Ucrania sigue bajo el asedio de las tropas rusas, que se desplazan a lo largo del país con el objetivo de llegar a Kiev, la capital, y deponer al mandatario democráticamente electo, Volodymyr Zelensky.
Mientras la nación eslava continúa bajo el ataque de Rusia, Europa y Estados Unidos han optado por imponer sanciones económicas hacia Putin y su círculo político más íntimo, aunque la administración del presidente Biden prepara nuevas y más amplias sanciones financieras.
Todos estos movimientos, incluida la sesión del Parlamento Europeo donde se aprobaron fondos de ayuda a Ucrania, han configurado la respuesta de Occidente a Putin.
En El Tiempo Latino conversamos en exclusiva con el doctor Michele Testoni, internacionalista y secretario de la Transatlantic Studies Association, sobre la situación actual en Europa tras el inicio de la guerra.
– ¿El inicio de la guerra expone que Occidente falló en su proceso de negociación con Rusia?
– Sí, quién dice que Putin nos ha tomado el pelo acierta.
– ¿Se subestimó a Putin? Con el deseo de que no hubiese guerra... ¿Los líderes mundiales subestimaron las acciones del presidente ruso y su alcance?
— Creo que sí. Todos (o casi) lo hemos subestimado. La política rusa de la última década es clara: intervención militar para promover y ampliar los intereses rusos a través de una combinación de mercantilismo energético y despliegue, en varias formas, de fuerza militar.
Sin embargo, Ucrania representa un paso adelante mucho más relevante por estas razones: este es un territorio mucho más grande; hemos pasado de intervenciones o incursiones a una invasión en larga escala; porque estamos en Europa, que fue el escenario principal de las dos guerras mundiales y porque hasta hace poco Putin, pese al continuo despliegue de tropas a la frontera, parecía utilizar la fuerza como un instrumento negociador (es algo normal) pero hemos visto que no era así.

— ¿Cuál es el alcance real de Putin en este conflicto?
–Parece que el objetivo de Putin es hacerse con Ucrania, derrocar a su presidente, Zelensky, y transformar Ucrania en país controlado directamente por el Kremlin. Es decir, que Ucrania sea una nueva Bielorrusia.
No obstante, hay factores que debemos tener en cuenta:
1. Que Putin, como dicho, pueda extender el conflicto a otros países como, por ejemplo, los Bálticos y Moldavia.
2. Que a veces las guerras terminan de la manera diferente a la que se había planeado. A menudo las cosas se desarrollan de forma incontrolada: otros actores entran en juego, los individuos y las sociedades pueden responder de forma inesperada, la eficiencia del propio sistema bélico se reduce, y los acontecimientos cambian de rumbo.
Los medios ucranianos reportaron que Viktor Yanukovych, el depuesto presidente ucraniano durante las protestas de 2014, se reunió con Vladimir Putin en el Kremlin, por lo que muchos especularon que Yanukovych podría ser la pieza que espera ubicar el presidente ruso en Kiev.
– ¿Cuál es la labor que le queda a la OTAN y a Estados Unidos en este escenario?
– Reforzar todos los sistemas de defensa colectiva de los países de Europa del este y también enviar ayuda (militar inclusive) a Ucrania.
— ¿Tras el inicio de las hostilidades hay espacio para volver a sentarse en la mesa y tomar la vía diplomática? ¿Cómo serían esas negociaciones?
– La vía diplomática siempre está abierta. La forma y sobre todo el contenido de esas negociaciones dependen del equilibrio de poder en el campo de batalla. Pero me parece que, a menos que haya sorpresas, Rusia no quiere negociar.
Aunque esta misma semana, Ucrania y Rusia iniciaron una nueva ronda de negociaciones en Bielorrusia, muchos analistas advirtieron que el principal representante de la delegación rusa que acudió a los diálogos fue el ministro de Cultura de ese país y otros funcionarios administrativos. Mientras que de parte de Ucrania, acudió el ministro de Defensa.
– Rusia recibe el repudio mundial... Pero dentro de su propio país, ¿cómo ven a Putin las élites, pero sobre todo cómo lo ven los ciudadanos?
— Rusia no está aislada: China la defiende y, lo que es más importante, podría aprovechar esta guerra para invadir Taiwán. Vivimos una situación de máxima alerta.
Putin gobierna Rusia desde hace más de 20 años. Vemos pequeñas protestas en las grandes ciudades (donde Putin tiene menor respaldo popular) pero es muy improbable que tengan efecto. La opción más eficaz sería un golpe de Estado para derrocar a Putin, como pasó con Gorbachov en agosto de 1991, pero, como en aquel entonces, podría ser un fracaso.
Lo que viene en Ucrania y en Europa
Ucrania solicitó su adhesión a la Unión Europea, sin embargo, aunque es un paso importante hay que esperar los tiempos adecuados para que se complete el proceso de inclusión de Kiev. Zelensky, que apeló a la emotividad en su discurso del martes, espera y solicita la ayuda del bloque. Pero además, Putin ya ha puesto sus amenazas sobre otras naciones: Finlandia y Suecia.
– ¿Cómo actuarán los países del Báltico? ¿Deben estar prevenidos? ¿Son ellos los siguientes?
— Sí, ahora es muy probable que Rusia intente poner el foco en los países Bálticos y también Moldavia. Puede ser en este conflicto o en los próximos años. Pero la OTAN está haciendo lo correcto en incrementar la defensa colectiva. También, debemos tener mucho cuidado con Finlandia y Suecia que, pese a no ser países aliados, son amigos y partners de la OTAN. La situación es muy dinámica, debemos considerar cualquier alternativa.
– En Occidente, sobre todo en América, se habla ya de un conflicto mundial. Algunos factores afirman que Biden intervendrá en la guerra entre Rusia y Ucrania con fuerza militar. Pero, ¿realmente esto pasará?¿Qué tipo de apoyo puede esperar Ucrania de la OTAN y de EEUU?
– Por el momento el apoyo militar a Ucrania es casi nulo, aunque parece que se le está enviando defensa antiaérea (misiles “Stingers”). Tal vez es demasiado tarde. La OTAN y EEUU defenderán a sus aliados, es un compromiso legal y político. Si Rusia ataca a un miembro de la OTAN, los demás van a intervenir.
19 de los 27 países de la Unión Europea envían material militar. La Comisión Europea aprobó una partida de 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz con la que buscan apoyar a Ucrania, como recoge el Instituto Per Gli Studi di Politica Internazionale (ISPI), publicó Newtral. Los países de la Unión Europea que no han anunciado ningún tipo de envío de ayuda a Ucrania son Austria, Bulgaria, Chipre, Eslovenia y Malta.