El presidente Joe Biden dará su primer mensaje anual al Congreso el martes a las 9:00 PM, un discurso conocido como State of the Union, en el que se informa sobre el estado general de nación y los planes legislativos previstos y lo hará cuando Estados Unidos está a punto de entrar en el tercer año de la pandemia de COVID-19, impone sanciones a Rusia ante su avanzada militar por Ucrania y el demócrata enfrenta bajos índices de aprobación.
“No hay duda de que en State of the Union, el pueblo estadounidense y cualquiera que lo observe en todo el mundo escuchará al presidente hablar sobre los esfuerzos que ha liderado en los últimos meses para construir una coalición mundial para luchar contra la autocracia y los esfuerzos del presidente Putin por invadir un país extranjero”, dijo a ABC la secretaria de prensa, Jen Psaki, quien durante la conferencia de prensa del viernes se negó a dar adelantos sobre el abordaje del discurso de Biden.
Agregó: “Lo que la gente también escuchará del presidente Biden es su optimismo y su creencia en la resiliencia del pueblo estadounidense y la fuerza del pueblo estadounidense”.
El discurso State of the Union suele tener, también, una refutación del partido de oposición, en este caso los republicanos, justo después de que culmina el presidente. Este año será realizado por Kim Reynolds, gobernadora de Iowa desde Des Moines. “La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, representa lo que significa liderar con convicción y verdadera fe en nuestros conciudadanos”, afirmó el líder de la minoría Kevin McCarthy.
Modificaciones ante el conflicto. El discurso State of the Union sería un reinicio para una administración que enfrenta bajos índices de aprobación, sobre todo por el manejo de la pandemia y la economía. La encuesta más reciente de The Washington Post-ABC, publicada el domingo, indica que solo 37% apoya el trabajo de Biden en la presidencia.
Ahora, parte del discurso ha sido revisado, explicó The Washington Post, para enfatizar la invasión no provocada de Rusia a Ucrania la semana pasada como una crisis para occidente. Detalló que no se trata de una reescritura completa del texto, sino una nueva versión para destacar la urgencia de defender el sistema democrático.
Una persona familiarizada con el discurso señaló a el Post que el discurso parecía diseñado para atraer a tres grupos de votantes cuyo apoyo necesita Biden: demócratas moderados, independientes y republicanos “nunca Trump”.
Funcionarios de la Casa Blanca indicaron el domingo que aún el discurso está cambiando y que a veces suelen eliminar temas importantes de la versión final.
Un protocolo más abierto. Biden se dirigió al Congreso en abril del año pasado, como parte de sus primeros días como mandatario, y se limitaron a unos 200 asientos, que es el 20% de la capacidad habitual para una presentación presidencial. Este año será distinto.
Todos los miembros del Congreso están invitados, aunque se mantendrá la prohibición de llevar invitados. Los asistentes deberán presentar una prueba de PCR negativa un día antes del discurso.
Las mascarillas son opcionales, de acuerdo con la última recomendación de la Oficina del médico tratante (OAP, por sus siglas en inglés), encargada del bienestar médico de los miembros del Congreso. Encabezada por el Dr. Brian Monahan, este organismo señaló que la tasa de pruebas positivas en el Capitolio se redujo al 2,7% en las últimas dos semanas, por debajo de las tasas actuales de Washington DC, Maryland y Virginia.
Según el Post, se espera que los asistentes incluyan a seis de los nueve jueces de la Corte Suprema, después de que solo uno fuera invitado a asistir al discurso del año pasado. Está previsto que asistan unos 20 funcionarios del gabinete y el palco de la primera dama Jill Biden podría tener hasta ocho invitados.
Además, se instaló una valla temporal durante el fin de semana alrededor del Capitolio para brindar una capa adicional de protección contra cualquier incursión al estilo del 6 de enero durante el discurso.
Con información de The Washington Post, NPR y AP