A veces el miedo de los inmigrantes a la detención y la deportación les impide hablar por completo con los funcionarios de migración.
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Al menos 650 migrantes murieron cruzando la frontera entre Estados Unidos y México en 2021, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de las Naciones Unidas que monitorea la migración. La cifra marca un máximo anual histórico desde que el gobierno de EE. UU. comenzó a informar las muertes en la frontera entre EE. UU. y México en 1998, informó The Conversation. 

Vacíos de información: La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP), que estima las muertes de migrantes en un período de tiempo correspondiente al año fiscal, informó que 557 migrantes murieron a lo largo de la frontera desde octubre de 2020 hasta septiembre de 2021.

  • The Conversation señala que hay una advertencia para estas estimaciones y es que la OIM ha señalado que todas estas cifras de muertes de migrantes están siendo subestimadas, es decir, no se está registrando el número real y lo que está ocurriendo. 

¿Qué está pasando? Las tendencias migratorias a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México han cambiado recientemente, explica Courtney Riggle-van Schagen, estudiante de doctorado e investigadora en salud pública de la George Washington University, quien ha trabajado extensamente con personas migrantes. “La mayoría de las personas que cruzan la frontera no son de México, sino que han viajado desde Guatemala, Honduras y El Salvador”, señala. 

  • Las personas migran e intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México por razones como la violencia y la falta de oportunidades laborales en sus países de origen. Pero el viaje a través de América Central y México, o incluso más lejos, en algunos casos, también está plagado de violencia, incluida la agresión sexual y el secuestro.
  • A medida que ha aumentado la presencia de la patrulla fronteriza a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, los migrantes han adoptado nuevas rutas de viaje, empujándolos hacia partes más remotas y traicioneras del desierto. Si los agentes de la patrulla fronteriza capturan a los migrantes, los detendrán y potencialmente los deportarán.
  • Una vez que los migrantes se adentran en el desierto de Sonora o intentan cruzar el río Bravo, es mucho más probable que mueran que si se toman rutas más frecuentadas. La exposición al calor extremo, el frío, la deshidratación, las arañas o serpientes venenosas, el agotamiento y las lesiones son riesgos comunes.

Los que no cuentan: El subconteo no es un problema nuevo. Pero la probabilidad de que los cuerpos de los migrantes sean recuperados y contados ha disminuido a medida que los migrantes viajan por caminos más desolados. Desde 1990 se han descubierto cuerpos de migrantes en áreas cada vez más remotas, más alejadas de carreteras, pueblos y servicios de telefonía celular.

  • Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) rastrean las muertes en los EE. UU., pero no existe una agencia del gobierno en el país dedicada a rastrear las muertes de migrantes, incluso si ocurren en suelo estadounidense.
  • La Patrulla Fronteriza y de Aduanas (CBP) de EE. UU. informa de las muertes en cruces fronterizos, pero solo si los agentes de la patrulla fronteriza recuperan los cuerpos. Esto lleva a que los cuerpos recuperados por otras agencias de aplicación de la ley, grupos humanitarios o ciudadanos particulares no sean reportados  y, a menudo, no se identifiquen.
  • Aunque la CBP reconoce un aumento en las muertes de inmigrantes en los últimos años, hallazgos de una investigación de USA Today en 2017 sugirieron que el problema puede ser mucho peor. Según este trabajo, la cantidad de muertes de migrantes a lo largo de la frontera entre EE. UU. y México puede haber sido entre un 25 % y un 300 % más alta que los totales oficiales de 2012 a 2016.

¿Por qué es importante? Cuando los migrantes mueren cruzando la frontera, a menudo son las familias las que se quedan atrás para hacer preguntas y contar las historias de sus familiares desaparecidos. Pero a veces el miedo de los inmigrantes a la detención y la deportación les impide hablar por completo con los funcionarios de migración.

  • Pero el personal y los fondos de estos grupos no son suficientes para rastrear de manera integral las muertes de migrantes y no pueden reemplazar el trabajo de una agencia gubernamental responsable de rastrear este problema continuo.

Con información de: The Conversation

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