Al mandato de cubrebocas en los aviones le puede quedar poco vuelo. EFE/ Fernando Villa
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A medida que los casos de COVID-19 y la variante ómicron disminuyen en todo Estados Unidos, surgen preguntas sobre el final de los plazos impuestos por las autoridades para el uso del cubrebocas, en especial cuando aún es incierto el destino regulatorio de los vuelos. Se espera que el próximo 18 de marzo, la agencia federal que gestiona sistemas de seguridad en los aeropuertos, la Transportation Security Administration (TSA),  dé el veredicto final.

No es cualquier cosa. Los directivos de aerolíneas desde hace meses cuestionan la obligatoriedad de los mandatos de cubrebocas en vuelos. Argumentan que la filtración del aire en los aviones es lo suficientemente efectiva como para eliminar los patógenos.

  • No opinan igual los representantes del sindicato de asistentes de vuelo más grande del país, quienes han dicho que esperan se mantengan las medidas impuestas por los CDC. Insisten en que el COVID-19 todavía circula ampliamente y muchos niños pequeños todavía no han sido elegibles para las vacunas.
  • Algunos estudios científicos han estado probando alternativas que reduzcan los contagios dentro de los aviones. Este 1 de marzo, la revista Science Direct publicó un artículo sobre la disposición de asientos de un avión para evitar la transmisión viral.
  • De acuerdo con el reciente artículo de Science Direct, reducir la transmisión del coronavirus durante  los vuelos  implicaría dejar vacías hileras de asientos, una medida que las aerolíneas abandonaron. 

Lo que sabemos. A la fecha, la mayoría de los estados abandonaron  la obligación de utilizar el cubrebocas al aire libre y en espacios cerrados.  No obstante, hay estudios científicos que demuestran las posibilidades de propagación del COVID-19 en los aviones. Los casos de contagios en vuelos se han documentado, pero las evidencias demuestran que es relativamente raro.

  • En una revisión de investigaciones, publicada en septiembre del 2021 por la revista Journal of Travel Medicine, científicos analizaron 18 estudios de propagación del virus y concluyeron que es “raro” que suceda en aviones.
  • En 2020, el Departamento de Defensa de EEUU e investigadores de United Airlines y Boeing concluyeron que los sistemas de filtración de los aviones reducen la exposición al COVID-19 en más del 99%.
  • Este último estudio no tuvo en cuenta otros modos de transmisión de la enfermedad como la exposición directa a gotitas respiratorias, acercarse a pasajeros o caminar en pasillos.
  • Es concluyente, en todos los análisis, que los riesgos aumentan cuando una persona infectada está hablando y que quizás hay mayores factores de riesgo en los aeropuertos que en los aviones cuando las personas se quitan las máscaras.

Sin filtro. “Si observas los estudios, la mayor parte de la transmisión en vuelos… ocurrió en los anteriores a marzo de 2020, antes de la aplicación de la política de uso de máscaras en el trayecto”, dice la Dra. Aisha Khatib, quien preside el grupo de interés de Viajes Responsables de la Sociedad Internacional de Medicina de Viajes.

  • Independientemente de lo que suceda a nivel de políticas públicas, Khatib enfatiza que nadie debe viajar con síntomas y recomienda que los pasajeros “usen una máscara protectora que se ajuste bien y que usarán de manera constante”.

Fuente principal de la noticia: The Time.

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