Ayudaría saber con qué frecuencia se hace recircular el aire y qué filtros se utilizan.
En muchos lugares se ha puesto fin a la obligación de llevar mascarillas en interiores, y los expertos en salud pública afirman que es correcto hacerlo ya que las tasas de vacunación son altas y las infecciones y hospitalizaciones son bajas. Cuando las personas comienzan a atreverse a entrar a espacios interiores sin mascarilla, todavía pueden preguntarse si es seguro.
“No hay conclusiones absolutas en este tema”, dice Howard Kipen, profesor de Salud Ocupacional y Ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Rutgers y autor principal de un estudio que examina la transmisión por aire en los hogares de personas infectadas. “Depende de la cantidad de gente que haya y de si la gente está estornudando, tosiendo, cantando, hablando o gritando, así como de lo cerca que estén de usted. Si vive en un lugar donde hay muchas personas, o la gente no está bien vacunada, hay razones para seguir usando la mascarilla”.
Cuando los expertos hablan de la seguridad en los espacios interiores, la conversación suele girar en torno a la ventilación, es decir, el ingreso de aire del exterior.
Aun cuando las infecciones han descendido significativamente, el peligro de contraer un virus no es nulo. Estar en el interior siempre es más arriesgado que estar en el exterior cuando se trata de la transmisión viral por el aire, de la que hay dos vías principales, según las investigaciones. Cada una requiere un enfoque diferente. Las gotitas respiratorias de gran tamaño -que superan las 10 micras – se precipitan rápidamente sobre las superficies, normalmente a unos 6 pies de la fuente emisora. El lavado de manos, el distanciamiento social y las mascarillas ofrecen la mejor protección contra la exposición a estas partículas relativamente grandes que las personas pueden inhalar o transmitir al tocar las mucosas de los ojos, la nariz y la boca, dice Kipen.
Las gotas respiratorias más pequeñas, que van desde unas pocas micras hasta 0.1 micras – el tamaño de una sola partícula del coronavirus – pueden permanecer suspendidas en el aire durante horas. “El diámetro de una micra tiene la centésima parte de un cabello humano”, dice Kipen. Los filtros y el aumento de la ventilación son las mejores herramientas para dispersar y reducir su concentración y, por tanto, su capacidad de contagio, afirma.
“Usar una mascarilla, preferiblemente una N95, es la mejor manera de prevenir la exposición a las partículas que están en el aire que lo rodea”, dice Kipen, y es clave “minimizar la cantidad de tiempo que permanece en un lugar potencialmente contaminado”.
Hay varias preguntas que deben hacerse para tomar una decisión informada sobre si se debe permanecer en el interior sin mascarilla:
– ¿Qué cantidad de aire fresco ingresa en el lugar?
“La gente debería preguntar: ¿Cuánto aire es exterior y cuánto se hace recircular?”, dice Linsey Marr, profesora de Ingeniería Medioambiental y de Recursos Hídricos de la Escuela de Ingeniería de Virginia Tech, que ha estudiado la transmisión por aire del virus que causa el Covid-19. “El mejor escenario es el 100 por ciento de aire exterior”.
– ¿Con qué frecuencia circula el aire en el interior, es decir, se renueva por completo?
“¿Cuál es la tasa de ventilación, es decir, cuántos cambios de aire se realizan por hora?”, pregunta Marr. “Los hospitales realizan de 6 [a] 12 cambios por hora o más. Los hogares tienen tal vez medio cambio de aire por hora. En el caso de un gimnasio o un vestuario, por ejemplo, se desea que sea lo más alto posible, más de cuatro es bueno. Mientras más, mejor”.
Sostiene que muchos lugares como los baños, los gimnasios y los vestuarios también suelen tener sistemas de extracción y ventiladores y sopladores que ayudan a empujar el aire a través de los filtros. Sin embargo, recuerde que los ventiladores solo mueven el aire, no lo diluyen con aire del exterior.
– ¿Qué tipo de filtro está utilizando? Si utiliza un filtro MERV: ¿cuál es su clasificación?
Cuando se trata de filtros MERV, cuanto más alto sea el número, mejor. El MERV, que significa Valor Mínimo de Eficiencia, está clasificado de 1 a 16, y representa la capacidad del filtro para atrapar partículas más grandes de entre 0.3 y 10 micras. Las clasificaciones se desarrollaron a partir de un método de prueba diseñado por la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado. Los filtros MERV más eficaces tienen una calificación de 11 o superior, dice Marr.
El criterio de referencia para los filtros es HEPA, que representa la siglas en inglés para el término ‘Aire con Partículas de Alta Eficiencia’. Según la Agencia de Protección Ambiental, este tipo de filtro de aire puede atrapar al menos el 99.97 por ciento del polvo, el polen, el moho y las bacterias, incluidas las partículas grandes y pequeñas del aire. “Los índices MERV van de 1 a 16, pero los HEPA son incluso mejores que eso”, dice Kipen.
Sin embargo, muchos sistemas de aire de gran tamaño no están adaptados para tener un filtro HEPA, por lo cual es poco probable que encuentre uno en su establecimiento. “Los ventiladores no son lo suficientemente potentes como para mover el aire a través del filtro más estrecho”, dice Kipen. “Tendrían que reconstruir todos los sistemas de calefacción y aire acondicionado”. Sin embargo, usted puede comprar pequeñas unidades con filtros HEPA e instalarlas en su casa. “Los limpiadores de aire portátiles con filtros HEPA pueden hacer el trabajo en una habitación a la vez”, dice.
Es importante recordar que las preguntas sobre la ventilación se aplican a la reducción del riesgo de transmisión a distancia, dicen los expertos.
“Si está cerca de alguien infectado, que no usa mascarilla, la ventilación no será tan útil”, dice Marr. “Cuanto más gente haya en el lugar, más importante será la ventilación”.
Le pregunté a mi periodoncista sobre su práctica, ya que el uso de una mascarilla es imposible en tratamientos bucales. Dijo que utiliza filtros de grado médico (HEPA) en cada habitación y que el aire recircula cada 10 minutos. Ambas opciones son buenas.
Sin embargo, no todos los centros tienen las respuestas o las proporcionan. Cuando pregunté en un gimnasio sobre el vestuario, donde no se puede usar mascarilla eficazmente en la ducha, me dijeron (por correo electrónico) que utilizan un filtro MERV de al menos 8 y hacen ingresar el 100 por ciento del aire exterior. Entonces pregunté (también por correo electrónico): ¿Con qué frecuencia se cambia el aire? ¿Actualizarán el filtro? No recibí ninguna respuesta.
Decidí arriesgarme, ya que vivo en un condado con altas tasas de vacunación y bajas tasas de infección, pero me sigo sintiendo un poco inquieto.
“Hay diferentes grados de riesgo”, dice Kipen. “Cada uno tiene que decidir cuánto riesgo está dispuesto a tolerar”.
Washington Post – Marlene Cimons
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