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Desenlace en Ucrania: ¿cómo podría acabar la guerra?

Un anuncio de Putin en Crimea expone que Rusia "luchará por la desmilitarización y eliminación del nazismo en Ucrania", pero dos semanas después de su comienzo, no hay claridad sobre el posible resultado de la invasión y subsecuente guerra lanzada por Putin a finales de febrero. FOTO: EFA/EPA/SRINGER.

El hecho de que Rusia no ha logrado una victoria rápida abre un abanico de posibles resultados.

Los funcionarios de inteligencia occidentales habían predicho la victoria de Rusia en menos de una semana después de que invadiera Ucrania.  Pero más de quince días después, Moscú y Kiev siguen enzarzados en una sangrienta batalla por el control.

Ucrania está montando una defensa más fuerte de lo previsto y los países occidentales la apoyan con suministros de armas. Mientras tanto, la campaña de Rusia se ha visto afectada por errores estratégicos, deficiencias logísticas y errores de inteligencia que subestimaron enormemente las capacidades ucranianas.  Los esfuerzos diplomáticos para detener los combates han fracasado hasta el momento.

Ante la imposibilidad de que Rusia consiga una victoria rápida y la falta de claridad del presidente Vladimir Putin sobre el desenlace, las capitales occidentales están evaluando una serie de escenarios sobre cómo el desarrollo del conflicto, según han declarado al Financial Times personas involucradas en las conversaciones.  A continuación, exponemos algunas de las posibilidades.

Victoria rusa, el gobierno de Zelensky es derrocado

A pesar de que Moscú no ha logrado hasta ahora el avance que esperaba, la mayoría de los funcionarios y analistas occidentales creen que su cálculo inicial -que Rusia obtendrá una victoria completa- sigue siendo el resultado más probable, dado su abrumador poder militar.

Pero Putin pagará un precio mucho más alto de lo que calculó inicialmente, tanto en términos de pérdidas militares como de la reputación de sus fuerzas armadas, dicen los analistas.  El número de víctimas civiles también será mucho mayor de lo previsto, ya que Rusia recurre a un bombardeo más indiscriminado y despliega armas como las municiones de racimo y bombas de vacío.

La mayoría de los analistas esperan que, tras tomar el control, Rusia sustituya el gobierno del presidente Volodymyr Zelensky por una administración pro-Moscú.  Esto podría conducir a algún tipo de gobierno ucraniano en el exilio respaldado por Occidente, con sede fuera del país, y a una insurgencia prolongada dentro de Ucrania.

"Si su objetivo es imponer algún tipo de régimen títere ... es bastante evidente, por la respuesta del pueblo ucraniano, que nunca lo aceptarán", dijo esta semana Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.  "Si intenta imponer ese régimen títere manteniendo las fuerzas rusas en Ucrania, será un largo, sangriento y prolongado caos por el cual Rusia seguirá sufriendo penosamente".

Victoria parcial de Rusia, el gobierno de Zelensky se queda con el estado residual

Zelensky ha rechazado las ofertas de las potencias occidentales para evacuarlo de Kiev, al parecer contestando que necesitaba "munición, no un aventón".  Pero muchos funcionarios de defensa e inteligencia dicen que una posible retirada al oeste de Ucrania - donde Rusia no ha hecho hasta ahora ningún intento de apoderarse de territorio - es un potencial desenlace.  Han propuesto Lviv, cerca de la frontera polaca, como posible nueva capital de un estado ucraniano.

La estrategia de invasión de Rusia, en la cual la potencia de fuego se ha concentrado en Kiev, al norte, y en las regiones del este y el sur de Ucrania, sugiere que eso también puede ser visto en el Kremlin como un resultado aceptable.

El inconexo ensayo de Putin sobre el pasado de Ucrania y sus relaciones con Rusia, publicado el año pasado y considerado por muchos como la justificación histórica del presidente ruso para la invasión, insinuaba una partición del país entre su este, más rusoparlante, y su oeste, centrado en Europa.

En contraste con los esfuerzos en el norte y el este del país, las fuerzas que invadieron desde Crimea -la península ucraniana anexada por Rusia en 2014- en el sur han logrado importantes avances a lo largo de la costa ucraniana del Mar Negro.  Si Rusia atacara y capturara el puerto de Odesa, la tercera ciudad más grande de Ucrania y desde hace tiempo identificada por la OTAN como un posible objetivo ruso, podría desconectar del mar a una Ucrania en crisis, lo cual paralizaría una ruta de exportación crucial.

Pero pocos piensan que Putin se conformaría si no captura Kiev y derrocar al gobierno de Zelensky, dado su objetivo declarado de "desmilitarizar" el país y apartarlo de sus ambiciones de adhesión a la UE y la OTAN.

Acuerdo negociado, sin control global

Las conversaciones entre Ucrania y Rusia desde el inicio de la invasión se han centrado principalmente en cuestiones humanitarias concretas, como los corredores de evacuación de las ciudades asediadas o los altos al fuego de corta duración. El fracaso de casi todos esos ceses de hostilidades -y los informes de bombardeos rusos y minas rusas colocadas en las carreteras designadas para la evacuación de civiles- no auguran una solución negociada.

