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Putin, Ucrania y la teoría diplomática del loco

Durante una cumbre de naciones en 2019, Vladimir Putin, presidente de Rusia, parece estar disgustado con la entonces canciller alemana Angela Merkel, mientras el presidente de Francia, Emmanuel Macron observa de cerca. FOTO: Bloomberg por Christophe Morin.

Gideon Rachman

¿Habrá guerra en Ucrania? El único hombre que podría saberlo con seguridad es Vladimir Putin.  El presidente ruso ha ordenado la concentración de tropas en las fronteras de Ucrania.  La decisión final sobre la invasión será sólo suya.

¿Pero cómo decidirá Putin?  Eso depende de la versión del líder ruso en la cual se crea: Putin el Racional o Vlad el Loco.

La mayoría de los políticos occidentales creen en Putin el Racional.  Argumentan que, tras más de 20 años en el poder, el líder ruso es una persona conocida. Es despiadado y amoral. Pero también es astuto y calculador. Se arriesga, pero no está loco.

Pero hay otros analistas que temen que el líder ruso se esté convirtiendo en Vlad el Loco. Piensan que Putin lleva demasiado tiempo en el poder y que se está volviendo cada vez más descabellado y paranoico.  Su aislamiento durante la pandemia ha empeorado las cosas. Vlad está escuchando a un círculo peligrosamente pequeño de asesores nacionalistas.

Como prueba de que Putin el Racional se ha transformado en Vlad el Loco, algunos señalan la reciente afición del líder ruso a publicar largos ensayos nacionalistas sobre historia y cultura. En julio, publicó un artículo de 5.000 palabras sobre la "unidad histórica de rusos y ucranianos", en el que describía la independencia de Ucrania como una aberración histórica.

El año anterior, Putin publicó un largo ensayo sobre los orígenes de la segunda guerra mundial, en el que sostenía que Gran Bretaña y Francia habían alentado deliberadamente a la Alemania nazi a atacar a la Unión Soviética. Estas cavilaciones apasionadas sugieren que el líder ruso puede dejarse llevar cada vez más por la emoción y las teorías excéntricas.

La diplomacia occidental hacia Ucrania sigue diseñada en gran medida para tratar con Putin el Racional.  Emmanuel Macron, líder de Francia, viaja esta semana a Moscú para intentar razonar con Putin y llegar a un acuerdo.

Tanto EE.UU. como los europeos están aplicando una política que podría describirse como "disuasión con rampas de salida". El objetivo es mostrarle a Putin que el precio de atacar a Ucrania será demasiado alto. El ejército ruso sufrirá grandes bajas, la economía rusa se verá afectada por sanciones devastadoras y la nación rusa estará cada vez más aislada.

Frente a esta perspectiva poco atractiva, Occidente trata de ofrecer a Putin "rampas de salida", opciones diplomáticas que le proporcionen el prestigio de una gran potencia y la oportunidad de iniciar amplias conversaciones sobre la seguridad en Europa.

Las esperanzas de que Putin pueda calcular racionalmente su alejamiento del conflicto han surgido por algunos de sus recientes comentarios.  Su sugerencia de que EE.UU. está tratando deliberadamente de incitar a Rusia a una guerra podría ser vista como la preparación del terreno para un retroceso. Después de todo, ¿por qué ir a la guerra si eso es lo que quiere tu enemigo?

Pero la suposición estadounidense predominante sigue siendo que la guerra es altamente probable.  Esta opinión no se basa en lo que dice Putin, sino en lo que hace.  En los últimos quince días, los estadounidenses han sido testigos de la ampliación del despliegue militar de Rusia. Les preocupa especialmente una nueva concentración de fuerzas en Bielorrusia, a sólo dos horas de viaje al norte de la capital ucraniana, Kiev. El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, está permitiendo que Moscú utilice su país como base para una posible invasión.  Los rusos también están completando todos los preparativos logísticos necesarios para la guerra.

Los analistas militares creen que las fuerzas rusas podrían rodear o incluso ocupar Kiev con bastante rapidez, si se les ordenara. Pero los creyentes en Putin el Racional sostienen que el líder ruso sabe que una invasión a gran escala de Ucrania sería una locura. Creen que es más probable que Putin lleve a cabo una acción militar limitada, quizás confinada al este de Ucrania, donde ya existe un conflicto de bajo nivel entre el ejército ucraniano y las fuerzas prorrusas.

Una ofensiva limitada, diseñada para dar a los ucranianos una "nariz sangrienta", podría dividir en lugar de unir a Occidente, ya que los aliados no se han puesto de acuerdo sobre la respuesta. El gobierno ucraniano podría desestabilizarse y caer. Y Rusia mantendría la opción de reconocer partes del este de Ucrania como repúblicas separadas. Todos estos movimientos podrían calificarse de arriesgados, pero racionales.

Pero si Vlad el Loco dirige ahora el espectáculo, es posible que Rusia tome medidas mucho más radicales. ¿Y si Putin se cree su propia propaganda? Una creencia apasionada en la "unidad de rusos y ucranianos" -combinada con una creencia paranoica de que Estados Unidos está manipulando los acontecimientos en Ucrania- puede llevar al líder ruso a subestimar peligrosamente la realidad del nacionalismo ucraniano. Por ello, es posible que Putin no comprenda plenamente el alcance de la oposición que encontrarán las fuerzas rusas, si intentan invadir y ocupar Ucrania.

Una última vuelta de tuerca es que Putin el Racional puede estar fingiendo ser Vlad el Loco. Fue Richard Nixon quien esbozó la "teoría del loco", cuando el presidente estadounidense dijo a sus ayudantes que podría ser útil que los enemigos de Estados Unidos pensaran que estaba lo suficientemente loco como para usar armas nucleares. Se dice que Putin está planificando ejercicios con armas nucleares de alto nivel en las próximas semanas, lo cual sería una estrategia propia del libro de jugadas del "loco". Pero la línea entre actuar como un loco y serlo es desconcertantemente fina.

Derechos de Autor - The Financial Times Limited 2021.

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