El debate sobre si desalentar o recibir y atender la llegada de los menores no acompañados, que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México ha puesto al gobernador católico de Florida, Ron DeSantis, en confrontación con la representación más alta de la iglesia católica romana en el estado sureño.
El incidente: El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, y otros líderes religiosos han implorado al gobernador que reconsidere una orden emitida en diciembre pasado, que suspende las renovaciones de licencias estatales para albergues que hospedan a niños no acompañados, alegando la vulnerabilidad de los menores. Por su parte, DeSantis dice que quiere disuadir el tráfico de personas y acusa a la administración de Biden de ser negligente a la hora de tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal.
- El conflicto escaló después de que el arzobispo expresó que no había ninguna diferencia entre los niños cubanos que llegaron a los EE. UU hace 60 años, a través del programa Pedro Pan, enviados por sus padres quienes temían por un adoctrinamiento por parte del gobierno de Fidel Castro, y los niños que hoy día llegan desde Honduras, El Salvador y Guatemala.
- “Comparar lo que está pasando en la frontera sur, con el tráfico masivo de personas, la entrada ilegal, las drogas, todas estas otras cosas con la Operación Pedro Pan, francamente, es repugnante. Está mal, ni siquiera se acerca a lo mismo”, indicó DeSantis la semana pasada, en una mesa redonda celebrada con seguidores de origen cubano, algunos quienes fueron parte de la operación Pedro Pan. “Estaban huyendo de una dictadura comunista que los perseguía. Esos no eran inmigrantes ilegales”.
- Días después, el arzobispo habló en una conferencia de prensa con otros líderes empresariales y exiliados cubanos criticando al gobernador DeSantis, pero sugirió erróneamente que el gobernador se había referido a los niños migrantes como repugnantes. “Este es un nuevo punto bajo en la política de suma cero de nuestros tiempos divisivos”, dijo Wenski. “Los niños son niños, y ningún niño debe ser considerado repugnante, especialmente por un servidor público”, informó AP.
- “Mentir es pecado”, tuiteó el martes la secretaria de prensa de DeSantis, Christina Pushaw, mostrando un anuncio que incluía una foto de Wenski. Eso provocó reacciones vehementes en línea de los partidarios de Wenski y su posición de que, aunque la política de inmigración de la administración Biden puede ser "caótica", el estado debe ejercer "magnanimidad" con los que llegan, especialmente los niños.
Ganancias políticas: El ex estratega republicano de Florida, Mac Stipanovich, indicó que, aunque parezca arriesgado para un gobernador centrado en los valores familiares conservadores irse en contra del arzobispo católico romano de Florida, el episodio podría “ser atractivo” para la “base republicana”.
- “Han decidido que ganarán más al arremeter contra niños inocentes de piel morena de lo que perderán por criticar al arzobispo”, dijo Stipanovich, quien abandonó el Partido Republicano y respaldó a Joe Biden para presidente.
- Las instalaciones que corren el riesgo de perder sus permisos forman parte de un programa financiado con fondos federales para menores que por lo general llegan a la frontera entre Estados Unidos y México sin la compañía de sus padres y los reúnen con familiares que ya están en el país.
- DeSantis emitió la orden señalando que no quería involucrarse con un programa federal que alienta al tráfico de menores que viajan sin sus padres.
- Durante el gobierno del presidente George W. Bush, el Congreso transfirió la atención y custodia de los niños menores de las autoridades migratorias al Departamento de Salud y Servicios Humanos, el cual dirige una red de albergues gestionados en su mayoría por organizaciones sin fines de lucro a fin de brindar un ambiente menos restrictivo para los menores de edad.
Con información de: AP.