En las conversaciones del jueves en Turquía entre los ministros de Asuntos Exteriores de los combatientes - las negociaciones de mayor nivel convocadas hasta ahora -, el ruso Sergei Lavrov negó que Moscú hubiera atacado a Ucrania y afirmó que Estados Unidos estaba financiando la investigación de armas biológicas en el país.  Dmytro Kuleba, su homólogo ucraniano, dijo que creer en promesas de alto el fuego por parte de Lavrov era imposible, ya que "hay otros responsables de este asunto en Rusia".

El jefe de gabinete adjunto de Zelensky, Ihor Zhovkva, dijo esta semana que Kiev estaba "preparado para una solución diplomática", siempre que Rusia retirara sus tropas. Pero aunque los funcionarios ucranianos han sugerido que podría ser factible un acuerdo sobre el estatus de Crimea y de las regiones controladas por los separatistas prorrusos en el este, Kiev ha descartado las exigencias más amplias de Rusia de que sea neutral y renuncie a su ejército.

Pero alguna forma de acuerdo podría tentar a ambas partes si la guerra se volviera un atolladero en el cual ambas avanzaran poco y sufrieran crecientes pérdidas.  La pregunta sería si un alto al fuego consagraría los logros de Rusia hasta ahora o significaría que Putin retira las tropas a una zona definida.

Pero los funcionarios occidentales dicen que todo lo que no sea una retirada completa de Rusia significa que se mantienen las sanciones económicas contra Moscú.  "Seguimos tensando la cuerda", dijo uno. "Putin no puede esperar un hecho consumado y que el mundo vuelva a una especie de [normalidad].  Ha habido un cambio irreversible".

Retirada de Rusia, Putin derrocado

La resistencia de Ucrania hasta el momento ha planteado la posibilidad de que Kiev pueda seguir repeliendo los esfuerzos rusos por tomar ciudades clave, sobre todo si los suministros de armas occidentales siguen reforzando las capacidades del ejército, sostienen algunos observadores.

Este estancamiento, y el enorme impacto de las sanciones occidentales impuestas a Rusia en las últimas semanas, ha llevado a los funcionarios occidentales a especular con que el propio Putin podría ser una víctima de una invasión fallida.  Sostienen que el presidente ruso, que ha gobernado durante más de 22 años, podría ser derrocado por las élites del Kremlin, o por militares rusos u oficiales de seguridad enfadados por su gestión de la guerra, o por una oleada de protestas entre los ciudadanos rusos furiosos por la caída del nivel de vida.

Victoria Nuland, experta en Rusia y subsecretaria de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de EEUU, sostuvo esta semana que la clave para poner fin al conflicto en Ucrania es aumentar la oposición a Putin dentro de Rusia.

"Este conflicto terminará cuando Putin se dé cuenta de que esta aventura ha puesto en riesgo su propio liderazgo ante el ejército y ante su pueblo, ya que está desangrando las vidas del pueblo de Rusia, del ejército de Rusia y su futuro [por] su propia ambición vana", dijo Nuland ante la comisión de relaciones exteriores del Senado.

Sin embargo, el control de Putin sobre el poder es posiblemente más sólido que nunca, gracias a la nueva legislación draconiana que prohíbe los medios de comunicación independientes en Rusia y deja a los medios controlados por el Kremlin como única fuente de información.

Guerra más amplia entre la OTAN y Rusia

Algunos funcionarios advierten que el conflicto puede no estar contenido en Ucrania. Advierten que los envíos de armas a Kiev por parte de los Estados miembros de la OTAN y las sanciones paralizantes impuestas a Moscú han aumentado el riesgo de contagio a los países vecinos, lo que podría arrastrar a la OTAN a un conflicto directo con Rusia.

La alianza se ha esforzado por demostrar que no está directamente implicada en el conflicto. La alianza no coordina los suministros de armas que proveen a Kiev los Estados miembros de la OTAN, mientras que la OTAN se ha negado a establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania. Los funcionarios de la alianza afirman que esta medida sería imposible tanto desde el punto de vista práctico como político, ya que las capacidades de defensa aérea de Rusia implicarían que los aviones de la OTAN serían atacados casi inmediatamente después de entrar en el espacio aéreo ucraniano.

Sin embargo, el riesgo de escalada se mantiene.  Dmitry Peskov, portavoz de Putin, dijo esta semana que los planes - propuestos por Occidente pero ahora descartados - de suministrar a Kiev cazas MiG polacos serían un "escenario muy indeseable y potencialmente peligroso". A su vez, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha advertido a Rusia que los ataques a las líneas de suministro occidentales hacia Ucrania representarían una escalada.

El mes pasado, Putin advirtió a los países que traten de "inmiscuirse" en el conflicto que habrá "consecuencias mayores a cualquier otra que hayan enfrentado en la historia", una amenaza ampliamente considerada como una referencia al posible uso de armas nucleares. A esto le siguió su decisión de elevar el nivel de preparación de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia.

La OTAN, por su parte, ha aumentado el despliegue de tropas en los países bálticos y otros miembros cercanos a Rusia, y los funcionarios de la alianza han advertido sobre la posibilidad de que Putin provoque a los miembros de la OTAN para distraer a Occidente de la invasión de Ucrania.

"Putin quiere menos OTAN, pero está logrando más OTAN", dijo Stoltenberg esta semana. "Quería dividirnos, está enfrentando una alianza más unida".

Henry Foy en Bruselas and Demetri Sevastopulo en Washington

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