontera sur de Estados Unidos. Más de 178.000 inmigrantes fueron arrestados por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza el mes pasado, un récord para diciembre, pero aún por debajo del pico de julio de más de 213.000.

El primer viaje internacional de Harris mostró la promesa y el peligro de la misión. Llegó a Guatemala con ayuda para enfrentar la pandemia y promesas de inversión empresarial. Pero ese primer viaje estuvo teñido por un intercambio con Lester Holt de NBC News en el que torpemente minimizó la urgencia de visitar la frontera, como los Republicanos y otros críticos la habían instado a hacer. Más tarde ese mes, cedió a la presión de ir a la frontera.

También ofreció consejos severos y claros a los potenciales migrantes que estén considerando un intento de ingresar a Estados Unidos.

"No vengan. Serán rechazados".

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Kevin Sieff y Nick Miroff del Washington Post contribuyeron con este reporte.

Información de los Autores:

Cleve R. Wootson Jr. es reportero del Washington Post para la Casa Blanca.

Kevin Sieff ha sido corresponsal del Washington Post para América Latina desde 2018. Anteriormente se desempeñó como jefe de las oficinas del periódico en África y Afganistán.

Lea el artículo original aquí.

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