Especial para The Washington Post - Daniel W. Drezner
A medida que sigue empeorando la crisis de Ucrania, hemos pasado de las reuniones multilaterales de enero a las reuniones de "diplomacia de alto riesgo" de febrero. Este lunes, por ejemplo, el presidente Joe Biden se reunió con el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin. Luego, tanto Macron como Scholz se dirigirán a Ucrania.
Con esta avalancha de actividades, puede ser difícil pausar un momento e intentar detectar patrones detrás de varios de estos movimientos de política exterior. Sin embargo, el personal que labora aquí en Spoiler Alerts está muy a favor de hacer pausas durante las crisis para evaluar precisamente eso. Y esto es lo que estoy notando: la comunidad de inteligencia estadounidense ha estado pregonando desde hace tiempo las supuestas intenciones de Rusia.
A fines de la semana pasada, altos funcionarios de la administración le dijeron a Julian Barnes del New York Times que "Estados Unidos ha obtenido inteligencia sobre un plan ruso para fabricar un pretexto para invadir Ucrania utilizando un video falso que se basaría en recientes campañas de desinformación".
Durante el fin de semana, el Washington Post publicó un artículo sobre sesiones informativas de inteligencia que concluye que "Rusia está cerca de completar los preparativos para lo que parece ser una invasión a gran escala de Ucrania que podría dejar hasta 50.000 civiles muertos o heridos, decapitar al gobierno de Kiev dentro de dos días, y desencadenar una crisis humanitaria de hasta 5 millones de refugiados que huirían del caos resultante".
Demetri Sevastopulo, del Financial Times, continuó con un reporte que señala que "los funcionarios militares y de inteligencia de EEUU creen que Rusia piensa realizar un gran ejercicio de armas nucleares este mes como una advertencia a la OTAN para que no intervenga si el presidente Vladimir Putin decide invadir Ucrania". El reporte de Sevastapulo estaba lleno de detalles, entre ellos "Estados Unidos cree que el momento óptimo para una invasión rusa sería entre mediados de febrero y finales de marzo".
El lunes, Natasha Bertrand, Jim Sciutto y Katie Bo Lillis, de CNN, informaron más sobre la inteligencia estadounidense, asegurando que "las comunicaciones interceptadas por EEUU revelan que algunos oficiales rusos se han mostrado preocupados de que una invasión total a Ucrania sería más costosa y más difícil de lo que el presidente ruso Vladimir Putin y otros líderes del Kremlin estiman, según cuatro personas familiarizadas con los datos".
La historia de CNN señaló además: "Los funcionarios [rusos] también se han quejado de que sus planes han sido descubiertos y expuestos públicamente por las naciones occidentales, dijeron dos de las fuentes, citando las comunicaciones interceptadas".
Estos artículos han tenido el raro efecto de enfadar simultáneamente tanto a Ucrania como a Rusia. El mes pasado, los líderes ucranianos rechazaron públicamente las advertencias de EEUU por considerarlas excesivamente pesimistas, y lo hicieron nuevamente el lunes. La última ráfaga de sesiones informativas de inteligencia también irritó al liderazgo de Rusia. Según mis colegas del Post, "el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el lunes que esas predicciones estaban contribuyendo a la atmósfera 'tensa' sobre las demandas de Moscú de garantías de seguridad con respecto a su vecino". Otros funcionarios rusos descartaron las estimaciones estadounidenses como "locura y alarmismo".
Parte de la explicación para la avalancha de informes es que los analistas de inteligencia tienen que informar a los legisladores cada cierto tiempo, y la información de esas reuniones informativas tiende a llegar a la prensa. Dicho esto, estas advertencias parecen diseñadas para aumentar tanto la tensión como la atención, que no es el modus operandi estándar de la administración Biden. ¿Hay algún método en estos reportes, particularmente dado el reconocimiento de la comunidad de inteligencia de EEUU de que carece de activos dentro del círculo íntimo de Putin?
Hay dos posibles explicaciones. La primera es que al arrojar luz sobre la actividad rusa en torno a Ucrania, Estados Unidos está elevando los costos para Putin si decide llevar a cabo una acción militar agresiva. Cada vez que Estados Unidos revela información de inteligencia que indica que Rusia se está preparando para la guerra, es otro momento en el cual Putin se ve privado del elemento sorpresa (algo que usó con buenos resultados en 2014). Los funcionarios rusos luego tienen que negar cualquier intención hostil hacia Ucrania a pesar de la concentración de tropas. Tal vez llamar la atención de la mirada pública sea una táctica diseñada para disuadir a Putin aunque sea un poquito.
Si bien es posible, aumentar las tensiones también aumenta los costos para Putin si éste decide retroceder. Otra posibilidad es más simple: Estados Unidos quiere dejarle claro a Rusia que está plenamente consciente de sus planes y que así mismo puede preparar también sus propias operaciones de información.
El reporte de CNN sobre la reticencia dentro del ejército ruso a una invasión a gran escala es un ejemplo clásico de esto.
Parece poco probable que todo esto afecte la toma de decisiones de Putin: el efecto combinado de estas historias está en los márgenes del conflicto, y Ucrania es claramente un elemento central en la autoconcepción de Rusia que tiene Putin. Aún así, incluso los elementos en los márgenes pueden ser importantes.
Información del Autor:
Daniel W. Drezner es profesor de política internacional en la Facultad Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad de Tufts y colaborador habitual de PostEverything.
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